FYI.

This story is over 5 years old.

Vice Blog

MODS, ROCKERS Y OTROS DEMONIOS POPULARES

b
por bg

De vez en cuando, un escalofrío sacude a las mentes bienpensantes. En España sabemos un rato largo de "alarmas sociales", término irritante donde los haya que incluso figura como agravante en sentencias judiciales. En Gran Bretaña también saben del tema, ya sea porque The Mail acusa a refugiados de comer cisnes de sus parques o porque vuelve la histeria por el embarazo adolescente. Estas exageradas olas de desconfianza, miedo y crítica son conocidas como "pánicos morales"; y los grupos sobre los que se concentran son conocidos como "demonios populares". Stan Cohen acuñó ambos términos hacia finales de los 60. Y hemos hablado con él.

Publicidad

Vice: Inventaste "pánico moral" y "demonios populares" en los 60. ¿En qué estabas trabajando en ese momento , y cómo llegaste a definir lo de pánico moral?
Stan Cohen : Muchos de nosotros estábamos empezando a escribir una versión contracultural de la criminología tradicional. Gente como yo y Jock Young, quien escribió un libro titulado The Drugtakers , estos fueron los primeros libros en los que se empezó a dar a conocer la llamada "nueva criminología" o "sociología de la perversión". Fue el fenómeno de los mods y los rockers sobre lo que yo desarrollé mi investigación de campo.

¿Entonces estabas investigando sobre criminología o sobre sociología? No es lo mismo, ¿no?
Bueno, yo veo a la criminología como una rama de la sociología. Para mí sí es lo mismo. Es la sociología del crimen, de la perversión y los problemas sociales. Estaba trabajando en mi doctorado en el 64 y 65, cuando las confrontaciones entre mods y rockers estaban ocurriendo en la costa. Yo solía ir a Margate y lugares como ése los fines de semana, y hacía entrevistas y trabajo de campo.

¿Puedes darme una definición rápida de pánico moral y demonios populares?

Sí. En términos de la reacción a la delincuencia, categorías como crimen no son fijas, dependen de la reacción social. Los pánicos morales son expresiones de desaprobación, condena o crítica que se plantean de vez en cuando debido a fenómenos que podrían definirse como 'anormales'. El ejemplo que tomé fue el del mal comportamiento percibido—lo que ahora llamaríamos "comportamiento anti-social"—de adolescentes, el cual era muy exagerado, y fuera de proporción con respecto a lo que realmente ocurría. La parte moral es la condena y la desaprobación social, y el pánico es el elemento de la histeria y la exageración. Lo cual puede ser aplicado posteriormente a todo tipo de olas de fenómenos. Es en gran parte creado por la prensa. La regla general es: sin prensa, no hay pánico moral. Los medios son plataformas de pánicos morales, los cuales o los inician ellos mismos o llevan el mensaje de otros grupos. Vemos cosas sobre madres solteras, escuelas en decadencia, la crisis actual sobre los niños huérfanos. Estos son todos pánicos morales distinguibles.

Publicidad

Entonces si un pánico moral es proporcional a la amenaza moral percibida, ¿deja de ser un pánico moral? ¿Es la desproporción lo que lo define?
Sí, creo que eso es correcto. La teoría funciona bajo el supuesto de la desproporcionalidad. Ese es un punto que dividió a un montón de gente. No es un requerimiento de pánico moral el hecho de que sea exagerado, pero creo que podemos llamarlo un factor. Es un punto difícil.

