El maestro del reguetón mapuche: Kalfüllufken Paillafilu

Kalfüllufken Paillafilu es profesor de Historia y Geografía, tiene 24 años y hace reguetón mapuche. Durante la última semana su fama ha crecido como la espuma en Chile y en el profundo territorio mapuche tras haber lanzado el video clip de “Kollong” primer single de su disco Yafü-Duro, Pa’ levantarse con Newen. Un disco de descarga gratuita producido por Wechekeche Records, productora y comunidad musical con la que Kalfüllufken ha trabajado durante más de diez años experimentando con música fusión.

Después de superar múltiples cortes de la señal telefónica (imposible conectar por internet) pudimos finalmente entrevistar a la estrella del reggaetón mapuche.

VICE: Hola, al fin escucho tu voz, ¿cuéntame quién es Kalfüllufken Paillafilu?

Soy yo, ese es mi nombre mapuche. Yo pertenezco a la comunidad mapuche Wechekeche ñi trawun, que son también los que me están produciendo actualmente. Lanzamos el disco el 20 de enero, pero lo grabamos durante el 2013. Lo lanzamos a través de Internet. Ahora estamos haciendo una gira por acá por el sur y luego nos vamos a Argentina, a recorrer diferentes lugares del territorio mapuche. Hice una página en Facebook para contar lo que va la gira hasta ahora.

¿Cómo describirías este estilo?

Este estilo lo definimos como Reguetón Mapuche, pero no es algo en lo que yo sea el pionero, porque con la banda Wechekeche ñi trawun mezclamos lo que nosotros llamamos música fusión con el mensaje tradicional de la cultura mapuche. Mezclamos instrumentos musicales mapuche y el idioma (mapudungún), para proyectar diferentes discursos que tienen que ver con la historia de nuestro pueblo, con el fortalecimiento de la identidad, recuperando las raíces y lo que está pasando actualmente con el denominado “conflicto mapuche”. La música para nosotros se convierte en una herramienta para poder difundir elementos o situaciones que muchas veces son de difícil acceso.

¿Y cómo se recuperan las tradiciones del pueblo mapuche a través del reguetón?

En este caso, nosotros lo hacemos como jóvenes mapuche. Yo soy hablante de mapudungún y me relaciono en un contexto y entorno mapuche. En ese sentido, si bien tomamos el reguetón para difundir la cultura, no estamos alejados de la realidad tradicional y autóctona del pueblo, porque nosotros participamos de las ceremonias mapuche, vivimos en comunidad con nuestra gente. Recuperamos nuestras tradiciones tomando estos elementos y los llevamos al reguetón para proyectarlas y darlas a conocer al mundo. Hoy en día los mapuche son invisibles en la sociedad y el reguetón sirve como herramienta de lucha para poder llegar a ellos de una forma más moderna, un poco más cercana o más familiar a través de los estilos musicales que ellos escuchan.

Háblame un poco más sobre cómo el reguetón puede convertirse en una herramienta de lucha.

Esto es posible por la cercanía del estilo con la gente. A mí me gusta mucho el reguetón. Es uno de los estilos musicales que más ha pegado, como una moda, sí, pero también se ha mantenido durante el tiempo. Ahora es un estilo que tiene un discurso bastante banal y que promueve el sexismo. La idea es utilizarlo y ponerlo en función de la lucha de nuestro pueblo, porque nosotros vemos que el reguetón llega a los jóvenes mapuche como otros estilos de música como el hip-hop, la salsa, la cumbia… Con el reguetón podemos llegar a los jóvenes que a veces no tienen mucha conciencia. Pero llegamos a ellos con un mensaje profundo. Mi música apunta a la reivindicación y recuperación de derechos culturales para el pueblo mapuche.

¿Cuál fue el motivo que te llevó a grabar “Yafu-Duro”?

Fueron varios motivos, cada tema tiene una inspiración distinta. Hay algunas canciones que tienen motivaciones personales y otras tienen que ver con la violación de derechos humanos que hay en nuestras comunidades. Estos pueblos se están militarizando, se están pegando a los niños… Por las noches los carabineros pueden entrar en las casas de la gente con total violencia e impunidad. La gente no puede hacer nada, porque está aislada. En esas zonas tampoco hay alguien que fiscalice a los carabineros, que encarcelan a nuestras autoridades tradicionales, las atan de pies y manos, como si fueran animales. Y eso no sale en la tele. De esa violencia del estado contra el pueblo mapuche hablamos nosotros. Las comunidades viven como si estuvieran en una dictadura: les piden su carnet de identidad permanentemente, hostigan a la gente con los perros policía, les lanzan bombas lacrimógenas en los caminos cuando la gente va paseando y con los ancianos. Eso es lo que nos está pasando y en Chile no se sabe porque no sale en la tele. Pero sí salimos cuando hay alguna quema de camión y, sin tener pruebas que haya sido un mapuche, se asocia inmediatamente a nosotros.

(Nota: la introducción es casi la misma, pero no es el mismo video que el del inicio de la nota.)

Entonces ¿si los reguetoneros normales hacen ostentación de joyas, coches y chicas, de qué presumen los reguetoneros mapuche?

Yo busco reivindicar, por ejemplo, a la mujer mapuche que ha estado denostada por la estética occidental. Reivindicarla de una forma positiva, desde el orgullo de sentirse parte de una raza, de sentirse parte de una cultura y que no tiene por qué ser fea o bonita, o seguir los cánones de la belleza occidental. Pero también considero que es totalmente válido que sean las propias mujeres mapuche las que puedan proyectar su propio discurso. Es decir, uno como hombre no tiene por qué hablar por las mujeres, pero sí reconocer lo que ellas son para la sociedad mapuche. En este caso, yo también busco acabar con ese machismo que hoy día también es parte de la realidad del pueblo mapuche. Todo esto se trata de hacer que ser mapuche sea un motivo de orgullo para los jóvenes y que no sea motivo de vergüenza.

¿Cuáles son tus referentes musicales?

Hay un montón de referentes musicales que no tienen necesariamente que ver con el reguetón. En el tema mapuche hay gente que hace música tradicional, que han hecho un trabajo muy valioso como a Sofía Painequeo, Joel Maripil, Lautaro Manquilef, los hermanos Nahuelpan… También, me parecen bastante buenas las canciones de Tego Calderóny de Eddie Dee. Ellos también incluyen ese mensaje con contenido. Sietenueve también hace buena música. Escucho de todo un poco, pero no me caso con ninguno de estos cantantes.

¿Qué opinión te merecen iconos como Daddy Yankee?

Lo que hace, en términos musicales, es bueno, pero en términos de mensaje su música está vacía y no se aleja de lo comercial. Él lo que quiere es lo mismo que quiere el sistema: generar una sociedad de niños y jóvenes que no piensen, que no entiendan su realidad y que sean funcionales. Es música bailable para no pensar.

¿Sientes que con la incursión en el reguetón estás ganando nuevos espacios para la cultura mapuche?

Si, por supuesto. La música es el mejor instrumento para hacer llegar un mensaje a diferentes espacios y diferentes lugares. Si nuestro trabajo puede llegar a una discoteca sería ideal, que se baile y se baile con conciencia.

@andreiii