Así funciona una librería online de orgasmos reales

Imagínate que trabajas en una agencia de publicidad y te pasan un briefing de un vibrador en forma de diamante. Te ha tocado trabajar en verano, con media oficina de vacaciones, y de pronto te ves con este juguetito en las manos, pensando en una idea con la que promocionarlo. De pronto se te ocurre una idea: demostrar que los orgasmos reales no son como en el cine ni el porno.

¿Cómo? Fácil: grabando el sonido de gente follando: Sus jadeos, su respiración, sus gemidos… y haciendo después una librería con esos orgasmos reales.

Esto es justamente lo que le sucedió a Susana Pérez y a su equipo de Proximity. Hablamos con ella sobre gritos malsonantes, sonidos de oveja de fondo y usuarios que acceden al archivo para masturbarse.

VICE: ¿Por qué os embarcasteis en la misión de hacer una librería de orgasmos?
Susana: Trabajando en un briefing sobre un vibrador de la marca Bijoux con forma de diamante, vimos que en la descripción del producto venía que el orgasmo estaba "100% garantizado". Empezamos a pensar en la idea de que que se acabaron ya los orgasmos fingidos y que sería la bomba crear un banco de sonidos de orgasmos reales para demostrar que el orgasmo femenino es mucho más plural que lo que nos transmite el porno.

Básicamente, probar que hay tantos orgasmos diferentes como mujeres y que los del cine para adultos o pelis románticas no se corresponden con la realidad.

¿Qué tipo de profesionales reclutasteis para recopilar gemidos de placer?
El equipo consistía en tres creativos pensando, un director creativo y un equipo de programadores, tanto de front como de back, cuatro programadores y dos personas de vídeo. De esos programadores, uno de ellos se especializó en el desarrollo de data art porque lo primero que pensamos es que si queríamos que se moviese en redes sociales tendríamos que hacer que fuese visualmente atractivo. De ahí nació la idea de generar un data art en movimiento que vistiese cada orgasmo.

El resultado visual es llamativo, con esos dibujitos y formas siguiendo el sonido.
Sí pero fue muy complejo hacerlo, ahí empezaron a surgir los problemas tecnológicos. La onda del sonido del orgasmo es compleja, los hay de muchos tipos. No todos tienen los picos que escuchamos en las pelis porno, ni son tan rítmicos, tuvimos que realizar un gran trabajo de programación para conseguir vestir de manera bonita cada orgasmo, fuera como fuera.

Los títulos de los orgasmos y los tags que ponen tampoco tienen desperdicio.
Por ejemplo THE NEIGHBOURS COMPLAIN y los tags #Amante #Explosivo #Juguete #Caliente #Sensual #Euforia #Descontrol #Impulso #Juego #Picante #Sola #Múltiple #Juguete #Clítoris #Impulsivo #Habitación #Amante #Explosivo #Erótico #Coche #Éxtasis #Improvisado #Éxtasis #Obsceno. También hay uno que es UN KIKI EN LA CAMA HOTELERA #Desconocido #Ruidoso #Dedo #Penetración #Pezones #Clítoris #PuntoG #Ano #Instintivo #Alivio #Habitación #Euforia #Improvisado #Relax.

¿Qué países aportan más orgasmos a la librería?
Se suben orgasmos desde todo el mundo. Después de España, el segundo lugar de procedencia es EEUU, quizá porque salió en el Show de Conan O'Brien y en el Huffington Post.

He visto que, antes de crear el banco de orgasmos, hicisteis otro experimento.
Sí, reunimos a 30 personas a las que les hicimos escuchar dos orgasmos. Uno de una peli porno y otro de una romántica (la de Cuando Harry encontró a Sally). Luego les preguntamos sobre lo que habían escuchado, cuál creían que era fingido o real, qué chica les daba más confianza, con cuál se tomarían una copa o a cuál contratarían.

Después de eso les enseñábamos las imágenes reales y les descubríamos que ambos eran ficticios y les hacíamos una entrevista en profundidad sobre la importancia de la ficción en nuestra educación sexual. Básicamente, los chicos querían creer que la que era de verdad era la porno, en general gustaba más y se irían con ella de marcha. Las chicas estaban más divididas.

¿Cómo conseguís registrar algo que surge en un espacio íntimo?

Los orgasmos son todos de gente anónima que de manera voluntaria los comparte. Ya hay más de 300 y se han escuchado casi 850.000 veces.

Hay dos vías para donar tu orgasmo a la librería. O bien te vas con tu portátil donde sea que vayas a tener tu orgasmos y lo grabas directamente en el site, dónde tienes tu botoncito de grabar. O, si no, grabas con el móvil una nota de audio y lo mandas y se cuelga después. Somos conscientes de que el esfuerzo que pedimos es grande. Es hacer público lo más íntimo: un orgasmo.

¿Barajasteis la opción de microfonar a los donantes mientras practicaban sexo?
No, pero sí pensamos en hacerlo a través de una app, para que pudiesen grabar directamente a través del micrófono del teléfono, como el Whatsapp. Pero era un desarrollo de mucha envergadura, por eso lo resolvimos con un site responsive con opción de grabación desde la propia web. Y, para facilitar un poco más la experiencia, con la opción de grabar una nota de audio con el móvil y enviarla a través de un formulario.

La tarea de supervisar esas grabaciones tiene que ser bastante divertida.
Bueno, hay que filtrarlas porque no podemos admitir palabras malsonantes, música (por tema de derechos)… Es un banco de sonidos y tiene que tener calidad, porque tiene licencia Creative Commons por si alguien quiere usar los sonidos para algo.

Básicamente se quedan fuera mira los que claramente son de coña, como tíos haciendo el ganso o uno muy divertido que era con sonido de patitos de goma. También alguno con mala calidad, no es fácil grabarlo limpio, supongo que la gente deja grabando y luego corta y edita. ¡En uno de los orgasmos rechazados se escucha de fondo una oveja!

¿Hay algún orgasmo que sea el más escuchado de todos?
En la librería puedes clasificar por los más vistos, los más populares o los más compartidos. Y también puedes cribar por duración. Hay uno ("Galáctico") que se ha escuchado casi 23.000 veces. No tengo ni idea de por qué es el más escuchado, porque yo creo que la gente se pone a navegar y a escuchar aleatoriamente.

Lo que sí es cierto es que en la agencia hemos estado más de un mes escuchando orgasmos a todo trapo y los hay silenciosos, gritones, pero muy pocos coinciden con la idea de orgasmo que tenemos en la cabeza. Así que quizá escuchar un orgasmo real excite más que una porno.

Sin quererlo, estáis reinventando el porno, un paso más allá de los vídeos amateur.
Lo que sucede es que la librería de orgasmos no es porno, es sexo real, y nuestra misión es más educacional, demostrar que el sexo es mucho más plural de lo que nos venden. Si la gente se masturba con nuestros orgasmos, podemos decir que estamos reeducando a la población.

Los orgasmos reales no son tan exagerados, ni tan rítmicos. Otra curiosidad —no de la librería sino del estudio que la acompaña— es que los hombres también fingen orgasmos. El 21% lo ha hecho alguna vez y el 8% siempre o casi siempre.