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El número del crimen

Las páginas de delante

Noticias del mundo.

Las víctimas de tortura por parte de la policía de Chicago quieren justicia

Por Alison Flowers

Desde 1971 más de cien personas, la mayoría hombres afroamericanos, fueron obligadas a confesar haber cometido crímenes graves en el cuartel de policía de la zona Sur de Chicago, lo que formó parte de una campaña de tortura tolerada que se mantuvo durante casi veinte años bajo la autoridad de Jon Burge, el jefe de policía de entonces.

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"Torturarme era como un baile para ellos", dijo Darrell Cannon, una víctima de tortura que pasó dos décadas en la cárcel tras haber confesado los cargos de asesinato que se le imputaban en 1983 sin haberlos cometido. Los agentes asfixiaban a Cannon, le hacían creer que iban a matarlo metiéndole una pistola en la boca, lo golpeaban con una manguera de plástico y le daban toques en los testículos con un látigo para animales. "Les gustaba hacerme eso", añadió.

La brutalidad de la policía en la época de Burge —y en los años de encubrimiento que le siguieron— alimentó una profunda desconfianza entre las minorías y el ejercicio de la ley en Chicago, al grado de que se ha mantenido así durante décadas. Mientras que algunas víctimas han recibido millones en indemnizaciones; otros, como Cannon, no han recibido nada. Por su parte Burge, quien cumple una condena por perjurio y obstrucción a la justicia, sigue recibiendo una pensión anual de 54 mil dólares.

Ahora, después de más de tres décadas, los defensores de esta causa han logrado obtener una ordenanza del Consejo de la Ciudad de Chicago que tendría que proporcionar veinte millones de dólares para reparar, compensar, cuidar y conmemorar a los supervivientes de las torturas.

Esta ordenanza haría las veces de disculpa formal para los supervivientes y les otorgaría una suma económica a las víctimas y a sus familiares. Esta medida fue apoyada por un grupo de defensores de las víctimas y miembros de organizaciones protectoras de los derechos humanos (incluyendo Amnistía Internacional).

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A pesar de la notoriedad que el caso ha alcanzado, la ordenanza está parada en el Comité de Finanzas del Consejo y requiere de una audiencia para llevarse a cabo. Edward Burke, concejal de Chicago y presidente del Comité de Finanzas, no respondió a las peticiones de que hiciera algún comentario acerca de sus planes al respecto.

Fuertes medidas en contra de la corrupción en China

Por Matt Taylor

El presidente de China Xi Jinping ha declarado la guerra, pero no a Estados Unidos ni a Japón. El enemigo es la corrupción dentro del Partido Comunista. El dirigente ha prometido perseguir a "tigres y moscas" en lo que parece un flagrante intento por tranquilizar a la creciente clase media del país.

El verano pasado, la purga alcanzó a los rangos más altos del aparato del partido como a Zhou Yongkang, quien trabajara como jefe de seguridad interna del país; el tipo de persona que se consideraba intocable bajo regímenes previos. Oficialmente, las agencias de noticias del estado informaron que Zhou había sido acusado de haber cometido "violaciones disciplinarias graves". Sin embargo, según el Financial Times, miembros de alto rango del partido sospechan que Zhou había conspirado con Bo Xilai, otro vástago del partido que cayó en desgracia. Aun así, no es fácil saber si se trata de un movimiento inteligente del departamento de relaciones públicas o si realmente Xi quiere reformar el sistema político.

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Xi se enfrenta a fuertes resistencias por parte de algunos jefes dentro del partido, quienes no se resignan a perder todo el botín. "Los dos ejércitos —el de los corruptos y el de los anticorrupción— han llegado a un punto muerto", comentó Xi en una junta privada del politburó el pasado junio. Parece que Xi está decidido a romper este punto muerto, pero afirmar que algunos titulares llamativos convencerán a la enorme población de que su gobierno no está lleno de idiotas ávidos de dinero es otro asunto.

