FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Los ilustradores underground de Madrid están en peligro de desaparecer

La galería Watdafac de Madrid cierra definitivamente sus puertas con la exposición 'Poder Planetario', mientras ya trama un nuevo proyecto con sede en Finlandia para editar obras de artistas minoritarios imprescindibles.

En menos de cinco años la gente estará presumiendo de haber estado en alguna de las exposiciones de la galería Watdafac de Madrid, como sucede con todos los lugares emblemáticos que desaparecen en contra de su voluntad. Al igual que el CBGB's, donde ni en todos sus años de actividad acudió una milésima parte de los que juran haber visto allí a Bad Brains, ahora todo el mundo se inventará historias alocadas vividas durante su juventud en una sexta planta enorme con vistas a Gran Vía. Manuel Donada, la persona que creó ese espacio y que ahora lo entierra definitivamente, nos cuenta algunas anécdotas reales y la parte menos amable de mantener vivo un proyecto artístico como este. Poneos tranquilos, que hay fiesta de despedida con artistas crema ('Poder Planetario') y luz al final del túnel en forma de editorial.

Publicidad

VICE: "Nos despedimos, decimos adiós y atracamos el barco después de cuatro años de pura felicidad y duro trabajo". Suena triste, ¿no?

Manuel Donada:Me da un poco de pena, eh, pero hay que destruir para que florezcan cosas bonitas. Hay que sembrar y para eso hay que quemar la hierba vieja. Watdafac estaba hibernando pero ya se ha ido de las manos. El proyecto se me hizo bola porque era demasiado curro para una sola persona. Además, me dediqué a viajar sin rumbo ni espacio físico donde vivir y no podía hacerme cargo de un hijo tan exigente. Cuando estás dando tumbos durmiendo en sofás es imposible compaginarlo con algo así. Si no tengo ni donde dormir, ¿dónde voy a poner los cuadros? Si te soy sincero, me aburrí un poco y era un tubo de pérdida de pasta que me dejaba cocotimbo. Intentar hacer las cosas de otra manera significa dejarte los bolsillos secos.

Sin embargo, Watdafac tenía muy buena reputación en Madrid.

Sí pero la llevaba yo solo, sin ayuda económica ni subvención. Todo mi dinero lo dedicaba por y para mi proyecto,curraba y se iba todo en alimentar al monstruo. Me llevaba muchísimo tiempo, lo cual me hizo abandonar mi verdadero trabajo. Un pocolocurón. Una galería dedicada al cómic y a la ilustración está destinada a comerse los mocos. La gente cree que detrás de Watdafac había un grupo de personas, un colectivo que íbamos dando codazos por las calles y era un pobre hombre solo yendo a de aquí para allá como una rata. Pero me lo pasé en grande e hice lo que pude.

Publicidad

¿Cuál fue el problema? ¿No había demanda de arte alternativo y cómic?

En España, si alguien tiene algo de dinero extra, se lo gasta en salir, en viajar o en ir a comer. Watdafac era como Juvenalia. A todo el mundo le gustaba ir para llevarse cosas gratis y beberse la cerveza de dos en dos. En cuanto la Mahou se acababa me veía sentado en una silla solo. Todo el mundo desaparecía y nos quedábamos el equipo de producción recogiendo birras y colillas del suelo. De gente lerda que fumaba a escondidas dentro de la galería. Gente muy lista y respetuosa que se creía que esto era la GOA. Se comían la comida de la nevera, cotilleaban por los armarios…solo les faltaba ponerse mi ropa. Compraba muy poca gente.

A lo mejor, por ser un arte más punki, esperaban que colgaras las obras en un andamio y poder llevárselas gratis.

La cuestión para mí es poner precios razonables a las cosas y ganamos todos. Da igual el soporte, precios populares siempre. Pero en galerías y en salas de conciertos. Yo con la galería y siendo ilustrador siempre he tenido esa dualidad extraña. No sabía bien como equilibrar las cosas porque como galería era poco el porcentaje que me llevaba, era ridículo, pero como ilustrador me parecía demasiado. No sé, el arte se puede entender de muchas maneras. Para mí es practicar magia. La imaginación es un portal necesario para la especie humana, para evolucionar y no extinguirse. Alan Moore sabe de lo que dice. Y Thee Temple Ov Psychick Youth. Casi todos los que compraban en Watdafac eran de fuera de España, porque aquí en general prefieren gastarse 200 pavos saliendo por la noche. La gente venía a hacerse fotos y se iba.

Publicidad

Al menos tenías a unos oompa loompas que te ayudaban con las exposiciones.

Eso sí, ayuda de los colegas siempre he tenido. Mi equipo de producción era lo mejor de todo. Sin la ayuda de los gnomos no podría haber montando muchas expos a tiempo. Era juntarse una tarde, unas birras y a clavar entre temas de iTunes. Un poquito de pelea, gritos, abrazos, risas y bailes, siempre a contrarreloj. Era casi ya como un ritual, luego la inauguración molaba pero lo que no sabía nadie es que el día antes estábamos haciendo castellets entre nosotros y malabares con marcos y clavos. Todo muy mágico, la chispa de la vida. También tenia gente leal que se interesaba mucho por lo que traía y demás. Eso me daba la vida.

Pero, aún así, echaste la persiana y te fuiste de la ciudad.

