El ejército de Canadá investiga un misterioso sonido en el Ártico

Los cazadores de la diminuta aldea ártica de Igloolik, en Nunavut, afirman que un misterioso sonido que parece proceder de las profundidades marinas está ahuyentando a la fauna de la zona.

Según informaciones de la agencia de noticias CBC, existen varias teorías entre los residentes con las que intentan explicar el origen de esta especie de "tintineo" o "murmullo", una de las cuales lo atribuye a las actividades de una empresa minera cercana, mientras que otras apuntan a un sabotaje de Greenpeace. Ambos aludidos han asegurado no tener vinculación alguna con el fenómeno que, según afirman los cazadores, ha ido mermando poco a poco la fauna local de la zona a lo largo del verano pasado.

Pese al creciente aumento de la actividad minera, el turismo y las maniobras militares en el Ártico, todavía no se ha hallado una explicación al extraño sonido. Sin saber cuáles pueden ser las causas ni a quién más recurrir, el pasado octubre el gabinete de la primera ministra de Nunavut contactó con el Departamento de Defensa Nacional canadiense (DND) para que iniciara investigaciones.

"Se ha informado al Departamento de Defensa Nacional de los extraños sonidos procedentes de la zona del estrecho del Fury y el Hecla; por otro lado, las Fuerzas Armadas de Canadá están tomando las medidas necesarias para investigar el fenómeno", señaló en un email el portavoz del DND, Evan Koronewski.

"Agradecemos la información suministrada por el gobierno de Nunavut y nos mantendremos en contacto con el gabinete del primer ministro una vez concluida la investigación", añadió.

Al parecer, Canadá se está convirtiendo en el País de los Expedientes X, puesto que no es el primer fenómeno acústico que se produce y que el gobierno se ha visto obligado a investigar. Los vecinos de Windsor, en Ontario, llevan tiempo oyendo lo que ya se conoce como el "zumbido de Windsor".

En 2014 se publicó el resumen de un informe gubernamental todavía clasificado sobre dicho sonido en el que se señalaba que no había sido posible determinar su origen, pero que podría deberse a la actividad industrial de la zona.

No sabemos si las investigaciones del DND esclarecerán el misterio, pero mientras tanto, seguirá habiendo cazadores cabreados en Igloolik.

Traducción por Mario Abad.