Los ladrones de coches siembran el terror en Jordania

Por Elizabeth Whitman

Fue aproximadamente en 2010 cuando en Amman, Jordania, se comenzó a notar un aumento en la cantidad de coches robados. Entonces los robos fueron considerados como meros incidentes aislados, pero la realidad indicaba otra cosa: grupos del crimen organizado robaban los coches en Jordania y luego pedían rescate por ellos; en algunos casos, estos robos parecían pasar voluntariamente inadvertidos a la policía.

Aun cuando no lo hayan vivido personalmente, la mayoría de las personas en Amman con las que me entrevisté afirmaron haber conocido a alguien a quien le han robado su coche o camión. Un comerciante me explicó que estos grupos operan robando un coche de lujo y luego piden rescate por él. "Si perciben cierta hostilidad de tu parte, simplemente incendian el coche", dijo este comerciante que se negó a dar su nombre.

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La policía de Jordania negó que el robo de coches fuera uno de los problemas más importantes del país. En una entrevista reciente, el jefe nacional de la policía afirmó que alrededor de 98 por ciento de los coches robados han sido recuperados y que cualquier policía que se ha descubierto que actuara en connivencia con los ladrones de coches ha sido despedido.

España tiene un problema de esteroides

Por Juanjo Villalba

Hace aproximadamente una década comenzó en España una fiebre entre la juventud por ponerse en forma. Desde entonces, los jóvenes españoles se han metido a los gimnasios en manadas, haciendo pesas para hacer que sus músculos sean enormes. Si bien no hay nada de malo en que los chicos se pongan en forma, esta moda ha venido acompañada de una nueva obsesión por la imagen corporal y algunos problemas de salud, sobre todo cuando estas personas se dieron cuenta de que podían incrementar su masa muscular mucho más rápido con la ayuda de unos polvitos mágicos.

Anabolizantes, agilizadores circulatorios y hormonas para el crecimiento (productos en su mayoría traídos de China) han traspasado las fronteras de España. Una vez en el país, las drogas son distribuidas en centros deportivos, gimnasios, consultorios médicos privados e inclusive son anunciados en los medios de comunicación. Además de los obvios problemas de salud, los efectos culturales de centrar la atención en el tamaño de los músculos han sido muy dañinos: los expertos calculan que entre veinte mil y cincuenta mil españoles, la mayoría personas jóvenes, sufren de dismorfia muscular o "vigorexia", un tipo de anorexia invertida en el que una persona se obsesiona con la idea de que sus músculos son muy pequeños, sin importar su tamaño real.

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La policía española está tomando fuertes medidas para rastrear los esteroides ilegales y otros productos de dopaje. En los últimos cinco años ha habido 35 operaciones policiacas contra del tráfico de esteroides, la mitad de las cuales ocurrieron en Valencia. Este mismo año las autoridades han desmantelado un plan de distribución masiva de productos de dopaje que involucraba a estudiantes, porteros de discoteca, ciclistas profesionales y un médico acusado dar unas seiscientas recetas de esteroides en tan solo unos meses.

Hackers rusos han estado robando bancos de Estados Unidos durante mucho tiempo

Por Derek Mead

En julio de 1994, agentes de Citibank notificaron al FBI sobre lo que entonces era un nuevo tipo de delito: cientos de miles de dólares habían desaparecido de algunas cuentas bancarias corporativas. Para octubre de ese año, el total había aumentado hasta alcanzar diez millones de dólares. De acuerdo con el FBI, era la primera vez que se había cometido el robo de un banco a través de un ordenador.

A finales de 1994 que se estrenó Netscape Navigator, el primer navegador que alcanzó un gran éxito comercial. La industria financiera adoptó internet desde sus inicios, pero le faltaba seguridad; los miembros de seguridad de Citibank afirmaron que el equipo de hackers, liderado por el programador ruso Vladimir Levin, había utilizado cuentas válidas para acceder al sistema de gestión del dinero del banco (aún sin codificar) y para robar contraseñas y datos de las cuentas.

