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Como seres humanos que sienten, Kate y yo teníamos visiones muy claras sobre lo que era una violación. Pero cuando formó parte de nuestras vidas, huimos de ellas por miedo. Las enterramos bajo dudas y las cubrimos con amor, y no fuimos las únicas en hacerlo. Una encuesta llevada a cabo en el Massachusetts Institute of Technology reveló que, mientras que el 17 por ciento de las estudiantes habían sido violadas por definición (lo que denominaron "comportamientos sexuales no deseados"), solo el 11 por ciento lo admitió cuando se les preguntó directamente si habían sido violadas. Al margen de que esta separación entre hecho y definición de violación sea producto de una incertidumbre cultural o de que la víctima simplemente no desea verlo así, lo más importante es que está ocurriendo y que los que se ven involucrados no lo están reconociendo como lo que es. Al menos no en el momento en que ocurre.Para muchas víctimas es más fácil pensar en su experiencia como una especie de "violación light" que tener que lidiar con lo que significa estar enamorada de tu violador. Es más fácil invalidar tu propia experiencia que aceptarla.
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