FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Parar el carro

Llevas demasiado tiempo bebiendo cerveza como un animal.

Imagen vía

Tienes que frenar tío, no puedes seguir así. No puedes estar cada fin de semana bebiendo sin parar y alargar la noche hasta las 11 de la mañana. Esto no es sano tío. Hacerlo una vez cada 2 meses está bien, no pasa nada, pero hacerlo cada maldito fin de semana te está destruyendo. Esta vida te está aniquilando físicamente pero también mentalmente. ¿Acaso no te has dado cuenta de que cada vez eres más estúpido? ¿No te das cuenta de que estás perdiendo vocabulario? Maldita sea, tienes que hacer algo y cambiar. Hazlo a tu manera, no soy yo el que tiene que decirte cómo manejarlo. Es algo que te tiene que salir de dentro, tiene que ser como eso que hacen esas mujeres mayores, que de un día para otro saben perfectamente (casi como por instinto) que tienen que vestirse con una bata y salir al balcón a mirar la ciudad, o sea, saben perfectamente cuando tienen que convertirse, definitivamente, en ancianas. Tú tienes que hacer lo mismo: parar el carro, madurar, crecer, convertirte en un adulto, en un jodido señor, en algo útil para esta sociedad. No me ignores, no mires el Gmail, sigue leyendo pedazo de capullo. ¿No crees que ya has recibido demasiados avisos? ¿Acaso no es evidente que vas por el mal camino? ¿No recuerdas ese corte de 7 puntos que te hiciste en la mano al llegar a casa borracho? Sí, el día ese que quisiste cortar un poco de ese jamón “ibérico” que te regaló un “amigo” por Navidad. ¿O esa vez que ese tipo te golpeó dos veces en la nariz y empezaste a sangrar como un cerdo? ¿O cuando te caíste en ese fosos de obras y casi te abres la cabeza? ¿Cuántas veces se te han roto las gafas o has perdido el móvil? Por no hablar de ese tatuaje terrible en la pierna con el que te despertaste un domingo. Te lo recuerdo, te tatuaste un pingüino con una zanahoria. No sé tío, yo no te digo nada, pero si yo fuera tú, me plantearía dejar de lado un buen tiempo toda esta vida del “salir a tomar algo”.

Supongo que ya has tenido tus momentos. Supongo que has sufrido esos lunes y martes y miércoles de tristeza en los que piensas que tu vida es una mierda y que la estás desaprovechando y que no sirves para nada porque no sabes hacer nada más aparte de beber cerveza y drogarte. Joder, piensa una cosa, si dejaras de salir cada noche durante el fin de semana tendrías a tu disposición esas cosas a las que el resto del mundo llama “sábados y domingos por la mañana” y entonces verías que tendrías mucho tiempo libre y que podrías convertirlo en tiempo útil para realizar otro tipo de actividades que no fueran remojar el gaznate. Joder, podrías estudiar o leer para ser más inteligente o yo qué sé, escribir esa novela que llevas 8 años intentando terminar. Podrías hacer cosas que te sirvieran para labrarte un futuro. ¿O es que crees que George Lucas escribió la trilogía durante una noche de borrachera? Ya sé que has leído “Moteros tranquilos, toros salvajes” y crees que todo esto de la creatividad es una gran fiesta pero tú no eres ni Hopper ni Scorsese y todas estas noches de locura te van a convertir en un tío con problemas, en esa clase de tíos que hablan solos por la calle y tienen manchas de sangre en los pantalones. En fin, lo que está claro es que no puedes seguir así toda la vida. Tienes que empezar a plantearte ciertas cosas. Llevas años saliendo y ya has visto a dos o tres generaciones de gente ir y venir, ahora mismo cuando sales de juerga estás rodeado de niños que tienen 10 años menos que tú. ¿No te parece esto un motivo suficientemente convincente como para dejarlo? Todos tus amigos “originales” están currando en empresas de informática o en bancos y algunos incluso tienen hijos. Se pasan la semana trabajando y durante el fin de semana descansan en casa y leen el periódico o se van al Montseny a hacer senderismo. Tú te limitas a beber cerveza rodeado de niños mientras observas a un grupo de música -compuesto por chavales mucho más jóvenes que tú- cantando sobre “romper cosas” y “ponerse morado”. ¿No te has dado cuenta de que eres el “raro”? Toda la gente con la que coincides te mira de forma extraña y a tus espaldas comentan cosas como “joder tío, de mayor espero no ser como este pringado” o “menudo perdedor, creo que tiene como 50 años”. Supongo que vas pillando lo que quiero decirte, ¿no?

Venga, ponte por primera vez esa camisa que te regaló tu madre hace 20 años (que seguramente, por culpa del estilo de vida que has llevado, te irá grande) y búscate un trabajo decente. Conoce a una chica en una boda, cásate, córrete en su vagina, engendra un bebé y púdrete en el infierno, capullo.