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Cuando tu novia es prostituta

Llevan 18 meses juntos y se conocen desde hace tres años y durante todo ese tiempo ella ha estado trabajando como prostituta independiente.

Hace poco un conocido me dijo que si alguna vez me gustaba alguien de verdad, no debería decirle de qué trabajo. Completamente preocupado por mi futuro sentimental, está convencido de que si otra persona sabe que soy prostituta y conoce el número exacto de humanos con los que he follado, será incapaz de querer estar conmigo en una relación. Según su, a mi entender, limitada mentalidad, pretender que siga siendo prostituta mientras tengo pareja es una locura. Conozco prostitutas en matrimonios largos y otras con parejas estables, pero me pregunto si las suposiciones de mi colega son fundamentadas y es verdad que mi vida amorosa está condenada si continúo siendo prostituta. Por esa razón decidí hablar con alguien que conoce de primera mano qué significa tener una novia que folla con otras personas a cambio de dinero.

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Llevan 18 meses juntos y se conocen desde hace tres años. Durante todo ese tiempo ella estuvo trabajando como prostituta independiente y al igual que muchas prostitutas, elige esta profesión porque le aporta mejores condiciones que el resto de opciones. Como cualquier persona que trabaja, tiene días estupendos, normales y malos. Si alguien le pregunta a qué se dedica dirá que es empleada de una empresa de seguros. Pero alguna vez ha compartido su secreto con su entorno más cercano porque estaba segura de que la aceptarían y hasta se ganó un "enhorabuena" por montárselo mejor que muchos. Entre ellos su pareja actual, que siempre lo supo y en todo momento le pareció una buena opción laboral. Admite que es probable que todo fuera distinto si su novia hubiera empezado a ser trabajadora sexual ya estando juntos y en una relación monógama. "Creo que sería duro imaginar a mi novia con otras personas si partiéramos de la exclusividad sexual. De pronto la relación se abriría, solo por su parte y tendría distintas parejas con mucha frecuencia. Quizá hubiera aprendido a aceptarlo o quizá no". Empezaron tonteando y sin pretender construir algo serio. El tiempo y la cercanía forjó una relación parcialmente abierta en la que ambos trabajan para que sea lo más sana posible.

Quizá se enamora de alguno de sus compañeros de clase a los que ve cada día y con quien tiene miles de cosas en común. El roce hace el cariño, sí, pero no únicamente el roce genital

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"Decimos que es parcialmente abierta porque no tenemos todas las respuestas sobre cual es el mejor modelo de relación. Nos queremos y ninguno quiere limitar al otro. Eso no significa que sea todo idílico". Hasta las personas más estables del planeta pueden encontrarse cargando una pequeña mochila de miedos e inseguridades. Teniendo en cuenta que prácticamente no recibimos educación para gestionar nuestras emociones, es normal aprender lo que uno quiere y lo que no sobre la marcha. Entonces surge en la conversación el componente principal que hace parecer imposible este tipo de relaciones: la gestión de los celos. "Sé que los encuentros con sus clientes no suponen descuidar nuestra relación, son solo una parte más de su vida. No voy a negar que pueda provocarme un poco de angustia imaginarme como folla y disfruta con otra gente, esto es algo que a ella también le pasa cuando tengo relaciones fuera de la pareja. Acepto su trabajo y estoy orgulloso de que ella pueda tener la vida que desea".

Comprende que la prostitución es un trabajo pero también entiende que puede existir algún componente afectivo entre su novia y sus clientes. Me interesa saber si tiene miedo de que se enamore de otro en una cita, no duda en recordarme que esto es una posibilidad con la que tienen que lidiar todas las parejas del mundo. "Quizá se enamora de alguno de sus compañeros de clase a los que ve cada día y con quien tiene miles de cosas en común. El roce hace el cariño, sí, pero no únicamente el roce genital".

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Llegaron a decirme que no podía usar las toallas de casa por miedo de que les contagiara enfermedades e incluso me preguntaron si yo era su chulo

Cuando le pregunto si su familia y amistades saben a qué se dedica su pareja, hace caras raras. "Después de un año de relación decidí contarle a mi familia, la conversación fue bastante traumática. Todos los prejuicios más recurrentes sobre la prostitución estaban ese día en la boca de mis padres. Que si las prostitutas son personas sin honor, que destrozan familias o tienen vidas indignas. Llegaron a decirme que no podía usar las toallas de casa por miedo de que les contagiara enfermedades e incluso me preguntaron si yo era su chulo. Ambos me repetían que una prostituta no era la mejor opción de pareja, que me merecía algo mejor". Parece que a los ojos del mundo ser prostituta te descalifica como una buena novia, tal vez por aquella loca idea en la que si una mujer folla con muchos hombres sin planes de matrimonio ya no vale, de pronto es una mercancía usada, un sujeto de segunda categoría. "Con mis amistades suelo hablarlo abiertamente y la mayoría me dicen que ellos no podrían. Les genera rechazo pensar que se encontrarían chupones en el cuerpo de su novia hechos por otros hombres o condones usados en la basura al llegar a casa". Leí que el promedio de parejas sexuales socialmente aceptadas está entre 8 y 12. No quiero hablar por todas las prostitutas pero, ¿eso quiere decir que estamos descalificadas para formar vínculos afectivos con alguien que nos respete? Porque al menos yo me he pasado de esa cifra, y bastante.

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Es muy cansino que por su elección laboral tenga que justificar por qué la quiero o por qué es mi novia. Esto nunca pasaría si ella fuera camarera

La salud y el temor de que tu novia prostituta te pegue el sida o la lepra también es una preocupación muy habitual. "Tenemos sexo seguro fuera de la pareja, ella es muy cuidadosa y sus clientes son personas serias y educadas. Cualquiera de los dos puede tener un accidente y contagiar al otro, lo aceptamos y procuramos disminuir el riesgo tanto como esté en nuestras manos". Pensar que por ser prostituta eres un foco de infecciones es parte del estigma y dice mucho de cómo la sociedad nos ve a nosotras y a nuestros clientes. Seguramente las trabajadoras sexuales somos quienes más nos preocupamos por la educación sexual y nos hacemos pruebas más a menudo que el resto de la población. Además del factor obvio de que trabajamos con nuestros genitales, es una cuestión de respeto y amor propio.

Entonces, ¿cuáles son realmente las implicaciones negativas de que tu pareja sea prostituta? "Lo más duro de que tu novia sea una prostituta es el estigma y la falta de aceptación. El miedo de que se entere una persona que no lo entienda y esto te cierre puertas o rompa relaciones. La situación con mis padres se ha calmado pero vivo con una constante desaprobación por su parte, incluso decepción. Es muy cansino que por su elección laboral tenga que justificar por qué la quiero o por qué es mi novia. Esto nunca pasaría si ella fuera camarera".

*Los nombres se han omitido para respetar la privacidad de la pareja.

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