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Sam Rockwell le roba el patinete a un director de cine español

Paco Cabezas está montando "Mr. Right" en Los Ángeles, desde nos envía su particular diario que incluye desayunos mexicanos, suelos llenos de sangre, chalecos muy horteras y visitas a casa de John Landis.

El actor Sam Rockwell y el guionista Max Landis se lo pasan pipa con Paco Cabezas.

Cuando Paco Cabezas estrenó Tokarev nos habló mucho sobre Nicolas Cage y la forma en la que encaja los memes que circulan sobre él en internet. Entonces ya nos avisó que tenía una segunda película en marcha en Estados Unidos: Mr. Right, con guión de Max Landis (que firmó esa maravilla del género que es Chronicle y uno de los cortos 3:07 para VICE). Hemos esperado a que acabara el rodaje en Nueva Orleans y le hemos pillado de vuelta a Los Ángeles, justo en pleno proceso de montaje.

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Le propusimos un pequeño diario de rodaje, y también que nos contara su segunda experiencia dirigiendo en EE.UU., con un guión que le vuelve a conectar con el espíritu de Carne de Neón, "una especie de patada en los cojones a la comedia romántica tradicional". En un par de días, él nos devolvió varias notas de voz por WhatsApp y un montón de fotografías en las que descubrimos que recorre Los Ángeles en patinete, que Sam Rockwell es un actor genial y un tipo tan loco como parece ("me robó el patín y estuvo con él dando vueltas por el rodaje toda la tarde") y que los estudios de Hollywood son un verdadero festín para los sentidos de cualquier freak del cine. El viaje empieza en una cafetería mexicana…

Burritos antes de entrar en la sala de montaje

Son las 8 de la mañana y estoy en una cafetería mexicana en la que ponen burritos para desayunar, al lado de la sala de montaje en Los Ángeles. Te mando una foto de mi patinete. Creo que soy el tipo más raro de la ciudad, porque voy en patinete a todos los sitios. Hoy me he venido con él hasta la sala. Es el tercer día de montaje, un momento muy surrealista: un director español en patinete, que va a montar una película americana y que está desayunando un burrito. Ahora hay dos camareros mexicanos partiéndose a mi lado… aquí todos los trabajos chungos los tienen los latinos, hablan español y te tratan de puta madre. Eso es una ventaja.

En casa del director de Granujas a todo ritmo

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Esta película empieza con Max Landis. Nos conocimos a raíz de Carne de neón, que a él le gustó mucho. Fuimos a su casa porque yo le dije que había escrito una película que se llamaba Sexykiller y que creía que tenía muchos puntos en común con Mr. Right, su guión. Al abrir la puerta, me encontré con John Landis y con su mujer. Nos pusimos a ver Sexykiller, que para mí siempre fue un homenaje a Un hombre americano en Londres. Max es como una especie de alma gemela, con un sentido del humor, hijodeputa y negro, como el mío. Después de leer en Los Ángeles trescientos guiones sobre mexicanos que secuestran a la mujer del protagonista, de repente, en Mr. Right encontré todo lo que me gusta: mucha mala leche, personajes extremos y momentos de cuento de hadas. Por eso nos fuimos a Nueva Orleans para rodar. Espera, que te mando una foto de Max Landis.

Mi 'hermano' Sam Rockwell

Sam es un amor, es como mi hermano del alma y muy buena persona. No sabes cómo una estrella de Hollywood puede ser así. Es como aparece en las películas, está medio loco y es un encanto. Entre los tres hemos creado una especie de trío, de orgía [risas], que nos ha permitido hacer una película diferente. Creo que es la típica película que me gustaría ver en Sitges, por allí ha pasado todo lo que he hecho.

Haciendo el freak en los estudios

Éstas son algunas fotos del estudio. Me metí en Fox y me puse a hacer fotos de mis grafitis favoritos de La Guerra de las Galaxias y de La Jungla de Cristal. Uno de los mejores momentos de hacer cine aquí es cuando vas a un estudio, a reunirte con un productor, y puedes un ver esos detalles: el coche de Los Cazafantasmas o la estatua de Napoleon Dynamite. Son pequeños vómitos friquis que hacen que merezca la pena este trabajo.

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Patada en los cojones al género

Mr. Right ha sido un rodaje de puta madre. Los actores se han entregado al 100% y por fin he encontrado una película que representa el espíritu contracultural que tenía Carne de Neón, como una especie de patada en los cojones a la comedia romántica tradicional. Trabajar con Sam Rockwell, que es un crack, es un sueño hecho realidad. La trama es, básicamente, una chica que se enamora de un asesino a sueldo sin saberlo… Lo interesante del personaje de Sam, del asesino, es que Max el guionista lo compara cuando mata con Gene Kelly o Fred Astaire haciendo un número de baile. Una de las obsesiones de la película es hacer de la violencia algo estético. Encontrar la belleza en la violencia. Nueva Orleans para eso es una ciudad perfecta, tiene un periódico en el que toda los días publican fotos de la gente que entra en la cárcel y las calles hierven con la música.

Don't worry about it

Te mando una foto mía con el pelo rapado al cero. Rodar es como ir a la guerra o atracar un banco, una experiencia extrema. Como estar en una isla desierta… El script acabó harto de mí. Yo soy un poco de la escuela Scorsese, la continuidad me importa un pimiento. "Don't worrry about it", era la frase que le repetía durante el rodaje. Tanto, que acabó haciéndose una camiseta. Aunque también había mucha planificación, me hice un storyboard como de 200 páginas. Cada vez que rodábamos los planos, iba arrancando páginas, hasta que quedó como un panfleto de tres páginas. Según la peli crece, el storyboard desaparece.

Chalecos horteras para mafiosos

Estaba obsesionado con que los malos de la película fueran lo más realistas posibles. Te mando esta foto de un tipo con un chaleco muy hortera que me encontré en el estreno de Gone Girl, de David Fincher. Los mafiosos se visten de manera surreal, y me encantó este chaleco tanto que lo busqué y al final un personaje lo luce en la película. Bueno, yo creo que con esto tienes material suficiente, ¿no?