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Noisey

Buscando respuestas entre las ruinas. Entrevistamos a MBD

No creo que yo haga sea el tipo de música susceptible de ser disfrutada en directo. Me parece algo mucho más introspectivo.

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Me topé a Gabriel Mártov por primera vez a corazones de Instagram. Tiene un perfil bonico de realismo sucio. Una cuenta en blanco y negro bien de saturada, como parodia del peor Jarmusch: el de los encuadres simétricos y los restos de comida fría que funciona todo perfect junto a las estaciones vacías de VodafoneMadrid.

Un par de semanas después sacaba el EP L'Homme Historique en Hollow Out, el sello que se ha ganado mi corazón en 2015 por la ecuación ganadora con la despeja una X entre formalismo y frescura en cada muestra de catálogo. Me llegaba el EP de Gabriel con una nota neomarxista explicativa que podría ser la cartela de cualquier instalación en una feria de arte joven.

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Hay un arraigo generacional palpable tras el minimalismo, la descarga libre, la temática política poética o cinéfila, las referencias compartidas en red o los samples a una pseudocultura universitaria que aprende a base de pasarse vídeos de YouTube en chats privados. Una generación que empieza a proyectarse artísticamente en sonidos sin pretensiones ni idolatrías, sin la necesidad de escenas o directos, una música como medio experimental y no fin. De todo esto charlamos a continuación:

NOISEY: Cuando escuché el EP por primera vez sentí un trabajo que nacía prácticamente quemado, un abanico de posibilidades esbozadas sin explotar. Un EP que podría ser sólo de citas, pasajes o principios, algo a lo que estamos más acostumbrados en literatura. Luego me comentaste que llevabas tiempo sin producir y no pensabas sacar nada más. ¿Se trata de un proyecto verdaderamente finalizado?

MBD: La verdad es que en tu pregunta has definido muy bien cuál es la naturaleza y la situación del EP diciendo que ha nacido casi muerto. En realidad, la práctica totalidad de la música, a excepción del segundo tema, estaba hecha entre 2012 y 2013, y ocurre lo mismo con la letra de "Le Silence", que escribí con 17 años (ahora tengo 21); sólo quedaba ponerse, pulir el sonido (ahí mi colega Javi -One Path- tiene todo el mérito) y grabar las voces que colaboran y completan algunas de las piezas, y también esto llevó su tiempo por mi nula profesionalidad. Por lo tanto, es totalmente acertado decir también que es una catarsis: necesitaba desprenderme o liberarme de este álbum, deshacerme de él, porque empezaba a ser una rémora de una época que ya había dejado atrás: el final de mi adolescencia.

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No obstante, si finalmente decidí sacarlo es porque le puede ser útil o interesante a alguien, aunque ya esté caduco para mí mismo y a pesar de que no volvería a hacer, a día de hoy, nada parecido.

Foto: Pedro J. Barbáchano. Imagen vía.

El gusto por la dialéctica y la ruina, Tarkovski por medio, un poema de corte obrero materialista, las fotos que remiten distintas vanguardias históricas (del readymade a herir el medio a lo Fontana) coméntame un poco las colabos tan interesantes que has tenido y como ha sido el proceso de curro. Antes decía que yo no encontraba una lógica más allá de la discursiva o la organicidad de los cortes en el Ep, ¿cómo lo ves tú?

Desde mi punto de vista no hay que buscar la lógica interna del EP desde criterios empiristas. Su unicidad, no se expresa, en primera instancia, por el sonido. Como dices, esta lógica interna empieza en lo ideológico, desde el mismo concepto del EP hasta la estética de portada y fotos (S/O para Pedro J.) pasando por todas las letras, que creo comparten un espíritu común, pero no se agota ahí; porque la organicidad del disco no tiene porqué implicar una homogeneidad sonora.

Quien pretenda ver el EP como una panorámica estática no lo va a entender, hay que concebirlo más bien como una serie de fotos del mismo objeto -un sujeto, paradójicamente- en momentos sucesivos), al decir que "se ponen sobre la mesa las contradicciones históricas a través de la contraposición de las canciones de un sonido más espiritual y oxigenado de la primera mitad del trabajo y las que aparecen más oscuras y agresivas".

