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El número de "El mundo te odia"

Reseñas libros Julio

Libros de Richard Kern, Joan Cornellà y El Hamatocrítico.

MOX NOX

Joan Cornellà

Bang Ediciones

Cuando uno se diponga a leer Mox Nox tiene que tener muy claro que no debe, bajo ningún concepto, teorizar demasiado sobre el contenido de sus tiras ni buscar grandes tesis autorales. Si uno cae en esta necesidad tan adulta de búsqueda de significado, únicamente hará que este magnífico diamante del humor absurdo termine salpicado por el triste barro de la razón. Hace más o menos un año Joan Cornellà abandonó el estilo gráfico por el que era conocido -cercano al cómic undeground americano de Crumb, Bagge o Clowes- para aventurarse en el mundo de la ilustración y las tiras cortas. Él cita como influencias a Cowboy Henk y a Pierre La Police, ambos abanderados europeos del humor absurdo, pero es innegable que el formato de sus nuevos cómics también bebe de las tiras cortas que aparecen en los periódicos, formato que últimamente también han adoptado autores como Seth o el mismo Daniel Clowes. Al contrario que éstos, las tiras de Cornellà son autoconclusivas y mucho más absurdas, la mayoría compuestas en 6 paneles salpicados por colores chillones. Los protagonistas de sus cómics son personajes de sonrisa perfecta que se encuentran en situaciones en las que alguien –incluso ellos mismos- terminará mutilado o muerto. Dentro de este bestiario encontramos mendigos, yonkis, hombres con cara de perro, versiones pervertidas de los osos amorosos y seres con pollas largas y rosas que expulsan un extraño fluido denso de color rosa pero los más jodidos siempre serán esos hombres sonrientes con ojos como canicas negras que reparten horror y diversión por todo lo largo y ancho de los mundos de Cornellà. Lo dicho, ríete pero no intentes saber porqué.

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POL RODELLAR

SHOT BY KERN

Richard Kern

Taschen

Supongo que conoceréis la serie “Shot By Kern” que publicamos habitualmente. Bueno, Taschen ha tenido la misericordia de publicar un libro con las casi 300 fotos que Richard Kern hizo durante esas sesiones. Son fotos nunca publicadas de chicas desnudas lavándose los dientes, meando, enseñándonos su PlayStation (esto no va con segundas, pero de eso también hay), fumando hierba, abriendo las piernas, posando tiradas en escaleras, en el suelo o, mis preferidas, tumbadas en la cama. Lo que hace que sigamos chupándole la polla a Richard Kern durante tantos años es algo muy sencillo, de hecho es tan simple que nos sorprende que nadie lo haga tan bien como él: retratar a chicas “girl next door” (ese divertido tag) de todas partes del planeta. Chicas sin experiencia como modelos que posan sin rubor, chicas que podrían ser tus amigas.

Este es uno de esos libros que te complican la vida y hacen que te preguntes dónde están los límites entre el arte y la pornografía, como cuando se te pone dura en un museo y no sabes exactamente cómo has llegado a este punto. Para acompañar todo esto el libro incluye un DVD de una hora de duración con, atiende, música de Thurston Moore. Ruido y tetas, creo que no se le puede pedir más a la vida.

POL RODELLAR

Lo involuntario siempre tiene más mérito que lo consciente. También en el humor, claro. Habréis visto, por ejemplo, que los nuevos adhesivos “toi” de los Bollycao, en vez de adoptar el viejo significado de “estoy”, se han transformado en “soy”. “Toi el rey del mundo”. Sencillamente genial. En publicidad sucede mucho. De pronto asoma en un catálogo de parafernalia militar una familia sonriendo muy fuerte y muy feliz, de camuflaje y armada hasta los dientes. O en la tele. Esos músicos que salen de fondo en los programas de tarot. Míralos. Sigue sus punteos silenciosos. En Madrid hay una frutería que se llama La banana generosa (en la calle del Pez Volador, ojo) y en un mismo día puedes ver el espectáculo infantil Flamenco Kids en Quillolandia y leer la noticia “Un año de cárcel por poner en un escaparate a una trabajadora”. Pero bueno, todo esto son perdigoncitos de sal comparados con los balazos que disparan tus vecinos cuando intentan comunicar algo dejando un mensaje en el portal. Yo mismo desayuné hace poco este delicioso alfajor: “hoy domingo el vecino que estaba con otro en el portal por favor no escupa en la piedra recién limpia un poco de educación”. Y -por si no fuera lo suficientemente sabroso- añadía: “la pena es que no los vi en el momento”. El autor del Hematocrítico de Arte ha sabido ver el filón y ha emprendido una encomiable labor de chinos recopilando en uno de sus blogs mil intrigas de patio de escalera, catástrofes de chichinabo, anécdotas jugosas y pataletas de niño enfurruñado que los señores y señoras gustan de plasmar en notas vecinales. Ahora, para situar estos chismes en el lugar que merecen, Drama en el portal se convierte en un libraco con portada de Mauro Entrialgo y prólogo de Raúl Minchinela. Pues eso. “Gracias por no mear aquí. Tanto perros como personas”.

IAGO FERNÁNDEZ