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El Tao de Terence

Los memes de Terence McKenna

La semana pasada, en "Más allá del 'existencialismo'", primera entrega de esta serie, expliqué cómo fue mi primer encuentro con Terence McKenna. Esta semana he elaborado una lista con mis 30 memes favoritos de Terence McKenna.

GIF por Daniel Stuckey

La semana pasada, en "Más allá del 'existencialismo'", primera entrega de esta serie, expliqué cómo fue mi primer encuentro con Terence McKenna. Esta semana he elaborado una lista con mis 30 memes favoritos de Terence McKenna. Terence definía el meme como “la unidad más pequeña en la que se puede dividir una idea sin que pierda coherencia” y afirmó ser muy consciente de crearlos durante sus charlas. En 1996 explicó:

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Un meme es a la ideología lo que un gen es a la biología… Madonna es un meme, el catolicismo es un meme, el marxismo también lo es, y también las sudaderas amarillas o las rastas con los colores del arcoíris. Atrévete a lanzar tu meme y comprueba si se reproduce, del mismo modo que los genes se reproducen, infectan y se mueven por el organismo de la sociedad. Creyendo como creo que la sociedad se fundamenta en una economía biológica, considero que estos memes son la clave de la evolución social [“Memes, drogas y comunidad”].

Arthur Schopenhauer (1788-1860) —quien, como McKenna, recalcó que la experiencia a través del cuerpo es la única fuente de conocimiento— escribió, en relación con su obra principal, El mundo como voluntad y representación (1818), que “cada parte se apoya en el todo del mismo modo que el todo se apoya en sí mismo. Ninguna parte es primera o última… el todo gana en claridad por cada parte que lo compone, y ni siquiera la menor de sus partes puede entenderse completamente sin haber entendido previamente el todo”. Esa es la misma impresión que, cada vez con más intensidad, tengo al leer la obra* de McKenna, y así es como concibo la lista, que logré, no sin gran esfuerzo, reducir a 30 memes, de los más de 100 que la componían inicialmente. He introducido enlaces a las referencias siempre que ha sido posible.

*Sus libros The Arcaic Revival (1992), El manjar de los dioses(1992), Alucinaciones reales(1993); los libros que escribió en colaboración con Dennis McKenna, The Invisible Landscape (1975) y Psilocybin: Magic Mushroom Grower’ Guide (1976); sus triálogos con Ralph Abraham y Rupert Sheldrake, publicados en formato libro bajo el título Caos, creatividad y conciencia cósmica (1992) y The Evolutionary Mind (1998); cientos de entrevistas y charlas desde principios de la década de 1980 hasta finales de la década de 1990; y ensayos sobre diversos temas, desde la ayahuasca al Manuscrito Voynich, pasando por Finnegans Wakey Valis, de Philip K. Dick.

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1. “Mi técnica, que también recomiendo, es la de no creer en nada. Cuando crees en algo, la posibilidad de creer en lo opuesto queda totalmente excluida” ["Under the Teaching Tree"].

No creer era un aspecto fundamental del pensamiento y el modo de vida de McKenna. “Para ser libre no tengo que creer en nada”, afirmaba. “De ese modo es posible controlarlo todo desde la mente” ["Bootstrapping Ourselves"]. Y: “Una vez le pregunté al hongo: ‘¿por qué yo? ¿Por qué me estás contando todo esto?’ Sin dudarlo, me respondió, ‘porque no crees en nada’.” McKenna llamaba “el hongo” a la voz con la que dialogaba tras haber ingerido hongos psilocibios. Hablaré sobre ello en la sexta entrega de esta serie.)

Parece ser que a menudo le preguntaban a McKenna si “realmente” creía en uno de los modelos de sus teorías. “La gente me pregunta si creo en la predicción de 2012”, dijo en una entrevista en 1996. “No creo en nada. Es importante para mi postura antiideológica no creer en nada.” Una última cita respecto a este malentendido:

Ha habido personas que no me entendían que me han acusado con vehemencia de no creer en nada. No creo en nada. Y no es una declaración de desesperanza existencial, una petición de que arrojen algo de luz en mi oscuro camino. Es una estrategia para evitar quedarme atascado en algún viaje raro. A fin de cuentas, ¿cuál es el fundamento de creer en todo? Es decir, hay que entender: somos monos. En una situación biológica en la que todo se ha desarrollado para favorecer la economía de la supervivencia (por supuesto, esto no es una filosofía). Por tanto, el creer constituye una reacción de curiosidad al presente inmediato. Pero no debe creerse, debe afrontarse, experimentarse y ejemplificarse ["Gathering Momentum for a Leap"].

