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Cultură

Elige tu despido favorito

Seguramente has sufrido más de uno.

Es como Breaking bad, el Candy crush o las nuevas Ruffles con sabor a ketchup: seguramente alguien de tu entorno ha caído en sus tentáculos (si no lo has hecho tú ya). El despido se expande como una mancha de petróleo y palabras como ERE, SMAC o INEM fluyen con normalidad en nuestras cañas y las conversaciones de ascensor. También es una fuente de anécdotas rocambolescas. Hemos querido ordenar las formas más asombrosas de despido, basadas en hechos reales. Por requerimiento de los implicados, las empresas y trabajadores protagonistas se han mantenido en el anonimato.

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10. El despido en pareja 

Mala suerte en el amor, buena suerte en los negocios, dice el dicho. Para Diego C. y Aurora M. fue exactamente lo contrario: la pareja trabajaba en la misma oficina y sus jefes anunciaron que iban a despedir a uno de los dos, sin especificar a quién. Tras un mes de cábalas, optaron por la opción que ninguno esperaba: ambos a la calle.

9. El despido 'Gran hermano'

Una empresa de unos cincuenta empleados anuncia que va echar a la mitad. Llega el día, pero, para sorpresa de todos, no hay llamadas individuales al despacho del dire. Son reunidos y los salvados son enumerados con una lista como la del cole (pero que no está en orden alfabético). Según van siendo mencionados, deben abandonar la habitación, como en el programa de la Milá.

8. El despido vacacional

Paella, playa, tintos con Casera… y un ingreso jugoso y sospechoso en la cuenta. Fue un caso sonado dos veranos atrás: varios trabajadores de una universidad madrileña se enteraron de que les habían echado en el cajero, estando de vacaciones. Esto es: se les pasó su liquidación antes de hacerles saber su despido. Como empezar el menú por las natillas.

Eso de que te echen y meter las cosas en una cajita sólo pasa en las películas.

7. El falso despido

La empresa le comunica a Ana M. que prescinde de sus servicios. Mientras encaja el golpe, el representante de los trabajadores se ofrece para ayudarla, como una funeraria a la familia de un recién fallecido. Horas después, la llaman. Hay cambios: no está despedida. Rabia, fugaz alegría… Los sentimientos se mezclan igual que los colores en la bola de plastilina de un niño.

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6. El despido por SMS

Esta variante ha generado debate: ¿hasta dónde es moral el uso de la telefonía móvil, en estos casos? Los más tecnológicos dirán que son cosas de la evolución, los afectados posiblemente no piensen lo mismo. Como Julio B., que fue comunicado de su despido en plenas navidades, entre felicitaciones de Vodafone y de su madre, que aún no se maneja con el WhatsApp.

5. El despido silencioso

Carmen A. llega a su trabajo el lunes por la mañana y los tornos no leen su tarjeta. Rápido se entera de que es porque está despedida y la dirigen directamente al departamento de recursos humanos. Práctico, silencioso y muy jodido.

4. El despido clásico

Es viernes, te llama el jefe, comunica tu despido y puedes irte pero hasta dentro de 15 días no te dan de baja en la Seguridad Social. Es una modalidad clásica, cada vez en mayor desuso. Como con tantas otras cosas: lo que antes nos resultaba regulero, ahora hasta nos parece que no está tan mal.

3. El despido 'paintball'

Antonio P. toma un café de la nueva máquina de Nespresso de su curro, cuando en el tablón ve que el siguiente domingo hay una quedada de paintball. La cosa sale mal: se envalentona y da un salto imposible en un zanja. No sólo se rompe el brazo: al día siguiente le largan. Y el abogado frotándose las manos, claro.

2. El despido express 

El currante es llamado a primera hora, nada más llegar. De manera veloz, le comunican su fulminante despido y que no puede siquiera volver a su sitio, no vaya a ser que provoque una guerra nuclear con las claves de acceso.

1. Te despido pero no te vas

De película: se le dice a una plantilla que, por falta de beneficios, será despedida una semana después. Pero pasan las jornadas, la fecha anunciada y nadie firma nada, y los trabajadores siguen en sus puestos, en una confusa prórroga. Finalmente, los papeles llegan diez días más tarde de lo previsto. La situación es descrita por un afectado como ser Patrick Swayze en Ghost.

Nueva modalidad: el autodespido con vídeo bailando.