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Libros

Más allá de '50 sombras de Grey': ¿qué pasa con la literatura erótica actual?

Hay vida después de "50 sombras de Grey", el porno lo dejamos para internet, en los libros preferimos cosas más softs. Y los más jóvenes, sí, también leen.

Fotografía de Paolo Monti vía Wikimedia Commons

Hace unos años, muchísima gente paseaba por los transportes púbicos luciendo orgulloso la portada de 50 sombras de Grey. A nadie le cortaba presumir de que se estaba zampando un buen tocho de literatura erótica. En mi opinión, era de la peor calidad, pero de lo que no se puede dudar es de que ponía caliente a la gente.

Una historia de BDSM light, para todos los públicos, protagonizada por dos pijos de cuidado, que como se aburrían se meten en un rollo de dominación que realmente no era para tanto, no asustaba. Y menos después de ver la película que hicieron después.

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Sin embargo, Grey sí que sirvió para poner de moda otra vez la literatura erótica. Un género que había dejado de ser ése que se "lee con una mano" —como lo bautizó Berlanga— para pasar un poco al lado oscuro y convertirse en un sucedáneo de ese festín de pornografía/erotismo que se puede conseguir en Internet de manera virtual o real. Depende de los gustos de cada uno.

Con la saga de Grey, se volvió a recuperar el gusto por esa 'sonrisa vertical' que popularizó la editorial Tusquets hace tres décadas, en la que se descubrió la faceta erótica de premios Nobel como Cela y también nuevas maneras de practicar el sexo de la mano de Las edades de Lulú, de Almudena Grandes. Que luego también se convirtió en película gracias a otro gran amante del género erótico como fue Bigas Luna.

No hay que olvidar que entonces el país venía de estar en blanco y negro y de sexo costaba hablar.

Pero en la era post-Grey, es decir, desde 2011 cuando E. L. James reventó el mercado con su soft-porn/BDSM, aumentó el 10% las ventas de este tipo de libros físicos y hasta un 50% en el apartado digital. El calor volvió fuerte y se paró bastante el año pasado.

Consultamos datos de Amazon. Desde allí nos lo confirman: "Las ventas de este género en Amazon registran crecimientos superiores al 20% en 2015. Aunque siguen aumentando, crecieron menos que en 2014. El primer trimestre de este 2016 el género muestra síntomas de aceleración, superando los registros de ventas del año pasado", nos cuentan desde el departamento de prensa sobre el apartado de libros físicos.

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Los libros de la serie de 'Calendar Girl', una de las novedades destacadas de la literatura erótica actual según Amazon

Desde el portal también nos dan un dato, entre los 6.000 libros de erótica de los que disponen, destaca una novedad: Calendar Girl. Es top ventas, y, también, una saga. Su argumento es el siguiente: "Mia necesita dinero. Mucho dinero. Para ser exactos un millón de dólares. Y, además, tiene poco tiempo. La vida de su padre está en juego y ella solo tiene un año para saldar sus deudas. Para ello deberá aceptar un encargo que nunca antes habría imaginado… Durante todo un año, Mia acompañará a lo largo de un mes a un hombre distinto y así conocerá el lujo, diferentes estilos de vida, viajará por muchas ciudades, vivirá experiencias sexuales increíbles… Y hasta puede que conozca al hombre de su vida. Doce meses. Muchas vidas. Un solo amor".

Sin leerlo, solo por su presentación, suena a Grey y a cosa más romántica que sexual. Aunque mucho sexo seguro que hay.

¿Es que está bajando la temperatura y preferimos leer cosas más suaves? "Yo creo que la gente busca ahora más el erotismo y la relación amorosa que la pornografía, en ese sentido se ha vuelto a los 60-70, ahí tienes el ejemplo de Megan Maxwell, más cercana al romanticismo. Aunque en ocasiones sí hay pornografía, los que buscan cosas más duras tienen todo lo que quieran en Internet, lo que prima son las sensaciones y los sentimientos, escenas en las que haya cierto ambiente, que no todo sea directo. En nuestros días, alcanzar el amor tradicional es algo más difícil que el acceso físico o sexual a otra persona". Así nos los explica Miguel Ángel de Rus, escritor del género y también editor en Ediciones Irreverentes.

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En esta editorial cuentan con una colección exclusiva de literatura, que se llama Incontinentes, con autores entre los que se encuentra, por ejemplo, Rafael Vallejo, ministro de Cultura de Ecuador. Por eso son una buena fuente a la hora de preguntar por los nuevos gustos.

¿Qué tipo de sexo buscan los lectores de literatura erótica ahora? En definitiva: ¿qué es lo que pone a la gente?. "Pues, curiosamente, uno de los títulos más vendidos nuestros es Putas de fin de siglo, que recoge los distintos tipos de prostitución que se podían encontrar en el siglo XX. En cuanto a lo que me preguntas, la temática podía ser el vouyerismo, creo que vivimos en la etapa más vouyer de la historia de la Humanidad. También ha funcionado muy bien Memoria sexual de una estudiante, de Ángel Alcalde, sobre una americana que recorre España teniendo relaciones sexuales con todo el que se cruza y que aborda la promiscuidad femenina". Miguel Ángel también apunta al sexo a través de internet como un tema de actualidad.

Ya tenemos un poco centradas las temáticas, así que ahora vamos a ver quién consume este tipo de libros. "Generalmente, en literatura 'normal' las mujeres leen más que los hombres, pero con la erótica pasa lo contrario. Por nuestros datos de pedidos te diría que a través de la web lo que más entran son hombres entre 40 y 50 años. Pero hay un dato muy curioso, cuando vamos a ferias de libro, se acercan un montón de jóvenes, gente que se encuentra con el libro, le llama la atención la portada y pregunta, se interesa y, finalmente, acaba comprando. Es un público que no conoce la gran tradición de literatura erótica que hay, pero que se interesa por ella por sorpresa", nos aclara Miguel Ángel de Rus.

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Y, claro, también en este sector, afecta la piratería. "El título que te decía antes, Putas de fin de siglo, ha tenido 39.000 visitas en nuestra página, tanto a la ficha como a las primeras páginas. La gente busca por internet, investiga y luego se baja los libros piratas. A nosotros eso también nos está afectando mucho. Además, han desaparecido las estanterías de las grandes librerías dedicadas a este tipo de libros. Supongo que tiene que ver con el hecho de que a la gente le da vergüenza comprar este tipo de títulos".

Para terminar, le pregunto por un 'top 3'. Los españoles compramos de media cinco libros al año, así que si te animas, empieza por alguno de estos:

Historia de O, de Pauline Réage.

Memorias de una cantante alemana, de Wilhelmine Schroeder-Devrient.

Las amistades peligrosas, de Pierre Choderlos de Laclos.