FYI.

This story is over 5 years old.

Identidad

Semana Santa para Dummies: que la procesión te pille confesado

Empalados, legionarios, sufrimiento físico, pero también ritos que honran la memoria de ilustres borrachos. Ten cuidado con el destino que elijes para estas vacaciones.

Los tambores de Calanda que tanto apreciaba Luis Buñuel. Foto: Laura Milian Dueñas

El otro día recibí una llamada en el portero automático de casa. Era muy pronto, un sábado por la mañana, y una voz cavernosa (casi de ultratumba) me susurró: "¿Me puede abrir? Vengo a dejar una invitación en el buzón para celebrar la muerte de Nuestro Señor Jesucristo". Upps. Reacción inmediata: colgar el telefonillo, casi con violencia. Miedo. ¿Celebrar la muerte de alguien? Espera, un momento de reflexión. Mirada furtiva al calendario del móvil. Ah, vale, es Semana Santa. Esto ordena un poco las ideas. Pero tú, señor de la voz de las cavernas, no estás en lista para entrar en mi portal para depositar tus flyers.

Publicidad

Ha llegado Semana Santa y, por un lado, como anunciaba el 'ángel del telefonillo' se celebra una muerte a nivel mundial y, por otro, llega el momento de tomar una decisión algo más lúdica, pero también de gran trascendencia. ¿Qué coño hago con los días de vacaciones que tengo? Igual que a la Lady Dilema de Carlos Berlanga, cada vez que llega la Semana Santa nos asaltan las mismas dudas: "¿Playa o ciudad?, ¿la montaña o el mar? Y si es mar, ¿cuál será?, ¿qué océano valdrá?".

Hay que tener cuidado con el destino que se elige en estas fechas, porque las celebraciones religiosas transforman los pueblos y ciudades de nuestra geografía. Las luces se atenúan, se hace el silencio sepulcral (o el estruendo más abrasivo) y la gente sale a las calles vestida de gala -mantillas, peinetas y trajes de domingo- o con atuendos extraños y también algo siniestros que no se vuelven a ver en ningún momento del año. No hay que irse a Filipinas, donde se pegan una pasada crucificándose de verdad en un monte, para ver sucesos alucinantes. Basta con coger el coche y acercarse a cualquiera de nuestros pueblos y ciudades.

Antonio Banderas se ha hecho una foto en Málaga, este año sin Melanie y con nueva novia, pero es igual: la Semana Santa ha comenzado. Te ofrecemos una guía de cosas extrañas que pasan por ahí, no todas relacionadas con la religión, por si decides visitar alguno de estos lugares.

Legionarios en Málaga: Sucede el Jueves Santo, desembarcan en el puerto de la ciudad los militares más rudos del Ejército, como si fueran los protagonistas de las míticas 'Historias de la Puta Mili', para llevarse a hombros al Cristo de la Buena Muerte. Marcial como pocas, si te cruzas con ellos intenta no levantar la vista. Son los novios de la muerte, muy pocas bromas.

Publicidad

Casarabonela (Málaga), Adra (Almería) o Castro Urdiales (Cantabria), entre otras: Pasión viviente. Un teatrillo para unos, puro arte para otros. Esta representación se encuentra medio camino entre Jesucristo Superstar y las celebraciones religiosas. Los vecinos se implican, se reparten los papeles y se acaba en la mítica secuencia de la Cruz. Pero tranquilo, el final no es el que conoces por la Biblia, si es que alguna vez la has leído.

El borracho Genarín, un mito en el Barrio Húmedo de León.

Entierro de Genarín: El Barrio Húmedo de León es una de las zonas de perdición más recomendables de nuestro país. Beber y comer a precios asequibles. Vinos de la zona (buenísimos), grasientas viandas locales (con moderación) y digestivos (muy necesarios para no acabar K.O. sobre la acera). Pura vida. Además, durante la Semana Santa se monta allí una bastante importante en honor a uno de los habitantes más ilustres del barrio, Genarín, que sería lo que ahora se conoce como un 'golfo' -sus pasiones eran la priva, el juego y las mujeres-, y que murió atropellado por el camión de la basura. Se le atribuyen milagros. Eso es lo mismo, el milagro (etílico) se produce todos los años durante esta procesión.

Los tambores de Calanda (Teruel): A Buñuel le flipaban, para eso era del pueblo, y sonaban en algunas de sus películas. Pero también hay que tener en cuenta que el director maño estaba un poco sordo, porque de otra manera es bastante difícil aguantar todas las horas, 24 desde que dan la salida oficial, que los vecinos del pueblo se dedican a aporrear sus tambores de distintos tamaños. Hay sesiones de drum'n'bass con menos golpetazos. Se aconseja llevar los tapones que usaste (sin motivo) en el último Primavera Sound.

Publicidad

La procesión de los borrachos (Zamora): Muy en la línea de lo de Genarín en León, en la vecina Zamora también saben bien cómo combinar los pasos de Semana Santa con la ingesta de alcohol. La coartada es puramente religiosa, del Jueves al Viernes Santo sale la imagen de Jesús Camino del Calvario, como lo hace de madrugada, la muchachada aprovecha para acercarse y comprobar si todavía no ve doble y si tiene que seguir bebiendo hasta ponerse pedo del todo. La popularidad que ha alcanzado, la cantidad de "devotos" que tiene este paso, hace que se haya convertido en un must entre la gente de la zona.

Lunes de Aguas (Salamanca): Para los despistados, para aquellos que prefieren viajar en las fechas en las que todo el mundo está ya en sus puestos de trabajo y pillar ofertas. Pues también tienen que estar atentos, en Salamanca, las celebraciones de Semana Santa acaban ocho días después con una fiesta en la que literalmente la ciudad se echa al campo. Bueno, y a los jardines y a cualquier sitio donde haya un poco de verde, una sombra y sitio para poner un mantel, comer hornazo y beber, sobre todo beber. Se conmemora que en tiempos remotos las prostitutas regresaban a la ciudad tras pasar la Cuaresma (y recuperar su maltrechas anatomías) al otro lado del río para volver a tentar a los estudiantes de leotardos y calzas. El guía de todas ellas se llamaba Padre Putas. Explícito.

Indulto de presos: Práctica habitual. El Gobierno este año ha concedido once, a petición de las distintas cofradías del país. La imagen luego es siniestra, el preso encapuchado (siempre eso aquí da algo de yuyu) le da las gracias a los bondadosos cofrades. Este año, los beneficiados de la medida se anunciaron en el último Consejo de Ministros, casi todos estaban condenados por delitos contra la salud pública (drogas), pero uno de ellos estaba en prisión por haber revelado datos de ficheros de la Seguridad Social. Cosas que pasan por aquí en Semana Santa.

Los Empalaos de Valverde de la Vera (Cáceres): No llegan al nivel de sufrimiento físico extremo de Filipinas -imágenes gore que cada Semana Santa nos chutan desde los Telediarios sin ninguna intención, claro- pero lo que sucede en este pueblo de Extremadura no está nada mal. Los penitentes aparecen atados con cuerdas a un cruz y así recorren las 14 estaciones de las que se compone su Vía Crucis. Les acompaña un séquito, que va oculto por mantas. Todo bastante siniestro, la verdad.

Los Picaos (La Rioja): Siguiendo la misma línea de sufrimiento físico nos encontramos de frente con Los Picaos, que pertenecen a la Cofradía de la Santa Veracruz de San Vicente. Su especialidad es la flagelación, y lo hacen durante varias procesiones. Solo aconsejado para los amantes de las sensaciones fuertes.