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2. “Es preciso aproximarse con seriedad al concepto de que es nuestra responsabilidad comprender el universo, porque la única comprensión del universo que nos resultará útil será la nuestra”.

McKenna afirma lo anterior tras hacer la siguiente observación:

Una de las razones por las que defiendo los hongos y lo extraterrestre es para demostrar a la gente que se pueden ver las cosas de distinto modo. Y si eso es posible, ¿de cuántas formas distintas pueden verse las cosas? Intento conseguir que la gente deje de esperar al presidente para que les ilumine. Que deje de esperar a que la historia y la cadena de acontecimientos históricos se les revele con claridad ["Transhuman Encounters"].

3. La psilocibina es el único indol tetrafosforilado del planeta.

McKenna explica la importancia de este rasgo de la psilocibina, la sustancia psicodélica que se encuentra en la Stropharia cubensis y en otros hongos:

Cuando se encuentra una molécula útil en un sistema biológico, también se encontrará la misma molécula o pequeñas variantes en otros sistemas biológicos; metilado o no metilado… Están buscando vida extraterrestre con radiotelescopios, esperando una señal. De acuerdo. Otra forma de hacerlo sería buscar en el inventario biológico de este planeta algo que parezca no haberse desarrollado a partir de la evolución principal de los reinos animal y vegetal… No he visto a nadie tratar ese tema [Entrevista con James Kent].

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4. “El hongo me dijo una vez, ‘La búsqueda de un ser humano de otro semejante que le ilumine es comparable a un grano de arena en la playa en busca de otro que le ilumine’” ["Appreciating Imagination"].

5. “Parafraseando a J. B. S. Haldane: No solo puede que nuestra situación no sea más extraña de lo que suponemos, sino que puede ser más extraña de lo que podemos suponer” [Alucinaciones reales].

J. B. S. Haldane (1892-1964), genetista británico, escribió en Possible Worlds and Other Papers (1927): “Mi sospecha es que el universo no solo es más raro de lo que suponemos, sino que es más raro de lo que podemos suponer”. A menudo, McKenna parafraseaba esto, apuntando, como hizo en Alucinaciones reales, que la vida es más extraña que incluso lo más extraño que podamos suponer.

6. Un misterio no se convertirá en solución.

Todos los mitos de la ciencia, la religión y el chamanismo representan una polaridad entre el misterio del yo y el misterio de lo ajeno, y es preciso recordar que no debemos confundir un misterio con un problema no resuelto; por naturaleza, un misterio es misterioso y no se transformará en solución. No estamos familiarizados con ese tipo de cosas. Creemos que, cuando hay un misterio, habrá expertos de alguna especialidad que lo resolverán y realizarán un informe. Pero ese enfoque solo funciona para banalidades [The Archaic Revival].

7. Suficientemente real.

Como introducción a la voz distintiva de McKenna —definida como “un cruce entre George Bush y Roger Rabbit” por el San Francisco Chronicle— y a su amaneramiento, veámosle desarrollar esta idea, que obtuvo de Ludwig Wittgenstein (1889-1951), en el primer minuto y 20 segundos de este vídeo. Acaba con una historia sobre termitas:

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Me parece increíble… es decir, si conocieras a una termita sobre la que afirmaras que su objetivo en la vida es dar la forma perfecta al cosmos, pensarías que es un cometido algo cómico. Y aún así, qué diferentes somos que suponemos saber más que una sombra de la sombra de la verdad.

8. “Todas nuestras posturas previas aparecen ahora como absurdas. Pero la gente no saca la conclusión obvia: ello debe también significar que nuestra situación actual es absurda” ["The World Could Be Anything"].

9. “A medida que el universo envejecía, se volvía más complejo. Este hecho resulta tan obvio que nunca se ha rebatido, aunque, por otro lado, tampoco se ha aceptado como un principio general y fiable” ["Eros and the Eschaton"].

