Mucha gente a la que le gusta el punk, no le gusta admitir la influencia que tuvo en el universo de la moda. Porque, joder, el punk es música, tíiiio. Pero, lo quieran aceptar o no, fue así. Las tachuelas, los imperdibles, el cuero y los pinchos se hicieron populares con la llegada de la primera oleada de bandas punk y luego se infiltraron en la alta costura y finalmente en los terrenos más comerciales de la moda. Y, precisamente porque eso pasó, hubo alguien que estuvo allí documentarlo. Se trató de Sheila Rock. Su nuevo libro PUNK+ captura el fenómeno 'anti-fashion' que hizo que todo el mundo se pusiera el pelo de punta y llenara de imperdibles sus camisetas rotas.
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Os dejamos con estas fotos del libro PUNK+, que se puede comprar en First Third Books.
