Hannah-Rose, 30: 'De repente dije: creo que me voy a cagar encima'
Era el tipo de tío al que le encanta llevar una botella de champán en la mano a todas partes, algo que, en mi opinión, es penoso. Iba acompañado de tres españoles muy guapos, pero él destacaba porque era el único que bailaba en todo el garito.Era el tipo de tío al que le encanta llevar una botella de champán en la mano a todas partes
Yo estaba charlando con un tío de Texas que también estaba en la despedida de soltero cuando Delroy se acercó porque creyó que al ser extranjera podría ser un ligue fácil. Él acababa de cortar con su novia después de tres años y había perdido mucho peso. Yo acaba a de cortar con mi novio demente y controlador, así que supongo que ninguno de los dos estaba realmente interesado en conocer a nadie.'¿Cómo te llamas?'. 'Delroy', respondió. Le estuve llamando Delboy durante casi un mes
Aun así, me cogió de la mano y caminamos hasta el apartamento que compartía con un guarda de seguridad de 50 años con pinta de Buda. Él se quedó dormido desnudo en una cama junto a la mía con una pequeña toalla cubriéndole las partes pudendas.En fin, que eché una cagada inmensa y fue muy vergonzoso. Después fui al hotel de Delroy. Vino corriendo en chándal para encontrarse conmigo junto a la piscina y ahí supe que a él no le importaba mi vergüenza y que yo estaba enamorada.Cuando Delroy regresó al Reino Unido, estuvimos tres semanas hablando por Skype y, cuando volví yo, ya estábamos listos para empezar a salir como está mandado.Nos casamos hace dos años, tenemos un bull terrier de tres años y un hijo de un año de edad
Josh, 23: 'Queremos amores de verano para recordar nuestros viajes'
Pasamos unos meses increíbles juntos. Fue el encuentro emocional más significativo que he tenido, pero nunca fuimos novios y nunca hablamos de concretar algo después de que me fuera
Chris, 27: 'Se convirtió en la típica escena de un anuncio antidrogas'
Le pregunté qué era y ella me miró con expresión sospechosa, pero insistí creyendo que podría controlarme, obviamente sin recordar lo mal que estaba antes. Le di unas chupadas y de inmediato aquello se convirtió en la típica escena de un anuncio antidrogas: la cabeza me daba vueltas, me puse todo paranoico y la escuché reírse como una bruja durante un par de minutos.Más tarde me enteré de que era una droga horrible llamada yaba, que significa "medicina loca" en tailandés y que no es otra cosa que metanfetamina, algo que no me esperaba. Yo estaba paranoico perdido y ella quería hacerlo otra vez. Solo podía pensar en mi madre diciéndome que usara siempre condón para no contraer VIH. Trataba de mantener una erección y ponerme un condón mientas pensaba en mi madre y en no contagiarme de VIH. Pésima combinación.Más tarde me enteré de que era una droga horrible llamada yaba, que significa "medicina loca" en tailandés y que no es otra cosa que metanfetamina, algo que no me esperaba
La chica empezó a aburrirse y la paranoia empeoró a los dos minutos. Me paré y grité "¡NO!". Quizá fue una exageración, pero me disculpé y dije que tenía que irme. Ella se ofreció a llevarme. Yo estaba muy avergonzado pero ella insistió y terminé aceptando.Mientras íbamos a buscar su moto, ella hablaba cabreadísima por teléfono en su idioma, así que supuse que estaba organizando algo para que me asaltaran. Yo no podía hablar pero presentía que estaba dando nuestra ubicación. Me subí a la moto y seguí actuando con normalidad, pero empecé a pensar algo de lo más estúpido: "¿Qué haría James Bond en mi lugar?".Le pregunté sobre su moto y ella respondió amablemente. Mientras tanto, yo me preguntaba si tendría que tirarla de la moto y huir cuando llegaran sus secuaces. Al final, me dejó justo enfrente de mi hostal.Los ligues veraniegos son divertidos y todo eso, pero primero tienes que asegurarte de que tu cuerpo funciona bien.Me subí a la moto y seguí actuando con normalidad, pero empecé a pensar algo de lo más estúpido: '¿Qué haría James Bond en mi lugar?'
Caroline, 29: 'Me llevó a casa y me explicó la costumbre holandesa de las caras negras'
Me subí en la parte de atrás de su bicicleta e hicimos un tour por Ámsterdam al amanecer. Fue uno de esos momentos que sabes que recordarás cuando seas vieja.Llegamos a su casa, bailamos desnudos y creo que me enamoré un poquito. Al día siguiente era la Navidad holandesa, ese día de noviembre en que Santa Claus llega a la ciudad y los niños se pintan la cara de negro porque, claro, el Santa holandés tiene esclavos.Así que tuve un segundo tour por Ámsterdam y, como todas las calles estaban cortadas, tuvimos que caminar dos horas para regresar a mi hostal. Había cientos, CIENTOS de niños con la cara pintada de negro por todos lados. Jaap me llevó a casa, me explicó el origen de la cara pintada de negro en Holanda y se acabó.Fue muy bonito y me recordó que hay mucho más en este mundo que novios intimidantes que niegan el Holocausto. No he vuelto a tener sexo casual desde aquella ocasión porque sé que nunca viviré nada igual.Llegamos a su casa, bailamos desnudos y creo que me enamoré un poquito
Durante muchos años creí que nos volveríamos a reunir y que nos casaríamos, pero ya lo superé. Ahora tengo 26 años y estoy enamorada de otra persona. Aunque sí hablamos unos meses después. Me mandó un mensaje porque dijo que se acordó de pronto de mi apellido cuando estaba haciendo la compra. Y, la verdad, la magia desapareció. Hablamos unas cuantas veces por Facebook, pero el inglés deficiente y las preguntas rollo "¿Cómo van los estudios?" no cuadraban con la imagen que había construido de él en mi mente.Creo que lo emocionante de los amores de verano es el azar. No es igual que conocer a alguien que te gusta en un bar de tu ciudad