FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

Una Casa De EmpeÑos En... Sao Paulo & Tokyo

En Brasil, la única forma legal de empeñar tus bienes es a través del Banco Nacional. Lo que pasa es que nadie dispone de tiempo para el proceso de certificación. Los responsables de los bancos se negaron a que les entrevistáramos, de modo que nos...

ENTREVISTA DE ADEMIR CORREA

FOTOS DE FABIO POLIDO

En Brasil, la única forma legal de empeñar tus bienes es a través del Banco Nacional. Lo que pasa es que nadie dispone de tiempo para el proceso de certificación. Los responsables de los bancos se negaron a que les entrevistáramos, de modo que nos fuimos a la calle y hablamos con uno de esos personajes de aspecto descuidado conocidos como “hombres sándwich”. Estos tipos deambulan por São Paulo portando cartelones anunciando “Compro-Ouro”, y hacen tratos con cualquiera, ya sea un prófugo, un atracador, un hampón o un yonqui.

Publicidad

Vice: Hola, ¿cómo estás?

Nilton Silva:

Permíteme que me presente: soy Nilton Silva. Es mi nombre artístico.

¿Te gusta tu trabajo de “hombre sándwich”?

Soy hombre de márketing. Un anuncio humano. El trabajo no me acaba de gustar, pero necesito el dinero. Mi pasión es la música, pero no tengo oportunidades de cantar.

¿Cuánto tiempo llevas en esto?

Más de diez años.

¿Qué trata la gente de empeñar estos días?

Compramos oro, platino y diamantes. La gente trae anillos de boda, collares y pulseras. Pero lo que habitualmente trata la gente de vender son teléfonos móviles.

¿Has notado un incremento en las ventas a consecuencia de la crisis financiera?

Sí. La gente tiene que hacer algo para vivir. Si alguien tiene joyas, encontrará quien se las compre. Así que, ¿por qué no nosotros?

¿Tú has vendido algo alguna vez?

Oro no, pero sí he vendido un teléfono móvil y una guitarra acústica.

Quizá deberías aflojar un poco con el tema de los estereotipos, colega. ¿Cuánta gente llevas a la tienda al día?

Cinco, como mucho. Pero eso no significa que todos los tratos acaben consumándose.

Hostia, este calor no debe ponerte las cosas fáciles. Debes sudar a chorros caminando por las calles.

Hace mucho calor. Sudamos como cerdos, pero hay que ser profesional y trabajar con dignidad.

¿Has conocido a alguna mujer amable durante tu horario laboral?

Eso sería interesante. Pero la verdad es que no, todavía estoy esperando a que una chica se ponga a flirtear conmigo.

Publicidad

ENTREVISTA DE TOMOKAZU KOSUGA

FOTOS POR CORTESÍA DE GINZO

Ginzo, la mayor cadena de casas de empeños de Japón, emplea a 70 personas en Tokyo y Osaka, hace 20.000 transacciones al año y ofrece tasaciones gratuitas las 24 horas. Las tiendas de Shinjuku atraen a prostitutas y chicas de alterne que vienen a vender los bolsos de diseño que reciben de obsequio. Tuvimos una charla con el mánager, Kiyoshi Kojima, acerca de la desesperación de los agentes inmobiliarios y del fenómeno de los bolsos de las pelanduscas.

Vice: ¿Ha cambiado el tipo de cliente desde el desplome de la economía mundial?

Kiyoshi Kojima:

Desde que empezó la crisis hemos visto un incremento de la venta de bienes entregados en prenda a gente del sector inmobiliario. También ha aumentado el número de personas que traen zapatos, relojes y trajes. He podido apreciar que ahora hay clientes más modestos. El número de personas que traen pequeños objetos que desean empeñar para irse de copas o con una cita es ahora mucho mayor.

¿Cuáles son los objetos más peculiares?

Vino un hombre con un futón y se puso a gritar, “¡Por favor, aceptadlo!” Recuerdo haber pensado que ese hombre debía estar muy al límite. Otro vino con un cinturón de campeón hecho de cartón y nos dijo, “He ganado esto en una pelea limpia. Por favor, ¿me lo podrían comprar?”

¿Y qué hay de las chicas que trabajan en los bares? ¿No están las tiendas de empeños llenas de mierda de diseño que sus clientes les regalan en Navidades?

Sí, exacto. Los que más nos interesan son los que están todavía envueltos en papel de regalo. Es verdad que nos traen muchos más artículos justo después de Navidades, pero en Shinjuku el ajetreo es diario y contínuo. Como suele decirse, esta es una zona de “encuentros sexuales y escarceos amorosos”.

Así pues, ¿son las furcias las que hacen de las tiendas de compraventa japonesas algo tan especial?

Sí. Las de Japón son probablemente las que más comercian en todo el mundo con prendas de temporada. La velocidad con la que los bienes usados cambian de manos en Japón es única. Nunca verás otro sitio en el que se anuncien “Coches de lujo de segunda mano, venta directa”. Yo creo que es sólo cuestión de tiempo que en los escaparates veamos carteles diciendo, “Servicio autorizado de compraventa de prendas de Louis Vuitton de segunda mano”.