Captura de Superbad
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Catie* (45): Con cuatro (presuntos) vírgenes. Yo digo que son «presuntos» porque creo que algunos jóvenes pueden usar esto como excusa para que alguien se acueste con ellos o para tener sexo sin condón: «Soy virgen, por favor, ayúdame», o «No tengo ninguna enfermedad, soy virgen».¿Podrías contarme sobre tus experiencias?
La primera vez fue cuando aún era adolescente. Él tenía 16 años y era muy guapo, tenía un poco de experiencia sexual, pero nunca había penetrado. En realidad, el chico era muy divertido. No me di cuenta de que era virgen hasta después de que nos hubiéramos acostado, así que no es que lo hubiera planeado. Volvimos a hacerlo varios meses después y básicamente fue lo mismo en términos sexuales.
Tuve relaciones sexuales con un hombre de 26 años de edad que decía que era virgen, y creo que sí que lo era. Era tímido y le daba vergüenza desnudarse, no quería quitarse la camisa. Estuvo todo el tiempo con una mirada de asombro. Dijo que era muy inexperto y que nunca había estado desnudo con una mujer. Todo parecía asombrarle. Cada vez que me tocaba abría mucho los ojos. Nunca tuvo un orgasmo, a pesar de que hicimos un montón de cosas durante varias horas. Él decía que el condón era el problema y que aquello no se parecía nada a su técnica habitual de masturbación.Lleva tú los condones y no tengas miedo de dar le indicaciones.
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En realidad prefiero a los hombres más jóvenes. En general, todos me resultan atractivos. Además, me gusta dar placer.¿Alguna vez se han obsesionado contigo después de hacerlo?
La verdad es que no, pero el chico de 19 años me pidió varias veces que tuviéramos relaciones para demostrar que ya tenía un poco de experiencia en la cama.¿Qué consejo darías a alguien que quiere acostarse con un virgen?
Lleva tú los condones y no tengas miedo de dar le indicaciones. Y no finjas un orgasmo solo por hacerlos sentir bien. Eso los prepara para el fracaso.
Kelly (22): Doy clases de baile y de natación. Tengo una vida bastante normal. Tengo un pequeño grupo de amigos y la mayoría sabe de mi manía.Le has quitado la tarjeta V a tres chicos. ¿Qué tal fue?
Con todos fue muy diferente. La primera vez fue con un novio que tenía demasiada confianza en sí mismo; pensó que había visto suficiente porno como para saber qué hacer, así que le dejé que hiciera el trabajo. No tenía ni idea de dónde poner el pene y, cuando se lo enseñé, terminó en seguida. Se comportó como un engreído, hasta que me preguntó qué me había parecido, por supuesto. Le dije que necesitaba más práctica. Después de unos días de mal humor, cada vez que lo hacíamos el chico se esforzaba mucho. Quería tener como un manual con instrucciones paso a paso.
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La tercera vez, el chico iba buscando específicamente a alguien que disfrutara quitándole la virginidad. Antes de todo, estuvimos hablando durante un mes sobre sus expectativas y sobre lo que podría gustarle. Cuando llegó el momento, se mostró muy abierto y hablaba con franqueza; fue más como una lección para él en vez de solo una experiencia caliente. Después le respondí todas las preguntas que pude para que por fin reuniera el valor para tener relaciones con su novia.¿Alguno se obsesionó o encaprichó contigo?Me encanta poner nerviosos a los hombres.
En mi caso, ninguno se ha obsesionado o encaprichado. Los chicos tienden a ser distantes; podrían estar avergonzados de que las cosas no hayan salido de la manera que esperaban. El sexo no siempre es como el porno. Los chicos siempre tienen miedo a que se les juzgue por su aspecto físico o por cómo estuvieron en la cama.
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Me encanta poner nerviosos a los hombres. Y perder la virginidad es una de las grandes experiencias de la vida; todo el mundo recuerda cuándo perdió su virginidad y con quién. Supongo que me gusta la idea de que me vayan a recordar durante muchos años a partir de ese momento. Creo que, hoy en día, es difícil para los chicos; pierden toda confianza en sí mismos con mucha facilidad. Me gusta pensar que, en cierto modo, les ayudo a tener más confianza, para que la vida sea mucho más fácil para ellos.
Rachel* (44): He descubierto ese lado perverso de mí misma. Estoy soltera, estuve casada y me encanta ser una dominatriz. Tengo un trabajo muy bueno y un máster. Adoro a los hombres. Me encanta el sexo. Y soy muy, muy paciente. No todo el mundo quiere lidiar con los vírgenes. Estoy dispuesta a ser amable y paciente.¿Así que has terminado con la virginidad de algunos hombres?
Sí, he acabado con la virginidad de algunos hombres… analmente.¿Analmente? ¿Cuántos?
¿Cuántos? Siete, no obligo a nadie… Tampoco soy yo quien los busca. Ellos me encuentran.¿Qué es lo que te pone de quitarles la virginidad anal?
Que me rueguen, los preparativos para el acto, ver las diferentes emociones de esa persona y ver cómo reacciona el cuerpo del hombre ante la expectativa.¿Alguna vez se han obsesionado contigo?
No. Pero una de las razones puede ser que soy muy selectiva. No acepto tener relaciones con alguien hasta que me siento totalmente cómoda con esa persona; puede pasar tiempo. Por lo general me llevo bien con mis muchachos esclavos.¿Qué consejo darías a alguien que se quiera follar a un chico virgen?¡Que no use la palabra follar! No tengo ningún consejo, la gente hace lo que quiere cuando quiere.