FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

Gases, humor y lágrimas

Crónica desde una reciente reunión de movimientos sociales internacionales en Estambul.

Un encuentro internacional sobre el cambio climático, el GPS, nos puso a varios artivistas en el mismo punto del mapa: Estambul. Nuestra tarea era realizar talleres para dotar de creatividad a este movimiento. El parque Gezi ya había sido desalojado la semana anterior, pero el 21 de junio la gente continuó juntándose en diferentes plazas de la ciudad. Durante el GPS, nuestra mayor herramienta creativa fue la de buscar tiempo libre para ir a las plazas donde cada noche se celebran los fórums (asambleas). Yo, como parte del colectivo Enmedio, lo que más ansiaba era contactar e intercambiar ideas con esas personas que están haciendo una de las revoluciones más creativas y humorísticas desde la primavera árabe. Vamos, lo que nos gusta hacer a nosotros.

Publicidad

En los pasillos de la estación de metro Taksim, allí donde se cruza la gente que entra y sale de la plaza donde está la manifestación, hay un intercambio de aplausos. Los primeros aplauden a los que han estado resistiendo, nosotros estábamos es ese bando. Los segundos a los que la continuarán. El clap clap retumba en los pasillos, y más que aplausos diría que son abrazos sonoros.

A las 21hrs, cada noche, se escuchan las cacerolas en diferentes barrios de la ciudad. La duración depende del cabreo de la gente. Algunos salen a la calle, otros se asoman por la ventana. Según nos explica Yagit, esta experiencia cotidiana teje lazos entre los vecinos que anteriormente nos se conocían.

Sin lugar a duda, donde más fuerte suenan las cacerolas es en los fórums. Allí también funciona como anuncio e invitación a participar en la asamblea.

Los encuentros en los parques no son tan diferentes a las que vivimos en las plazas españolas.

Rutina: se enciende el alumbrado público. Se pincha la luz de la farola más cercana. Se enciende el equipo de sonido. ¡Asamblea! Comienza el streaming por Çapuling TV. Çapuling, significa algo así como perro-flautas. Así fue como llamó el primer ministro Erdogan a los manifestantes, y la gente, con mucho humor, se apropió de esta palabra.

Después de la rutina cotidiana, aquel día nos invitaron a saludar frente una gran asamblea en el anfiteatro de Abbasaga Park. Allí estábamos gente involucrada en Occupy Wall Street, 15-M y el veterano movimiento de Argentina 2001. Queríamos ser breves, ellos tenían mucho de qué hablar, pero las preguntas comenzaron más allá de nuestro pánico lingüístico: ¿Cuál es el siguiente paso después de la ocupación de las plazas? Pero nunca hay una sola respuesta, y no las teníamos nosotros, ellos la están construyendo. El concepto zapatista del caminar preguntando fue una buena pieza para incluir en el tablero de juego.

Publicidad

Nos invitaron al dar un taller al día siguiente, así que volvimos.

Los períodos de protesta tienen momentos de expansión y de contracción. Con Enmedio, solemos actuar en esos momentos de contracción, donde se cree que todo está olvidado o perdido. Les mostré el vídeo de Fiesta #CierraBankia para romper el hielo. Las risas apenas dejaron oír, "¡Eso lo podemos hacer aquí también!"

Mariana, del GAC (Grupo de Arte Callejero) de Argentina enseñó la acción de "liquidación por cierre" en la Casa de Gobierno en la épocas de De la Rua y el trabajo de escarches por la memoria. Un artista vinculado a la recuperación de la memoria del genocidio armenio se acercó para conversar con nosotras.

21hrs: ¡Suenan las cacerolas!. Sean, del Yes Lab, Nadine de Occpy Wall Street y Cesar de Occupy DC, no tuvieron tiempo de presentar así que organizamos otra cita fuera de la plaza para otro día.

Los debates en los fórums están ligados al problema de la censura en los medios de comunicación, la aplicación de políticas neoliberales, la arrogancia y violencia del gobierno, entre muchas otras cosas. A veces la asamblea se interrumpe con una acción espontánea, en esa ocasión fuimos desde Abbasaga Park hasta el edificio del grupo ATV-Saba, dueña de una de las cadenas de TV más importantes, propietarios también de un periódico. Los cañones de agua y la policía antidisturbios estaban esperándonos en la puerta. Esta vez no transmitieron pingüinos, como la CNN turca, simplemente nos ignoraron. Como predestinaba una pancarta  "la revolución no será televisada, será twitteada".

Publicidad

La gran producción de imágenes y de simbología durante este último mes no sólo han ayudado a difundir la lucha, sino que han actuado subvirtiendo estereotipos.

¡Click! Foto: carga policial en Taksim. Un chico y una chica escapan juntos cogidos de la mano. Él lleva en alto una bandera del BDP, partido político kurdo. Ella, una bandera turca con la cara de Ataturk, símbolo de la Turquía moderna y unida. Si nos la hubieran mostrado unos  meses antes hubiéramos dicho que era fruto de Photoshop.

La diversidad de actores en este proceso de cambio social y su compleja composición conlleva un gran desafío.

Los actores involucrados pertenecen a un amplio espectro, como sucedió en el 15M, no son exclusivamente gente de izquierdas, ni de derechas. Es gente anónima, cansada, indignada, con ganas de cambiar las cosas.

Entre ellos también están individuos de sectores kurdos, kemlistas y nacionalistas, enfrentados ancestralmente por la composición política, cultural y territorial del país. Ecologistas. Niños de la calle. Musulmanes anticapitalistas y el colectivo LGBT, creo que no hace falta explicar por qué están en las antípodas. También los seguidores de los quipos de fútbol de Beşiktaş,Gal­ata­s­arayy del Fen­er­bahçe enfrentados cotidianamente en el campo de fútbol. Pero eso sí, ahora, todos juntos en el campo de batalla.

Unas horas antes de la gran manifestación por el orgullo gay en Estambul, nos encontramos con músicos, artistas, activistas, personas activas en la acción y producción cultural de agitación de Gezi Park. Ellos fueron quienes nos explicaron la compleja composición del movimiento.

Publicidad

Nuestro debate consistió en las formas de conectar con el imaginario común a través de una nueva producción de símbología que actúe en todas las direcciones. Masis director del grupo Boğaziçi Caz Korosu nos explicó cómo a pocos días del desalojo en Gezi su orquesta tenía una actuación importante en la ciudad, y ante la impotencia de no poder participar en las movilizaciones decidieron cambiar la letra de las canciones, adaptándolas a lo que estaba sucediendo en la calles. Esta orquesta con más de 145.000 seguidores en Facebook abrió un nuevo espacio de participación para quienes aún no estaban involucrados.

Nunca hay tiempo suficiente para el debate en tiempos de reivindicación y revuelta, la manifestación LGBT estaba a punto de salir de la PlazaTaksim y nosotros queríamos participar.

Salimos a la calle todos juntos y nos diluimos entre la multitud. El contraste de los queers que desfilaban y las mujeres con hiyab que caminaban por el centro de Estambul era un reflejo de la composición social turca. Un arco iris que no quiere quedar apagado por el capricho de un político arrogante.

Los cánticos no eran iguales a los de los años anteriores, la melodía era la que cada día se escucha en la calle: ¡Taksim resiste, Taksim está en todas partes!

Texto y fotos: Oriana Eliçabe