10. La complejidad es aceleración.

Hay una especie, la humana, que ha roto las limitaciones habituales de la naturaleza animal y ha creado un nuevo mundo, un mundo epigenético, es decir, uno no basado en ideas, símbolos, tecnologías, herramientas, en ideas descargadas de la imaginación del ser humano y concretadas en un espacio tridimensional, como puntas de flecha, aceleradores de partículas, secuenciadores genéticos, naves espaciales, lo que sea. Toda esta complejidad se produce a una velocidad cada vez mayor ["Eros and the Eschaton"].

11. La historia es la onda de choque de la escatología.

Mi idea es que, del amplio caudal de la evolución animal, una especie fue seleccionada o cayó víctima de —la terminología puede variar— la influencia de un elemento de atracción hacia la actividad simbólica. Eso es lo que hemos estado haciendo a través del canto, la magia, el teatro, la danza, la poesía, la religión, la ciencia, la política y cualquier búsqueda cognitiva, ocupando, a todos los efectos prácticos, menos de 25.000 años (un abrir y cerrar de ojos en la escala cósmica). Esta es la onda de choque que precede a la escatología. Es posible trazar una analogía con la superficie tranquila de un estanque. Si las aguas del estanque se agitan, significa que hay una forma proteica en movimiento bajo la superficie y a punto de hacerse visible. Es la aparición de la historia en la superficie de la naturaleza, un anticipo del surgimiento de la concrescencia o el objeto trascendental al final del tiempo [The Evolutionary Mind].

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12. Un plan de supervivencia en la mente del alma del mundo.

Cuando miro la historia humana, veo una acumulación de sentido de la urgencia mucho antes de que alguien empezara a preocuparse por el ecocidio o por la población. Es casi como si el alma del mundo fuera el elemento que desea vivir y, al percibir inestabilidad, intenta construirse un bote salvavidas a partir de protoplasma. De hecho, quizá el alma del mundo sea capaz de percibir la vida finita del sol y esté intentando construirse un bote salvavidas para viajar a otra estrella. ¿Cómo se supone que se debe viajar a otra estrella cuando el único material disponible es el protoplasma? Quizá costaría cincuenta millones de años, pero hay estrategias. Están relacionadas con los lenguajes genéticos y con el desarrollo de una criatura que aborda el asunto mediante la abstracción y el análisis y que en última instancia crea la tecnología. En todo este proceso intervienen enzimas. Es un plan de supervivencia en la mente del alma del mundo [Caos, creatividad y conciencia cósmica].

13. Un nacimiento parece algo antinatural.

Todo marcha sobre ruedas, desarrollándose tal como estaba planeado. El truco está en saber eso, de forma que uno pueda contribuir a ello, en lugar de quedarse paralizado por la angustia. Yo lo comparo con el nacimiento. Un nacimiento parece algo antinatural: una persona dividida, mucha sangre y vísceras. Uno diría que es la muerte, más que la vida. Pero de hecho, resulta un proceso completamente natural [The Archaic Revival].

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14. “Preocuparse es absurdo; no sabemos lo suficiente como para preocuparnos.”

A menudo McKenna citaba esta frase de Wei Boyang, escritor taoista chino del siglo II. Me parece una afirmación más acertada y reconfortante que mi concepto de la preocupación.

15. “La naturaleza no está muda, es el hombre el que está sordo” ["Opening the Doors of Creativity"].

Esta es la respuesta a la afirmación de Sartre de que “la naturaleza está muda”. “El legado del existencialismo y las filosofías que giran en torno a él es la creencia de que no existe ningún elemento de atracción, ninguna voluntad de conclusión”, afirma McKenna en Caos, creatividad y conciencia cósmica.

16. El coste de la cordura en esta sociedad conlleva cierto grado de enajenación.

La razón por la que nos sentimos alienados es porque la sociedad es infantil, banal y absurda. Por tanto, el coste de la cordura en esta sociedad conlleva cierto grado de enajenación. Abordo el tema porque soy padre y creo que todo aquel que tenga hijos llega a esa conclusión. ¿Qué será? ¿Un intelectual alienado y cínico? O un estúpido y boquiabierto consumidor de la mierda que le ofrecen desde arriba. Está claro que no hay muchas opciones. Todos queremos que nuestros hijos  estén bien adaptados; por desgracia, no hay nada a lo que debamos adaptarnos bien ["The World and Its Double," 2:25:28].

17. “Un secreto no es algo que no se ha contado. Es algo que no puede contarse” ["Under the Teaching Tree"].

