FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

Las cárceles egipcias están abarrotadas de activistas y periodistas

Durante los últimos tres viernes, la policía egipcia ha arrestado a más de 700 manifestantes y asesinado a 70, según datos oficiales.

Un simpatizante de Morsi es arrestado afuera del juzgado durante su juicio la semana pasada.

Durante los últimos tres viernes, la policía egipcia ha arrestado a más de 700 manifestantes y asesinado a 70, según datos oficiales. ¿Os acordáis de cuando estas cifras eran titulares? Ahora no se les presta la misma atención. Los medios están cansados de la situación en Egipto.

Según Wiki Thawra, una página dedicada a documentar la revolución egipcia, más de 21 mil personas han sido detenidas desde el 3 de julio, la mayoría durante manifestaciones en contra del ejército por destituir a Mohamed Morsi. Ahora, los miembros de la Hermandad Musulmana son de los criminales más odiados. En Navidad, el gobierno interino de Egipto declaró que la organización es un grupo terrorista, a pesar de la escasa evidencia para hacer dicha declaración. Desde que Morsi fuera destituido, las calles de Egipto se rigen bajo nuevas reglas. En noviembre, el presidente interino Adly Mansour aprobó una nueva ley que criminaliza las manifestaciones masivas. Juntarse en la calle un grupo de más de diez personas no está permitido y quienes lo hagan serán detenidos, especialmente si son las manifestaciones semanales que organizan los simpatizantes de Morsi. Los activistas y los periodistas también se han enfrentado a la ira del estado. Los críticos argumentan que las autoridades, con el apoyo del ejército egipcio, están usando nuevas tácticas para ir contra la gente que esté en su contra.

Publicidad

“Cada viernes arrestan entre 500 y 600 personas”, dijo el Ministro de Interior, Mohamed Ibrahim en una conferencia de prensa la semana pasada. “Al principio, nos esperábamos a que la manifestación se volviera violenta, pero ahora nos enfrentamos a ellos nada más reunirse”.

Estudiantes arrestados de forma violenta durante una manifestación en la Universidad Al Azhar, el mes pasado.

Hablé con Ahmand Nour el Din, un joven que fue arrestado cuando la policía lo vio grabando los disturbios entre los manifestantes y la policía en la Universidad Al Azhar, El Cairo. “La celda en la que me encerraron era para cinco hombres, pero yo estaba encerrado con 20. La policía va a por la gente que graba lo que está sucediendo y los meten en las mismas celdas que a los criminales. Nos robaban a diario. Ellos eran los que lideraban la celda, sólo nos dejaban usar el baño cuando ellos querían”. Con tantos arrestos, las prisiones de Egipto están abarrotadas. En algunas celdas hay seis veces más de prisioneros de los que deberían. Los prisioneros hacen turnos para dormir. Cuatro periodistas de Al Jazeera se encuentran detenidos con otros activistas y simpatizantes del ex presidente, en Tora, una prisión de El Cairo. Se les acusa de ser una amenaza para la seguridad nacional. La semana pasada pudimos hacernos un poco a la idea de cómo es la vida dentro de las celdas gracias a una carta que uno de los detenidos envió a escondidas. “Si te pillan con un boli o papel, te torturan. Los detenidos por crímenes como robo, asesinato o drogas tienen libertad dentro de la prisión. Los que fueron detenidos después del 30 de junio pueden acabar en una celda de aislamiento”.

Publicidad

Las familias de los detenidos están preocupadas, sobre todo cuando los presos padecen alguna enfermedad. Mustafa es hermano de un miembro de la Hermandad Musulmana que fue arrestado afuera de su farmacia a principios de octubre. Él me dijo que su hermano enfermó después de ser golpeado brutalmente y dejarlo en su celda sin tratamiento médico. “Dejaron a Salah ahí, sangrando y enfermo. Cada vez que comía, vomitaba la comida. Su cuerpo empezó a hincharse… Allí no hay médico, así que las autoridades de la prisión dejaron que sus compañeros de celda lo cuidaran. Si no tienes manera de mantener a la gente viva o conservar su dignidad, ¿por qué tenerlos ahí?”

La policía egipcia atacando a un manifestante en la Universidad Al Azhar.

Al final, Salah murió en el hospital. Fue transferido, dice su hermano, pero para entonces ya era demasiado tarde. “La policía sabía lo que había hecho”, me dijo. “Sabían que ellos eran los responsables pero no lo querían admitir, así que lo transfirieron. Ahora es su familia la que vive con el dolor”.

Es muy probable que el núumero de arrestos siga aumentando durante las siguientes semanas. Los egipcios están votando una nueva constitución —la primera después de Morsi— y el Ministro de Interior advirtió que “cualquier intento de interrumpir el proceso del referéndum o prevenir a los ciudadanos de votar, serán detenidos con una fuerza y severidad que no se ha visto anteriormente”. Durante el primer día de votaciones, 140 personas fueron arrestadas.