La vida con un audímetro en casa

Desde que a inicios de los 90 se empezaron a contabilizar y medir las cifras de audiencia televisiva en España, en un proceso y mecanismo que ha ido modernizando el chasis pero no su trasfondo y concepto general, tan inamovible y discutible como entonces, una idea se ha venido repitiendo cual mantra entre la población y los televidentes: "los audímetros no existen, no conozco a nadie que tenga uno". Aún hoy seguimos asociando este aparato a una leyenda intangible, a una figura mística: en una improvisada lista de grandes mitos de la humanidad estarían el monstruo del Lago Ness, el Yeti y luego ya el audímetro. Es comprensible la desconfianza, la incredulidad y el ateísmo militante que genera entre la masa su simple mención, pero la realidad, no sé si cruda o bendita, es que estos aparatitos existen, están entre nosotros y operan a pleno rendimiento.

No se sabe la cifra exacta de audímetros repartidos por España a finales de abril de 2015. Lo que sí sabemos es que esa pequeña selección de afortunados que han sido elegidos al azar por Kantar Media, la empresa que gestiona este tema, para tener uno de estos aparatitos conectados a su televisor nos representa a todos, decide qué es lo que vemos a ojos del medidor, define el mercado y marca la pauta de los anunciantes a la hora de invertir su dinero en cadenas, franjas horarias y programas. El sistema, como todos los sistemas, tiene grietas e invita a la duda, el debate y la discusión; pero el sistema es el que hay y alrededor del que está organizado todo el tinglado televisivo español. No se trata de que te guste más o menos o de que te parezca más creíble o fiable; es que no hay otro. Va a seguir siendo este. Pero más allá de las dudas que pueda plantear, lícitas o no, el universo de los audímetros es llamativo y fascinante por el aura de clandestinidad, secretismo y misticismo que engloba, esa sensación de que no se quiere que la gente sepa más de la cuenta sobre ello, de que a todos ya les va bien que tenga este estatus semioculto.

Es por ello que decidimos buscar a gente que haya tenido o siga teniendo audímetro en su casa. Gente que nos pudiera contar en primera persona cómo llega un audímetro a tu casa y en qué consisten las tareas asignadas cuando aceptas tal responsabilidad. No ha sido fácil por diversos motivos: primero, porque los panelistas no son públicos, es decir, no existe una lista accesible para cualquier persona con los nombres y apellidos de aquellos que tienen el aparato. Ponte a buscarlos. Y segundo, porque en el entorno personal de uno es realmente complicado conocer a alguien que conozca a alguien que lo tenga, y si no haced la prueba. Pese a todo, hemos podido hablar con dos personas que lo tienen o lo han tenido instalado en sus televisores. A ellas, faltaría más, les hemos formulado todas las preguntas que te has hecho siempre y nadie ha sabido o podido responderte.

Almudena Hernández, residente en El Prat del Llobregat, Barcelona, tuvo un audímetro en su casa durante cinco años. "Era el plazo máximo de tiempo que podía tenerlo en casa, según me dijo la empresa que me lo instaló".

VICE: ¿Cómo entra un audímetro en casa? ¿Cómo empieza todo?

Almudena: En mi caso fue tan sencillo como que llamaran al timbre de casa. Vino una chica y me preguntó si estaba interesada en tener uno. Me hizo una pequeña encuesta para saber si daba el perfil y ese mismo día firmé el contrato para que lo instalaran.

¿Qué tipo de encuesta?

Cosas muy básicas: tipo de trabajo, estudios, edad, miembros de la familia…

¿Te dijo si estaba buscando un perfil concreto de persona o de familia?

No. De hecho, se alegró mucho de que le dijera que sí a las primeras de cambio porque así podía acabar ya la jornada laboral.

¿Llamaron a tu timbre porque sabían de vuestro perfil?

No, no, fue totalmente aleatorio, según me dijo la comercial.

¿Cuando firmas el contrato te exigen confidencialidad?

En realidad puedes hablar de ello, lo que más les preocupa es que puedas tener relación con alguien que trabaje en televisión o en medios de comunicación, eso es lo que más les importa y en lo que son más pesados preguntando.

Y al cabo de unos días te lo instalan…

Sí. Pasa poco tiempo. Viene un técnico y te instala un audímetro en cada aparato de televisión que tienes en casa. Yo por entonces tenía varios y me los instalaron en todos.

¿Cómo es el aparato y qué hace?

Es un aparato pequeño. Se conecta automáticamente a tu televisor. De hecho, para instalarlo tienen que abrirte los televisores, actualmente no sé si seguirán haciéndolo así. Por la noche se dedica a enviar los datos que ha recogido durante el día.

Una vez lo tienes instalado, ¿cuáles son las instrucciones que tienes que seguir?

En mi caso básicamente consistía en que cada vez que encendías la tele tenías que ponerle un número. Cada miembro de la familia tenía un número asignado, así que si mis hijos ponían la tele tenían que poner el suyo, si lo hacía yo el mío, etc. Si algún día venían amigos o familiares y querían ver la tele también podías poner la opción Invitados y asignar un número a cada uno. Una vez ponías tu número ya no tenías que hacer nada más.