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Esto se ve, por ejemplo, en el uso de los samples de instrumentos de cuerda a lo largo del álbum. Al principio dan pie a un sonido más orgánico, más natural, más luminoso. A partir de L'homme révolté (en la que también hay un sample de cuerda) el sonido se va haciendo un poco más oscuro y laberíntico. Creo que Le Silence consigue cerrar bien este círculo, con otro sample de cuerda mucho más creepy, que parece representar un desgarro, un grito desesperado o el sonido de unas uñas arañando una pizarra. Que el sonido se vaya haciendo más agresivo (tanto que empezamos con post-punk casi meloso y terminamos con rap estricto) implica que la contradicción que da lugar al EP (un abismo entre el sujeto y el mundo del que participa, abismo que quiere ser superado) se agudiza, pero no llega a resolverse. El disco acaba con una frase a este respecto: "al final del túnel sigue sin haber luz". Es más, como podrá observarse, en la portada aparece un segundo subtítulo que reza: "Acto primero: aufheben". Es decir, que, en principio, había proyectado una segunda parte (Acto segundo: umwälzung) que viniera a superar esta contradicción irresoluta.

Foto: Pedro J. Barbáchano. Imagen vía.

¿Por qué Hollow Out? De One Path a Somos La Herencia entre el post punk, el ambient y el trap, parece que no hay barreras apenas entre géneros y la música española se encuentra en un claro momento de expansión ¿Cómo lo ves?

El EP sale por Hollow Out (HO) porque, más que un sello, es un grupo de afinidad. Yo soy amateur por vocación, la música ha sido siempre un hobby y jamás me habría metido a buscar cobijo a mi música por pretensiones profesionales. Pero ocurre que, a través de la música, hace ya bastantes años, conocí a una serie de personas con las que tengo una relación que trasciende. Todos los que han colaborado en el EP (los ex-Infinitumers, los de Somos la Herencia, A. Zoby, Pedro J. Barbáchano) son amigos míos, gente con la que quedo más para tomar cervezas que para hacer música. Y en ese entorno se dieron las condiciones para que los más avezados (One Path al frente, que es el más dedicado a la música) crearan esta plataforma, HO. Yo lo agradezco, porque me da la infraestructura necesaria para no abandonar el trabajo a medias. Sin los empujones de Javi el disco no habría salido nunca, probablemente. Por lo mismo, el trabajo ha sido muy natural y sencillo. La letra del tema con Somos la Herencia también llevaba hecha algunos años; Gonso (el vocalista del grupo) sólo tuvo que reformarla un poco para que cuadrara con el nuevo concepto del disco. A Zoby le conté la idea del tema en el que quería que participara y a la mañana siguiente me pasó un audio de whatsapp con el borrador de la letra, y era tan bueno que después no hubo que cambiar nada. Con Javi y Gerard lo mismo, bastó un día en casa del primero para perfilar en lo básico las instrumentales, grabar mis rapeos, idear espontáneamente sus coros en Le Silence y sacarnos de la manga un clip más que solvente (S/O para Gerard).

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Por otro lado, la música en el Estado español, efectivamente, está en un momento bastante interesante. Quizá algún día me anime a escribir sobre ello. En esencia, se está produciendo un desgarramiento del discurso que hasta ahora era operativo (el de la cultura de la transición), sólo que las opciones políticas oportunistas no están sabiendo (no pueden) generar un discurso alternativo potente (la participación en el circo electoral no revela una confianza renovada en las instituciones de la burguesía), y se empiezan a desbordar algunas iniciativas espontáneas de los desposeídos que las clases medias no pueden ya censurar con el silencio. Es la peor pesadilla de Gasset, las humildes y sencillas masas imponiendo sus criterios de consumo cultural a las respetabilísimas clases medias ilustradas. Sin embargo, al mismo tiempo, se empiezan a vislumbrar también algunas tentativas artísticas de vanguardia, pero me temo que este proceso va necesariamente mucho más lento.

Definir como desposeídos a una clase social como la nuestra me parece excesivamente romántico, pero suponiendo que seamos en términos burgueses y liberales un target. ¿Te ves haciendo directos?

No creo que yo haga el tipo de música susceptible de ser disfrutada en directo. Me parece algo mucho más introspectivo, algo que oirías para pensar, para estudiar, para llorar o después de drogarte para olvidar tu mierda de vida.

No es la clase de producto que vas a escuchar en directo, precisamente porque no creo que sea un producto, una mercancía. De ahí, también, que se pueda descargar libremente. Por lo mismo, el target de este tipo de música creo que es esa gente inmersa en tentativas vanguardistas.

En el fondo, diría que mi EP representa la extrema izquierda de una generación ("cuidao con los chavales del 90 y pico", decía Markés) que, ahora mismo, está buscando respuestas entre las ruinas y la ausencia de certezas perdurables que gobiernan nuestro mundo.

HJ Darger es mamá de Visual 404. Puedes seguirla en twitter.