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El número rarito

Río de vagina

Todos los chicos se han puesto los huevos y el rabo entre las piernas para que parezca que tienen chichi al menos una vez en la vida

Todos los chicos se han puesto los huevos y el rabo entre las piernas para que parezca que tienen chichi al menos una vez en la vida. En el vestuario, en el campamento, delante del espejo de la habitación de tus padres cuando creías que se habían ido al súper… Sin que importe el lugar, esa necesidad de esconder la polla entre las piernas dejando a la vista los pelillos púbicos es universal e ineludible. Es una práctica saludable que además proporciona fotos divertidas, pero, para algunos hombres, la emoción de no tener polla nunca termina, y para los transexuales y drag queen, cuyo trabajo es no tener polla, metérsela entre las piernas no es cosa de la adolescencia sino algo esencial para su trabajo.
Puesto que esos desafíos a la heterosexualidad que son los seductores travelos brasileños se han convertido en el tercer producto más exportado del país (después de las Havaianas y Seu Jorge), sentimos la necesidad de explorar las minucias técnicas de esta adorada institución nacional. Con ayuda de nuestra drag favorita, Lohren Beauty, os presentamos una guía para aprender a esconderte la pirula. PREPARACIÓN DEL PENE: Si está bien depilado es estéticamente más agradable a la vista, más higiénico y más fácil de manipular, de modo que depílate o hazte la cera y quítate tanto pelo como puedas, desde el ombligo hasta la rabadilla, y asegúrate de que tu polla, huevos y ojete quedan bien limpitos. Un aviso: no uses cinta adhesiva si te acabas de depilar porque terminarás con un sarpullido que podría confundirse con gonorrea.
El siguiente paso es esconder las pelotas. Es importante que tengas una técnica perfecta. Cógete el pene y tira un poco de él, para que puedas meter los huevos hacia dentro, en aquella cavidad donde “se escondían” antes de la pubertad. Generalmente esto no tiene por qué doler, así que si te duele, es que lo estás haciendo mal. Un consejo: es más fácil si estás tumbado boca arriba, metiéndote los huevos con tacto como si estuvieses toqueteando un par de bolas chinas de meditación, poco a poco hasta que se metan. Meterte en una bañera con agua helada justo antes de hacerlo también puede resultarte útil. Ahora ya estás preparado para el paso más importante: esconderte la salchicha. Dependiendo del tamaño y de tus preferencias, puedes hacerlo siguiendo tres métodos diferentes, los cuales han pasado de padres a hijos desde hace generaciones. He aquí un resumen.

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MÉTODO BÁSICO #1

Material necesario: un tanga dos tallas menor de la que usas.
Tamaño recomendado del pene: más de 15 cm.

Este es el modo más sencillo para esconderse el rabo, así que los novatos mejor que empecéis por éste antes de probar los otros dos. Primero estira un poco tu pene, hacia abajo, hasta juntarlo con los huevos, y tira de ambos para atrás, entre tus piernas, hacia el culo. Tira tan fuerte como puedas, cuanto más estirado más bonito quedará tu falso chichi. A continuación ponte unas bragas. Son clave para mantener el pene en la posición deseada (además te sirven para convertirte en toda una señorita). Recomendamos ropa interior de lycra, que no es muy sexy pero combina confort y flexibilidad. Si no tienes más remedio que usar braguitas de encaje, te recomendamos que debajo lleves medias de lycra. Un inconveniente que hay que tener en cuenta es que si se te pone dura, tu chichi se expandirá y parecerá que lleves una compresa empapada. Asqueroso

MÉTODO #2: CINTA ADHESIVA Material necesario: cinta adhesiva
Tamaño recomendado del pene: indiferente, sólo hace falta que tengas uno.

Para empezar: NO uses celo. Se te escurrirá tan pronto como empieces a sudar. Tampoco uses cinta adhesiva de tela, a no ser que te quieras arrancar la polla. La cinta de embalar parece ser la solución preferente, cuanto más ancha mejor. Una vez tengas la cinta preparada, tira de tu pene hacia fuera y envuélvelo desde la base hasta la punta. Sin cortar la cinta, tira de él hacia abajo para que te quede entre las bolas y tocando el ano. Pega la cinta por el lado derecho de tu cadera, y dale otra vuelta alrededor del lado izquierdo de la cadera, y luego pásala por tu paquete una vez más y córtala justo a la altura del coxis. Si estás sudando, sécate. Ponte unas bragas y márcate un bailecito. Variación #1: envuélvete el pene con la cinta pero no hasta la punta. Así podrás mear sentado (un plus para los drag queen borrachos).
Variación #2: sáltate el paso en el que pasas la cinta por las caderas y refuerza más la parte del coxis. Este es un truco que usan los travestis que bailan samba y los drag queen que prefieren actuar en taparrabos. Hará que se pasen la noche preguntándose si realmente tienes cachirulo o no.

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MÉTODO #3: ESTILO JAPONÉS

Material necesario: cinta adhesiva y super glue.
Tamaño recomendado del pene: japonés y sin circuncidar.

Incluso en los círculos de drag queens mejor informados sigue hablándose de esta técnica por lo bajini. Nadie que nosotros conozcamos ha visto o conocido jamás a alguien que lo haya llevado a cabo; solo un tío que conoce a una gente que conoce a un hombre que una vez oyó que alguien lo había hecho. Este método sólo funciona con salchichones pequeños. En realidad es uno de los pocos casos en los que tener un cacho pollón es un problema porque, si lo tienes, el resultado final será un ojete que mea y caga a la vez. Primero, y antes de meterte p’adentro  las pelotas, átate el prepucio de modo que quede cerrado con cinta adhesiva o hilo o lo que sea, hasta que parezca una flor de jazmín deshidratada. (Nota: tampoco vayas a atártelo muy fuerte, tienes que poder orinar). Cuando hayas hecho esto, esconde tus cojones de la misma manera que ya hemos explicado en los otros métodos, tira de tu pene para abajo y hacia atrás, como también hemos explicado, y luego, pégatelo desde la punta (apretando tanto como puedas) hasta tu ojete empleando para ello cinta adhesiva, sin escatimar. He aquí donde el famoso ingenio japonés entra en juego: una vez tengas el ciruelo entre las muslos, pega la piel del escroto a cada lado del pene. Si lo haces bien, parecerá los labios exteriores de una vagina. Mágico, ¿eh? Luego pon super glue por todas partes (en serio, ponlo) para asegurarte de que no se te va a desmontar nada y luego pega cinta adhesiva a discreción por todo el mogollón que acabas de crear. Una vez tengas la parte de delante terminada, utiliza un trozo de cinta más largo para pegarlo todo. En Japón, como era de esperar, tienen un tipo de cinta adhesiva especial para estas cosas, pero si no puedes conseguirla en tu ciudad, usa cinta de embalar normal y corriente. Finalmente, haz un agujero en la parte de la cinta que cubre el prepucio, para que puedas mear. Felicidades, tío. ¡Ahora ya puedes lucir un chomino precioso!

Fotos de Bobby Doherty