Cuando acuñaste el término, éste se basaba en hechos contemporáneos. ¿Cómo te sientes respecto al hábito de aplicar el término "pánico moral" a sucesos históricos como la caza de brujas? ¿Es un uso válido del término?
Quizá se está llevando demasiado lejos. Está bien si sólo se ven estos como paralelos históricos, pero a los ejemplos históricos obviamente les falta algunas de las principales características de los "pánicos morales" contemporáneos. Esta bien usar una comparación siempre y cuando te des cuenta de que estamos hablando de tipos de fenómenos muy diferentes, particularmente en referencia a los medios. Estos pánicos históricos no eran propulsados por la prensa como los modernos, tampoco iban ligados a la cultura popular. En cambio, los grupos que yo estudié estaban profundamente atados a la cultura pop moderna—solo se reducía a una diferencia entre los estilos de diferentes consumidores, los mods eran consumidores sobre scooters y con camisas Ben Sherman—el precursor de la gente fashion de hoy. El rocker recurría, en cambio, a la más vieja cultura de la clase trabajadora, los vestigios de la cultura de los 50. Ambos grupos terminaron como caricaturas de ellos mismos, eso sí.

Publicidad

¿Los sujetos de pánicos morales alguna vez se ven favorecidos por el escrutinio moral al cual son sometidos? ¿Puede un grupo "triunfar" tras ser un demonio popular?
Es una buena pregunta, pero usualmente el poder de los medios es tan grande que solamente enfatiza su falta de poder. Son objetos de la reacción de la prensa. De todos modos es cierto que a veces los desviados luchan contra las etiquetas, el tipo de término sociológico que usamos para eso es "teoría del etiquetado" o "teoría de la reacción social." El poder de grupos como la prensa, la policía, el sistema de justicia criminal, los profesionales, etc, para etiquetar gente. Pero demasiado poder de la reacción social puede llevarnos a ignorar casos en los cuales los sujetos responden. Si te fijas en la historia de las contraculturas, tienes las menos poderosa de un lado y del otro lado las contraculturas más poderosas e intelectualmente motivadas que son demonios populares que responden y puede llegar a ser favorecidas, especialmente si consiguen transmitir la injusticia con que son tratadas.

¿Sentiste alguna vez en ese momento que de algún modo tomabas parte en la confrontación entre la prensa y los demonios populares que estabas estudiando?
Sé lo que quieres decir, pero yo creo que sólo trataba de entender realmente la reacción social. No estaba librando una batalla del lado de los mods o de los rockers. Mis simpatías personales estaban con los desvalidos, y aún lo están. Pero en ese tiempo no era un gran problema. Los mods o los rockers no eran realmente portadores de una oposición sustancial o mensaje político, eso sería romantizarlos demasiado. Trato de ver siempre las cosas desde ambos lados. Pasaba los días en los bares y las playas, luego volvía a mi departamento para ponerme un traje para entrevistar a la policía y los magistrados por la tarde.

¿Entonces los pánicos morales son algo inherentemente malo?
No. Hay algunos pánicos morales buenos, pánicos que resaltan problemas reales, que lo valen. La sociedad, a veces, niega la presencia de ciertos problemas. Las cosas se normalizan. Hubo un ejemplo horrible recientemente de un caso de incesto donde tenías dos décadas de normalización—la gente lo había cubierto y negado, cuando lo que en realidad necesitábamos era un buen pánico moral. La teoría de la reacción social o la teoría MP no es muy significante si sólo se fija en la reacción exagerada—tiene que producir casos de baja reacción también. La distinción de atrocidades importantes por ejemplo, esos son pánicos morales beneficiosos. Cosas como las campañas enormes para resolver problemas en el Tercer Mundo o para acabar con enfermedades, etc.

¿Piensas que los miedos generalizados y la insatisfacción general de una población puede hacerla menos vulnerable a estos pánicos?
No creo. El argumento del hastío no funciona realmente. Obviamente la gente está abrumada por la cantidad de información que recibe. La sobrecarga de información es un gran problema estos días. A la gente se la bombardea pidiéndole que ayude a una causa, que contribuya con dinero, que asuma comportamientos cívicos, etc. Pero al mismo tiempo nos quedamos en un estado de crisis, como siempre, sobre los límites morales de la sociedad. Mientras no haya todo un paquete de valores morales en toda una sociedad, siempre van a haber estos episodios de pánico moral.

BRUCE LE VRAI