¿Mienten los huelguistas de la Fnac?

Este miércoles pasado fue el día de San Jorge y en Cataluña lo celebran a lo grande. Allí lo llaman Sant Jordi y los tipos regalan flores a las tipas que supuestamente aman y en respuesta las hembras regalan un libro a su pareja, a quien supuestamente también quieren. Esta norma no siempre es así por lo que podemos encontrar hijos regalando rosas a sus madres o amigos que se regalan libros entre ellos, en fin, ya me entendéis.

El caso es que en la celebración de este pasado miércoles hubo un pequeño revuelo en las redes sociales y en los medios a cerca de una huelga convocada por la CGT de la Fnac del centro de Barcelona que también animaba a los escritores a no participar en las sesiones de firmas de libros que ofrecía la cadena de distribución de cultura y tecnología. El 100% de los escritores secundaron la huelga y dejaron los tenderetes de firmas completamente vacíos.

La huelga ha sido cubierta por la gran mayoría de medios pero lo que más me ha sorprendido ha sido algunas voces divergentes que tildan a esta convocatoria de fracaso absoluto y acusan a la CGT de mentirosa, como este tipo. Menudo valiente.

Si bien es cierto que muchos de los puntos de los que se queja la CGT forman parte del convenio colectivo de las grandes superficies comerciales (por lo tanto, están dentro de la legalidad) esto no quita que las condiciones de los trabajadores sean absolutamente lamentables y precarias, como disponer solamente de5 fines de semana libres al año; ofrecer un salario base "bruto" para una jornada completa de menos de 900 € (actualmente congelado hasta 2016); trabajar en jornadas muy irregulares y no cobrar el plus de domingos y festivos.

Contacté con los miembros de la Sección Sindical de UGT en la Fnac para verificar los datos de la CGT y me comentaron que aparte de estas medidas legales había otras condiciones de trabajo que eran únicamente responsabilidad de la empresa, “como tener una gran mayoría de contratos a tiempo parcial con salarios netos que van de 500 € a 700 € al mes de media”. Debemos tener en cuenta que los contratos a jornada completa solamente los tienen los directivos y los jefes de departamento.

La empresa sigue ganando puntos cuando me entero de que en los dos últimos años han habido cerca de 200 despidos legales tramitados a partir de falsas acusaciones de “bajada de rendimiento”, cuando precisamente los trabajadores acusan a la empresa de sentirse bajo presión al tener que mantener unos objetivos que, en muchos casos, han originado numerosos cuadros de ansiedad y agotamiento psicológico. Esta situación ha llevado a muchos trabajadores a abandonar “voluntariamente” la empresa. De hecho, según Ferran Moltó de la CGT de Cataluña, estaúltima semana se han marchado 15 trabajadores de la plantilla de la Fnac del centro de Barcelona. Estas presiones fueron denunciadas por la UGT en la Inspección de Trabajo el pasado mes de diciembre, obligando, por ejemplo, “a retirar unos humillantes rankings de los trabajadores que hacían más y menos socios [el club de socios de la compañía, con descuentos y otras movidas], y que se publicaban en los tablones para que los viera todo el mundo”, según la UGT.

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En cuanto a la huelga del pasado 23 de abril, el artículo antes mencionado citaba que únicamente asistieron 5 trabajadores de la Fnac y que la gran mayoría de los allí presentes eran miembros de la CGT de otros sectores. Sin embargo un comunicado oficial de la propia Fnac apunta que un 11% de la plantilla de esa sucursal (que es de unos 170 trabajadores) siguió la convocatoria. Aparte de los trabajadores, CGT nos confirma que muchos de los huelguistas no hicieron acto de presencia y que muchos de los allí presentes eran extrabajadores de la empresa francesa.

La movilización llegó a otras Fnac de Barcelona donde varios escritores también se negaron a firmar y donde, según fuentes de la CGT de Catalunya, la facturación también disminuyó considerablemente.En Madrid algunos autores tampoco participaron en las sesiones de firmas organizadas por la empresa.

¿Qué sentido tiene criticar este tipo de acciones cuando lo único que se pretende es mejorar las condiciones laborales de todos los trabajadores españoles? Joder, por eso incluso vale la pena perderse la firma de Vila-Matas.