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Tras haber sido alertados por un par de transacciones sospechosas que sumaban un total de casi 522 mil dólares, el FBI rastreó las transferencias hasta un par de ciudadanos rusos: Yevgeny y Yekaterina Korlokova en San Francisco. De acuerdo con las declaraciones de unos agentes del FBI que formaron parte de la unidad de delitos económicos de San Francisco (en ese momento la ciudad aún no contaba con una brigada contra el crimen cibernético), Yekaterina se dirigió a su apartamento a toda prisa después de descubrir que sus fraudulentas cuentas bancarias habían sido congeladas. Según cuentan, fue arrestada con las maletas ya hechas y un billete de ida para Rusia en la mano.

Después de ser arrestados, los Korlokova le dijeron al FBI que Levin orquestaba los robos desde San Petersburgo y aceptaron colaborar con la policía para localizarlo. En la primavera de 1995 convencieron a Levin de que viajara a Londres, donde fue arrestado. En 1998, tras haber sido extraditado a Estados Unidos, se declaró culpable de haber cometido crímenes federales relacionados con el banco y fraude por ordenador. Fue sentenciado a tres años de prisión y a pagar una multa de 240 mil dólares de indemnización. Para entonces Citibank informó que ya habían recuperado casi todos los fondos robados y habían tomado medidas de seguridad para prevenir otro ataque semejante.

Ese robo fue el punto de partida de dos décadas del ya conocido juego del gato y el ratón entre hackers cada vez más sofisticados y los bancos. Y aunque diez millones de dólares parecía una cantidad inmensa en 1994, el impacto de los crímenes cibernéticos se ha multiplicado en las décadas pasadas. De acuerdo con un informe de la compañía de seguridad McAfee, el coste económico global de los crímenes cibernéticos es, hoy día, de aproximadamente cuatrocientos mil millones de dólares anuales; mucha de esa cantidad ha sido resultado de golpes directos contra bancos y personas. En agosto se descubrió que algunos criminales rusos se hicieron con mil doscientos millones de dólares en nombres de usuario y contraseñas de 420 mil páginas electrónicas; el mayor robo de credenciales on line de la historia.

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Las bandas de artes marciales están en guerra en Timor Oriental

Por Yara Murray-Atfield

Aunque siempre es un poco impactante, la muerte por espada de samurái no es tan poco frecuente ni una ocurrencia que cause sorpresa en la remota isla de Timor Oriental. Cada año, cientos de jóvenes se ven envueltos en actos de violencia relacionados con las artes marciales —puñaladas, peleas callejeras y asesinatos— al punto de que el gobierno reciente ha decidido implementar fuertes medidas en contra de estas bandas callejeras, famosas por sus elaboradas formas de combate.

El pencak silat es una técnica de lucha local que tiene una larga historia en Timor Oriental; un país pobre que obtuvo su independencia de Indonesia en 2002. Durante la ocupación militar indonesia, algunos estudiantes de pencak silat formaron un grupo de resistencia clandestina; pelearon del lado de la guerrilla en su búsqueda por obtener la libertad del país. Sin embargo, en los años siguientes las bandas comenzaron a pelearse entre sí provocando en 2008 que el gobierno aprobara una ley sobre cómo debían practicarse las artes marciales en el país. Después, en 2013, se sucedieron una serie de ataques que provocaron doce muertes que llevaron a Xanana Gusmão, el primer ministro de Timor Oriental, a emitir una resolución que ilegalizó los populares clubs donde se practica el pencak silat.

A pesar de la prohibición, las bandas continúan practicando el pencak silat, utilizándolo para cometer diferentes crímenes. Se calcula que hay entre 15 y 20 grupos que están involucrados en actos de violencia en los que se utilizan artes marciales y la mayoría de la gente que entrevisté dijo conocer a alguien metido en los grupos que practican pencak silat de una forma u otra.

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Ideas muy arraigadas acerca del género y la masculinidad, una tasa de desempleo juvenil del cuarenta por ciento y el hecho de que casi la mitad del país vive por debajo de la línea de pobreza, son factores que contribuyen a la violencia. La mayoría de los delincuentes son jóvenes y marginados. Y dado que casi la mitad de la población es menor de 18 años, el problema no parece fácil de resolver.