Entonces es relativamente fácil tomarle el pelo a la máquina, es decir, que puedes poner el número de tu hijo pequeño mientras estás viendo Sálvame o al revés…

Sí, totalmente. Podía haberlo hecho constantemente si hubiera querido, en mi caso fui bastante honesta porque más o menos siempre seguía las reglas del mecanismo, pero si quieres jugar con ello puedes hacerlo sin problema. De hecho, el mando del aparato también te daba la opción de votar por el programa que estabas viendo, tanto si te gustaba como si no te gustaba. Así que si por ejemplo estaban poniendo el programa de la Campos podías poner que no te gustaba nada.

¿Qué ocurre si enciendes la tele y no pones tu número?

Te avisa. La tele parpadea y hace cosas extrañas y el aparato te avisa que te has olvidado de poner tu número. No podías verla del todo bien si no le ponías el número.

Entonces estás controlado en todo momento…

Absolutamente. No te molesta, pero tienes la sensación de que te están controlando y de que saben qué estás haciendo en cada momento cuando ves la tele.

¿Cobrabas por ello?

No. Funcionan con un sistema de puntos. Cada trimestre me daban una serie de puntos. Esos puntos los ibas acumulando y podías canjearlos por una serie de productos que ofrecen en un catálogo propio: electrodomésticos, bicicletas, joyas, etc. Fíjate cómo era el tema que si no te gastabas los puntos al finalizar el período de participación te regalaban una bicicleta a modo de premio.

* * *

Para corroborar que el sistema sigue funcionando igual también buscamos a alguien que actualmente tenga un audímetro en casa. En el caso anterior de Almudena ya han pasado algunos años desde que dejó de tenerlo, así que me interesaba contrastar en tiempo presente si el mecanismo sigue siendo el mismo o si se han producido cambios. Por esas carambolas benditas de las redes sociales llegamos a un testimonio ideal para lo que estábamos buscando: una señora mayor que vive sola en un pueblecito del Norte de España. Aunque contamos con su autorización para dar el nombre y la población en la que vive he preferido no publicarlo para evitarle conflictos con la empresa que gestiona los audímetros.

A ella, como a Almudena, también la encontraron en casa. Pero el proceso fue algo distinto. En este caso sí estaban buscando un perfil muy concreto y específico: "buscaban a una señora de cierta edad que viviera sola". Antes, sin embargo, llamaron al timbre de su hijo, que vive justo al lado. "No respondíamos al perfil familiar que estaban buscando: una pareja con dos hijos de más de catorce años. Nuestros hijos eran más pequeños entonces", me comenta la nuera de nuestra protagonista, que es mi interlocutora. "Pero al decirles que mi suegra vivía justo al lado se interesaron porque respondía a la perfección al otro perfil que necesitaban, el de una mujer de más de sesenta años que viviera sola".

VICE: ¿Cuánto tiempo hace que tiene el audímetro en casa?

Pues hará ya siete u ocho años, quizás más.

¿No le dieron un plazo máximo de tiempo para quedárselo?

No, ella puede tener el aparato el tiempo que quiera. El día que no lo quiera tener más avisa y vienen a recogerlo.

¿A ella también le regalan puntos para canjear por regalos?

Sí, es como lo de los puntos de "la Caixa", ¿sabes? Le mandan el catálogo y ella puede cambiar puntos por algo que quiera del listado de productos.

Cuál es el mecanismo que tiene que seguir…

Cuando enciende la tele ya se le conecta automáticamente. Solo tiene que avisar si viene alguien a casa. Cuando van mis hijos ella los añade con el mando a distancia, pero si esta sola no tiene que hacer nada.

Las personas con audímetro con las que he hablado siempre hablan de la sensación de que estás controlado en todo momento…

Bueno, si te vas de viaje unos días tienes que avisar, por ejemplo. O es muy extraño cuando por ejemplo desenchufas el aparato porque estás limpiando y al reenchufarlo no deja de preguntar "Quién está ahí?"

Ellos saben lo que haces…

Sí. De hecho, si durante unos días no pones la tele o no pones algún canal habitual te llaman para saber si ocurre algo. Por ejemplo, mi suegra tiene dos televisores, el del salón y el de la cocina. A veces el de la cocina no lo enciende durante días, por los motivos que sean. Pues cuando pasan unos días sin que lo encienda la llaman para saber si hay algún problema con ese televisor, para saber por qué motivo no se enciende ese aparato.

Es una sensación muy extraña…

Es muy curioso por ejemplo cuando mi suegra está viendo la tele con mis hijos y se olvida de añadirles en el control de invitados con el mando a distancia. Cuando ha pasado un rato y la máquina se da cuenta de que está puesto un canal que no concuerda con el perfil de usuaria, con las coordenadas de lo que ve habitualmente, lo nota, es como si sospechara de que algo pasa, de que algo no cuadra.

¿Crees que el audímetro puede ser un barómetro fiel de lo que ve la gente?

La verdad es que no sé si es significativo basándome en mi caso. Mi suegra solo ve Telecinco, es el canal que tiene todo el día puesto. Ella es la única que tiene audímetro en toda la provincia, así que no creo que sea muy representativo de todo lo que ve la media de gente. Ella enciende la tele, pone Telecinco y muchas veces ni tan siquiera está viendo la tele aunque la tenga encendida, pero eso ya computa como que todos los espectadores de nuestra zona ven Telecinco a todas horas.