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18. El cuerpo es el nexo del misterio de la vida.

Nadie sabe por qué puedo ordenar a mi mano que cierre el puño y que lo haga. Es decir, es la mente sobre la materia: quebranta todos los principios científicos que aparecen en los libros… El cuerpo es el nexo del misterio de la vida. Nuestra cultura nos saca de nuestro cuerpo y vende nuestra lealtad a los sistemas políticos, las religiones, a objetos y máquinas inanimados, etc. Lo que las sustancias psicodélicas nos están devolviendo es sentir la experiencia del cuerpo; por eso se denomina escape, porque es una forma de escapar de BO, de ir al centro comercial, de ver la televisión, de consumir contenidos basura… Es escapar de todo ello hacia la autenticidad del cuerpo ["Eros and the Eschaton"].

19. “No quiero subirme al barco de la ética budista porque el budismo afirma que el sufrimiento es inevitable, y ese no es un punto de vista muy psicodélico” [The Archaic Revival].

20. “Mi vida es un desastre. Mi mensaje es mi mensaje” [Una conversación entre Terence McKenna y Ram Dass].

En The Brotherhood of the Screaming Abyss (2012), Dennis McKenna amplió esta afirmación aportándole contexto:

Uno de los admiradores de Terence me contó una historia que revelaba la saludable perspectiva de Terence sobre su propia popularidad. Sucedió en una ocasión en la que apareció acompañado por Ram Dass, quien a su vez estaba muy involucrado en el culto gurú. Fue en la década de 1990, una época en la que Terence estaba lidiando con ciertos problemas personales. En su diálogo, Ram Dass le dijo, “Tu vida es tu mensaje”, una declaración muy típica de un gurú; Terence contestó, “Mi vida es un desastre. Mi mensaje es mi mensaje”.

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21. El tiempo es un fractal.

El tiempo es un fractal o tiene estructura fractal. Todos los momentos, meses y milenios tienen un patrón, el mismo patrón. Ese patrón constituye la estructura en la que los acontecimientos “se someten a la formalidad de suceder”, como decía Whitehead. El patrón se repite en cada nivel. Un romance, la caída de un imperio, la agonía de un protozoo, todo ocurre en el contexto de este patrón, que es siempre el mismo pero que cambia constantemente. Todos los acontecimientos son resonancias de otros acontecimientos en otras partes y otras medidas del tiempo ["I Understand Philip K. Dick"].

22. Hay confusión y material paranormal en la experiencia psicodélica.

Digo esto como persona cabal. Quiero seguir remarcándolo. No me sentaré en la misma mesa que los canalizadores y toda esa gente que tiene buenas noticias sobre la Atlántida y esas cosas… Pero en la experiencia psicodélica hay confusión, material paranormal. Es el único sitio donde los he encontrado ["A Stiff Dose of Psychedelics," 10:00].

23. Absolutamente nadie tiene el control.

La teoría de la conspiración es una especie de dibujo animado epistemológico sobre la realidad. ¿No es sencillo creer que las cosas están controladas por los Grey y que lo único que tenemos que hacer es venderles la suficiente cantidad de tejido fetal para solucionar nuestros problemas tecnológicos? ¿No resulta confortante creer que los judíos están detrás de todo, o el Partido Comunista, o la Iglesia Católica o los masones? Creo que la verdad del asunto es mucho más terrible, la verdad que no se atreve a manifestarse es que nadie tiene el control. Nadie. ¿No entiendes a Mónica? ¿No entiendes a Netanhyahu? La razón es porque nadie tiene el control ["Terence McKenna hablando sobre quién tiene el control"].

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24. Necesitamos diarios de exploradores.

Es demasiado pronto para la ciencia. Lo que necesitamos ahora son diarios de exploradores. Necesitamos muchos diarios de muchos exploradores para empezar a tantear el terreno [The Archaic Revival].