El aumento de suicidios entre los policías canadienses es alarmante

Por Allison Elkin

El pasado mes de julio, Ken Barker, miembro de la Policía Montada del Canadá, se quitó la vida. Barker había sufrido de trastorno por estrés postraumático (TSPT) después de atender una llamada de emergencia de un espeluznante asesinato en un autobús Greyhound en Manitoba, en el cual Vince Li apuñaló, mutiló y decapitó a Tim McLean, otro pasajero, para después comerse algunos de los restos de su víctima. Desde el pasado mes de abril, 16 policías canadienses que atienden emergencias se han suicidado; 13 de ellos en un periodo de diez semanas hasta el 17 de julio, alcanzando una cifra propia de una epidemia.

Aunque las estadísticas canadienses son difíciles de conseguir, un estudio publicado por investigadores de la Universidad Eastern Michigan afirma que hasta el 31 por ciento de los policías que atienden emergencias experimentan TEPS, un aumento importante en comparación con estudios previos que hablan de 19 por ciento. Norteamérica no es la única región luchando contra este problema. En 2006, un estudio de 262 policías holandeses averiguó que el 41 por ciento de ellos manifestaban síntomas de TEPS tras haber sido expuestos a algún evento traumático: tiroteos, un accidente de coche o una muerte violenta.

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"La gente no debería molestar ni burlarse de los policías que se atreven a hablar de sus experiencias traumáticas, como a veces ocurre", no contó Vince Savoia, fundador de la Tema Conter Memorial Trust, una organización sin ánimo de lucro dedicada a concienciar a las personas acerca del TEPS entre policías y militares encargados de atender emergencias; es una causa que le toca muy de cerca, pues en 1988 Savoia, entonces técnico de urgencias, atendió una llamada de emergencia de un terrible asesinato en el que una mujer de 25 años de edad (quien según él mismo afirma se parecía mucho a su prometida) había sido atada a una cama, amordazada, violada y apuñalada once veces.

Como muchos de quienes han trabajado atendiendo emergencias, Savoia no había recibido una preparación acerca de cómo manejar el TEPS; ni siquiera sabía lo que era. Dijo que el sistema debería mostrar más compasión y ser más eficiente, pues históricamente les ha fallado a aquellos que lo sufren. "La mayoría de los gobernantes se olvidan de brindar el apoyo necesario para quienes atienden emergencias. Hay muy poco dinero para el apoyo psicológico de estas personas", añadió.

En Medellín se subastan vírgenes

Por Grace Wyler

En los barrios bajos de Medellín, Colombia, las bandas callejeras están reclutando a niñas y chicas adolescentes (algunas de tan solo diez años de edad) y subastan su virginidad entre turistas adinerados en un mercado negro sexual que cada vez es más grande en esta ciudad.

Las chicas son atraídas por los líderes de estas bandas, quienes se acercan a ellas prometiéndoles ropa de diseño, comidas en restaurantes caros y otros lujos, de acuerdo con las investigaciones que dirigió un grupo colombiano de defensores de estas chicas. También es común que los líderes de las bandas les ofrezcan dinero a los familiares, para que éstos contribuyan a asegurarse de que las jóvenes permanecen vírgenes hasta cerrar el trato de la venta. Golpeadas por la pobreza y el miedo, las familias no tienen más opción que aceptar.

En una subasta normal, a los clientes se les muestra un catálogo de aproximadamente sesenta mujeres con precios que alcanzan los 2.600 dólares. Entonces los clientes reciben un código secreto que les permite el acceso a un sitio de internet. Cuando termina la subasta borran el sitio y destruyen los folletos. Una vez vendidas, casi todas las chicas continúan dedicándose a la prostitución.

Según informan organizaciones locales sin ánimo de lucro, las subastas han aumentado paralelamente al incremento del turismo en Medellín. Se trata de un efecto colateral perverso de la transformación de lo que era la fortaleza de Pablo Escobar en una metrópolis urbana. De acuerdo con un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen, el reciente incremento en el número de visitantes extranjeros en Medellín ha provocado un repunte en la economía ilegal de la ciudad y ha convertido este destino en una atracción para el turismo de sexo y drogas. Las redes de tráfico sexual han proliferado con el apoyo de operadores extranjeros de turismo sexual y está controlado por bandas callejeras locales que proporcionan mujeres sacadas de los barrios bajos de la ciudad.