¿Por qué los skaters vascos son tan buenos?

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¿Por qué los skaters vascos son tan buenos?

En Euskadi el estilo de skate que impera es agresivo, macarra, rudo y muy radical y esto, a la hora del espectáculo, hace subir puntos.

Ivan Rivado, Guretxoko, Bilbao

El skateboarding en el País Vasco lleva integrado en la sociedad más de 35 años. Desde las primeras andaduras de Sancheski, primera marca nacional en fabricación de monopatines, localizada en Irún (1975), hasta la aparición de los primeros skateparks en Getxo, Lasa, Guernika y los que siguieron como una cadena entre los municipios para contar con este tipo de instalaciones deportivas y parques y así ofrecer la práctica del monopatín, el skate no ha parado de extendersehasta nuestros días y tiene un gran número de aficionados por todo el territorio, hasta el punto de que es la región de España con mayor número de skateparks por habitante. También gran parte de los eventos nacionales se hacen principalmente entre Barcelona y Euskal Herria. Si bien es cierto que Barcelona es meca internacional de este deporte, el skater que va a Barcelona busca un skate más callejero o streeter. En el País Vasco también está muy extendido este tipo de skate pero me atrevería a decir como resultado de un análisis empírico que la rampa es lo que motiva a la gran mayoría de skaters vascos. El skate vasco es predominantemente rampero e incluso verticalero y orgullosos de serlo como son los grupos de skaters o teams Jinetes Verticales y Snaking Commando. Independientemente de si es skate de rampa o de calle, el estilo de skate que impera es agresivo, macarra, rudo y muy radical y esto,a la hora del espectáculo, hace subir puntos. De hecho los skaters vascos han tenido siempre una participación muy significativa en el skate nacional a nivel de eventos y competiciones por este hecho. El por qué esto es así no creo que tenga una explicación concisa y clara pero lo que sí es cierto es que los vascos tradicionalmente han destacado por sus habilidades y su fortaleza física. El Herri Kirolak o deporte rural vasco es algo muy suyo y las modalidades como el levantamiento de piedra o los aizkolaris, cortadores de troncos, son competiciones aún muy presentes a día de hoy. No digo que haya una relación directa pero sí afirmo que los vascos llevan en la sangre romper barreras, superar retos del tipo que sean y ser muy enérgicos, por eso no es de extrañar su destacada presencia en la escena y panorama nacional e internacional del skate. Nombres como Javier Mendizábal, Alain Goicoetxea, Ibon Mariño, Xabi Elorriaga o Alain Saavedra, entre otros muchísimos riders, son parte de la historia del skate nacional por méritos sobradamente probados.

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El por qué de que el skate en el País Vasco esté tan extendido tiene una explicación lógica. Desde los setenta, puede que antes, ha habido una gran cultura del surf. Por influencia de esta, como en California, cuando no hay olas la gente empezó a practicar skate como alternativa. La pasión que siente la gente que practica surf y skate es tal que han conseguido arrastrar o más bien implicar a las instituciones a que se favorezca la práctica de este deporte creando skateparks, facilitando eventos, escuelas y clubs y, de esta manera, crear unan especie de circuito vasco de skate. Como hemos dicho antes, un evento de referencia a nivel internacional como es Bowl-a-Rama, se celebra en Getxo (Bizkaia) donde, este municipio de las afueras de Bilbao, pone todos los medios y facilidades para albergar este evento y otros de menor calibre pero relacionados con el patín. En Álava se encuentra el skatepark de Santa Lucía en Vitoria, en Guipúzcoa, Pagola en Donosti y skatepark de Zarautz, y en Vizcaya el de Getxo, Lasa, Leioa y Guernika. Entre los muchos que hay, estos serían los más carismáticos.

Julen Arizmendi, Zarautz

Otro aspecto importante han sido las iniciativas privadas que han hecho grandes proyectos. Indoors como UK Skatepark, en Berango, o Guretxoko, en Deusto, donde se dan clases de skate y se puede practicar skate todo el año independientemente del tiempo que haga al ser pistas cubiertas. Otro gran ejemplo de cómo se apuesta desde el ámbito privado por el skate es Moana Surf Hostel, un hostal en Urduliz, un pueblecito de la costa, para skaters y surfers que cuenta con sus propias instalaciones de skate y que se ha convertido en un paraíso para los amantes del surf y el skate, donde se desarrollan campamentos todo el año de surf y skate y acoge viajeros de todas las partes del mundo que vienen a visitar Euskal Herria con la excusa de practicar estos deportes. En el mundillo underground,el skate vasco ha tenido una gran representación, con proyectos como La Kampsa, en Pasaia, cien por cientoautofinanciado y que lleva más de veinte años apoyando la música hardcore y el skate.También las dos principales revistas nacionales de skate son vascas: Dogway Skateboard Magazine y Erosion.

Algo curioso es la evolución que ha tenido del skate en cuanto a percepción. Si originalmente los primeros skaters eran punks que reivindicaban más pistas de skate y un espacio para el arte y la cultura entre la juventud, estos que ya son padres de familia, llevan a sus hijos al colegio y desde la escuela se fomentan las actividades extraescolares como el skateboarding y surfing. Hoy en día, la percepción que se tiene del ir encima de una tabla es como algo cool. Esto ha cambiado de una generación a otra porque la industria del skate ha invertido mucho en marketing y publicidad y los skaters de primera línea son considerados héroes locales y pueden vivir de esto dignamente. También es importante decir que el skate ejerce una fuerte influencia en las tendencias del vestir, la música, el arte y la cultura en general.

Así pues, resulta normal decir que el skate vasco es una referencia para el resto de regiones y tiene motivos para ser envidiado o ser ejemplo de lo que se puede hacer en este mundillo para los que sienten pasión por esta actividad. Quienes quieran arrancar un proyecto relacionado con el skate deberían poner la mirada hacia el norte con el objetivo de hacer las cosas bien. Con todo, tanto si patinas como si no, visitar el País Vasco te hará descubrir una cultura muy rica por su gastronomía, sus costumbres y tradiciones, sus playas, montes y valles y, sobre todo, su gente. Euskal Herria es para vivirla, y, si patinas, ya estás tardando en conocerla.