25. La empresa cultural es un esfuerzo por ponernos a nosotros mismos del revés.

Este está extraído de una de las primeras charlas de McKenna que vi. La charla, que tuvo lugar en 1995, se centraba en la teoría del simio fumado de McKenna —que se explica con detalle en El manjar de los dioses (1992)— pero con una tangente sobre internet que me pareció hermosa y conmovedora:

La forma en que internet disolverá fronteras al hacernos más transparentes entre nosotros. Puedo imaginar a un niño del futuro, todos llevamos a casa nuestros dibujos para colgarlos en la nevera y cosas así. En el futuro no las colgaremos en la nevera, sino en nuestro sitio web. Todo irá a parar a nuestro sitio web. Y para cuando tengamos 25 años, nuestro sitio web será del tamaño del Museo de Historia Natural. Y podrás pasearte por la web. Y como gesto íntimo, invitaremos a alguien a pasear por nuestra web. Porque ese eres tú, es tu imaginación. En cierta manera, a veces he dicho que la empresa cultural es un esfuerzo por ponernos a nosotros mismos del revés. Queremos poner el cuerpo en la imaginación y queremos que la imaginación sustituya las leyes de la física.

26. Los dos conceptos, droga y ordenadores, están migrando el uno hacia el otro [The Archaic Revival].

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En 1999, McKenna explicó:

Tanto los ordenadores como la droga son lo que yo llamo “disposiciones funcionales de la materia”. A medida que avanzamos hacia un nuevo siglo y desarrollamos nuevas capacidades nanotecnológicas, se hará más evidente que la diferencia entre las drogas y las máquinas es simplemente que estas últimos son demasiado grandes como para tragárselas. Pero los mejores especialistas están trabajando en ese problema ["Psychedelics in the Age of Intelligent Machines]".

27. Tenemos una relación simbiótica con un ser no material que llamamos lenguaje.

La nueva versión de la naturaleza no es como la materia o la energía, sino como la información, y esta está expresada en el ADN. Está expresada de forma epigenética en la cultura. Lo que está ocurriendo es que la información se sucedía en una plataforma primate, evolucionando según su propio esquema. De alguna forma, tenemos una relación simbiótica con un ser no material que llamamos lenguaje. Creemos que es nuestro y que lo controlamos. Pero no es así. Funciona y sucede por sí mismo. Comparte un sistema nervioso en el tiempo y evoluciona hacia sus propias conclusiones [The Evolutionary Mind].

28. El mundo está hecho de lenguaje.

El mundo no está lleno de quarks, paquetes de ondas electromagnéticas ni de los pensamientos de Dios. El mundo está hecho de lenguaje. El lenguaje se reproduce en el ADN que, en el auge evolutivo, crea sociedades de seres civilizados que poseen el lenguaje y máquinas que usan lenguajes. La Tierra es un lugar en el que el lenguaje ha cobrado vida. El lenguaje ha invertido materia, se está reproduciendo, definiendo, construyendo. Y está en nosotros [The Archaic Revival].

29. El mundo es una novela de la que somos personajes.

Y entonces la gente me pregunta, ¿el objetivo es escribir una novela sobre uno mismo? No lo creo. El objetivo es convertirse en el autor de la novela. De esa forma puedes escribir el final que te apetezca para tu personaje y para cualquier otro. Y ese ‘convertirse en el autor’ lo constituye esa distancia que aportan las sustancias psicodélicas. Y de repente pasas de ser una pieza del tablero a ser el que juega y observa el tablero desde arriba. Produce una sensación de poder ["The World and its Double," 1:16:30].

30. La vida carece de una dimensión que la muerte le proporciona.

Me gusta pensar que nuestro mapa del mundo está tan equivocado que allí donde hemos centrado la física deberíamos colocar la literatura como metáfora central a partir de la que queremos trabajar. Porque creo que la relación establecida entre la literatura y la vida es la misma que la que se produce entre la vida y la muerte, en el sentido de que un libro es como la vida despojada de una dimensión. Y la vida es algo que carece de una dimensión que la muerte le proporciona. Imagino que la muerte es una especie de liberación en la imaginación en el sentido de que, como personajes de un libro, lo que experimentamos es un grado inimaginable de libertad ["Philosophical Gadfly," 1:09:55].

La próxima semana compartiré una historia sobre la vida de McKenna, desde su infancia en Paonia, Colorado —donde, según cuenta, se te consideraba un intelectual simplemente por leer la revista Time— hasta sus viajes a Asia y el Amazonas como contrabandista de hachís, profesor de inglés y coleccionista de mariposas, pasando por la etapa en la que cultivaba hongos psilocibios, daba clases y escribía libros y su muerte en el año 2000, a la edad de 53, de una extraña clase de cáncer de cerebro.

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