FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

Objetivo: trolear a cazadores y taurinos en Facebook

Un grupo de usuarios se alía para denunciar sistemáticamente todas las fotos de caza y tauromaquia... y ellos contraatacan.

Imagen vía Facebook

El mundo real tiene poco que ver con lo que muestra tu muro de Facebook. Mientras tus conocidos debaten sobre el cartel del Primavera Sound o se tiran el rollo aparentando ser sesudos analistas políticos, hay todo un universo ahí fuera. Una inmensa comunidad de usuarios de la red social más popular del planeta que vuelcan en ella inquietudes que tienen muy poco que ver con las de tu endogámico grupo de amigos: vídeos de dance electrolatino, fotos de coches tuneados, debates sobre Gran Hermano VIP y chistes de catalanes. Admitámoslo: eso es España. Y de hecho, representa la idiosincrasia de sus gentes de manera mucho más fiel que tú y los tuyos.

Publicidad

Entre todas esas actitudes y gustos ibéricos más o menos respetables, el premio a la más rancia españolidad se lo llevan las páginas dedicadas a ensalzar el placer de abatir a tiros a un animal salvaje o el noble arte de torturarlo en una plaza pública. Páginas en las que, a menudo, sus miembros posan orgullosos armados hasta los dientes junto a cadáveres sangrantes o claman por el derecho de un torero a dar unos capotazos a una vaquilla con su hija en brazos en nombre de la libertad individual. Todo ello ocurre, recordemos, en una red social que te clausura la cuenta por subir una foto en la que se vea un pezón o compartir una imagen como ésta:

Esto último me ocurrió a mí, lo juro.

Hace unos días, esta situación dio un giro de 180 grados: Zuckerberg y los suyos decidieron incluir las fotos de corridas de toros o de cacerías entre las susceptibles de ser denunciadas por otros usuarios que las considerasen violencia gráfica. Fue en ese preciso instante cuando varios activistas por los derechos de los animales decidieron crear un evento en el que animaban a denunciar sistemáticamente todas y cada una de las fotos y páginas de cazadores y taurinos que encontraran por la red social.

"Pensamos que era una buena forma de activismo para aquellos que tuvieran un poco de tiempo y ganas de hacer algo contra estas prácticas", cuenta una de las impulsoras de la idea. "Facebook es un mundo bipolar donde una madre amamantando a su hijo o fotos artísticas están retiradas por ser consideradas pornografía, mientras torturadores de animales publican sus fotos sin problema, ya sean de caza, de corridas de toros o de peleas de perros", apunta. Desde aquel anuncio, algunos tuvieron la sensación de que ya nada volvería a ser lo mismo.

Se declaró la guerra. Decenas de personas comenzaron a denunciar páginas, perfiles e imágenes y llamaron a otros a hacerlo, siempre sin caer en el insulto ni la provocación. Simplemente denunciar. Por su parte, los cazadores y taurinos no se quedaron de brazos cruzados. "Se mosquearon mucho y empezaron a postear fotos de sus 'trofeos', insultándonos y amenazándonos. Creo que significa que la iniciativa funciona y que están realmente molestos. Es normal que personas que se dedican a actividades violentas lo sean también con las personas: no saben funcionar de otra manera", explica la activista, quien a su vez comenzó a ver cómo los aludidos escudriñaban sus propias fotos de perfil en busca de cualquier elemento reprochable. "Denunciaron como 'desnudo' una en la que aparezco dándole un beso a una amiga, y otra como 'violencia' en la que aparecía con una ternera rescatada. Nos reímos mucho. Obviamente las fotos no fueron retiradas, ya que no infringían ninguna norma", cuenta.

En medio de la batalla, Facebook decidió tomar partido por uno de los dos bandos. Colectivos en defensa de la tauromaquia como la Fundación del Toro de Lidia anunciaron una reunión con directivos de la red social en España para mostrarles su malestar por la decisión. La maniobra surtió efecto: a los pocos días, Facebook cedía a las presiones, daba marcha atrás y retiraba la posibilidad de denunciar este tipo de fotografías. Entre los aficionados a la fiesta nacional o la caza y sus medios afines, regocijo, ovación, oreja y rabo. Y la gran mayoría de las denuncias hechas se quedaron en papel mojado. "De todas las que yo denuncié, no me han hecho ningún caso", se lamenta la activista.

"Que Facebook se echara atrás estaba cantado", apunta otra de las participantes en la iniciativa. "Se trata de pruebas que realizan en función de lo que la sociedad española parece demandar: viendo que el 80% de la población de nuestro país está en contra de la tauromaquia, me imagino que Facebook quiso realizar algún tipo de estudio". Es por ello que la presunta derrota no ha provocado el desánimo entre los activistas, sino todo lo contrario: siguen denunciando imágenes sirviéndose de la opción "fomenta la violencia o daños a una persona o un animal", con la esperanza de que, antes o después, Facebook se vuelva a replantear su decisión. Pero ese no es el único objetivo. "No pretendemos eliminar todas las fotografías en las que se vean las barbaridades que hacen estos desalmados, sino demostrarles que no pueden irse de rositas por el mundo virtual. Que puede que Facebook no elimine las fotografías, pero que estamos dispuestas a llenarles el buzón de denuncias virtuales día tras día". Su compañera es optimista: "Creo que la gente está cambiando su percepción del maltrato animal, que cada vez provoca más y más rechazo social", apunta. "Internet es, sin lugar a dudas, una de las mejores cosas que le hayan podido pasar a los animales. Tanto los cazadores como los taurinos son una especie en vías de extinción. Y lo saben".