Es que hacer cosas en Madrid es duro. Es una ciudad que nunca sé por dónde va a salir, nunca le pillé el truco. Otra cosa que esta siempre presente en Madrid es la cultura de "si no puedo o no es mío, lo voy a destruir". Quejarse porque sí es un deporte ganador aquí. No sé yo no me creo nada. Muchos años atrás decidí que, en vez de quejarnos porque nunca pasaba nada en Madrid, era mejor hacerlo tu mismo. Recuerdo de adolescente estar todo el día llorando porque los grupos solo iban a Barna, hasta que tome la decisión de hacerlo yo. ¿Que no vienen? Pues yo los traigo. Y ahí me inicié en el noble arte de perder dinero.

¿Qué tipo de galerías de arte son rentables en Madrid?

Publicidad

Las galerías con olor a naftalina, pochas, de artistas aburridos y reciclados, que van a grandes ferias de arte y venden la moto. Yo entro en esas galerías y me dan ganas de preguntar "perdona, ¿quién se ha muerto aquí?". No quiero ofender a nadie pero las cosas que me proponía la gente para exponer, a veces me daba mucha pena. Otras me hacia reír y no sabía dónde meterme ni cómo ser cordial. Madrid es una ciudad muy de dinosaurios que no arriesgan, se conforman con lo reciclado y lo que ya arrastramos desde la mierda de La Movida. Menuda pantomima. Otra cosa que suele pasar es que cuando matas un proyecto la gente empieza a echarlo de menos, cuando ya es demasiado tarde. Eso o viene otro con pasta, hace lo mismo y todos dan saltos de alegría. Me siento como Pipín, el perro del anuncio aquel que hacía su maleta y se iba triste, derrotado. Por eso me fui a Finlandia. Y porque no podía subir más, que si no me planto en un iglú.

Después de estos años viajando, ¿te has reconciliado con la ciudad?

Llegué a odiarla y a toda la gente aquí metida, sin excepción. Vomitaba fuego cada vez que hablaba de Madrid. Puta ciudad guarra de asfalto y suciedad. Antes era una ciudad gris, un gran bar, un vaso de gin tonic… pero ahora, no sé, camino por la calle y siento las caricias del oso y su madroño. Ahora ves a cantidad de gente haciendo cosas, que me gusten o no ya es otra historia, pero se hacen y eso me pone contento. Pero tenemos que tener cuidado que de repente Madrid es un festival constante de música, casi siempre aburrida. ¿Cuántos festivales hay ahora? Veo carteles por la calle y flipo. Hay uno cada nanosegundo. Miro los grupos y me siento mayor. ¡No conozco a nadie!

Publicidad

Cuando se hable de Watdafac como hablan ahora de La Movida, ¿qué batallitas contarán?

Ha sido un buen nido de anécdotas y aventuras. La expo de Nano fue épica. En cuestión de segundos se convirtió en una fiesta clandestina. Menores bebiendo Sailor Jerry, gente por los cuartos metidos en las camas, los cuadros se caían… Creo que esa noche eclipsamos a Veldemingómez con todas las sustancias. Menudo estrés. La gente se pone muy tonta a veces y me entra un repeluco que entro en cólera. Eché a todo el mundo,pero cuando echaba a gente entraba más empujando la puerta. Se quedaron todos en el portal haciendo el gran botellón, los vecinos llamando,estaba solo y no podía lidiar con todo a la vez. Fue la única expo en la que vendimos casi todo. En Galicia hay muy buena mierda. Nano, Fojo, Magán… Fojo es quizá uno de los mejores ilustradores del planeta. Os sienta bien chupar la cáscara de los percebes a los gallegos.

¿Y qué eso de (THE ORDER OV) THE HOBOHAWK? ¿Las segunda parte de Watdafac? ¿Watdafac Returns?

No, simplemente nos hemos cambiado de ropa y hemos actualizado el barco. Ahora vamos en yate. Con el nuevo proyecto vamos a enfocar gran parte de nuestra energía (y dinero) en sacar libros y cosas parecidas. Se va a convertir en una editorial más que en una galería de arte. Antes también editaba cosas pero estaba en un segundo plano. Ahora es al revés. Sacar libros es fascinante y no necesito espacio físico, que es importante. Así que es lo mismo pero no es igual. Tengo muchas ganas, la espera se me está haciendo eterna. Es español, pero con truco porque la editorial en realidad es de Finlandia, somos yo y un colega que vive allí. Las oficinas y base de operaciones se abrirán allí y nosotros estamos dados de alta en Helsinki. Las ayudas y el ritmo allí es diferente.

¿Qué será lo primero que editéis?

El libro sobre el colectivo Noviciado 9. Un repaso a los nueve años de historia, con fotos, anécdotas, textos, entrevistas, etc. También un libro de una chica de Helsinki que se llama Inka Järvinen y es todo muy geométrico, texturas, muy minimal pero con clase, muy nórdico. Otro de bocetos de Berto Fojo, como no, y un libro que estoy escribiendo pero me llevará tiempo porque tengo un cacao maravillao que no sé ni por dónde cogerlo. Trescientos libros de notas que no entiendo ni yo. Es arriesgado pero puede funcionar y va a funcionar. Ante la adversidad, soluciones.