El filósofo Ninomiya Kinjiro nació en una familia pobre del siglo XVIII en Japón. Como tenía que trabajar, no tenía tiempo de estudiar, así que leía sus libros mientras trabajaba, y se volvió un gran hombre. En su honor, se construyeron estatuas de bronce por todo el país en las que aparece leyendo y cargando leña. Estas esculturas están principalmente en las escuelas, pero cada vez hay menos. Por alguna razón, las autoridades japonesas creen que es peligroso leer y caminar al mismo tiempo.
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Fotografía: Inbe Kawori
Estilista: Sam Voulters__
Modelo: Anna Ryon__
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