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Cultură

El baile de Sáenz de Santamaría dice mucho de los políticos españoles

La lucha por ser el político más ridículo de España ha comenzado.

Mariano Rajoy declaró hace unos días que habría elecciones el 20 de diciembre – que no el de noviembre que es el día que les gusta a ellos – así que como no podía ser de otra forma, ya ha empezado la carrera para ganarse el corazón de los españoles y los políticos – como siempre – están empezando a hacer el capullo en la tele y en cualquier sitio en el que haya cámaras y/o micrófonos para ganarse unos cuantos votos.

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Aquí en Cataluña llevamos unos cuantos meses más aguantando todo este espectáculo casposo y ridículo llamado campaña y precampaña electoral y aunque las elecciones hayan acabado, el circo sigue: hemos tenido que aguantar desde sus anuncios infumables hasta Arrimadas gritando "somos 700.000" en plan poligonera en el podio de la Scorpia aunque seguramente no hubo nada tan espantoso como los bailes de Miquel Iceta. Si con ver una sola vez al líder de los socialistas catalanes contoneándose al ritmo de Queen cachete con cachete con Pedro Sánchez no era suficiente, el tipo lo repitió hasta la saciedad en el resto de mítines de la campaña, e incluso se fue hasta El Intermedio a hacerlo para que ningún español se perdiese los sensuales movimientos de su cuerpo con forma de circunferencia perfecta.

Un par de semanas después que todo eso acabase – por fin – pensaba que ya estaba curado de espanto, pero como decía Michael Corleone en El Padrino 3, "cuando creo que estoy fuera vuelven a meterme dentro", o en este caso, cuando crees que la política española no se podría convertir en algo más ridículo, aparecen políticos que son capaces de sorprenderte – lo de ilusionarte está claro que no va a volver a pasar – y para estas próximas elecciones generales la verdad es que están yendo al máximo desde el principio.

Esta vez la encargada de hacernos sentir orgullosos de ser españoles ha sido Soraya Sáenz de Santamaría, la vicepresidenta del gobierno, que ayer estuvo en El Hormiguero, el programa de Pablo Motos que se caracteriza por tener dos hormigas de peluche que hablan, estar enamorados de Will Smith y poner chicas a hacer pan con tomate de la forma más erótica posible y al que ella, bueno, fue a bailar. Si, he dicho bailar.

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Soraya to burlá en el Hormiguero #SorayaEH https://t.co/89t6gZpuND
— ÁCIDO en la red (@acidotvideo) October 6, 2015

¡Que soltura, que naturalidad! casi parece que no lleve más de dos semanas practicando en su casa para que le salga "a la primera". En su sonrisa y en su mirada además hay un gesto de superioridad y de satisfacción como pensando "lo estoy petando pero bien", esta contenta con su trabajo, de ser una tía del PP enrollada y que sabe disfrutar de su cuerpo como quiere. ¡Di que sí! Que toda esa gente que las está pasando putas por vuestras liadas no te afecte, esta noche es TU noche así que pétalo pero bien, que nadie te diga lo que tienes que hacer, como aquella veces que te hiciste una sesión de fotos sexys para El Mundo y los meapilas se quejaron, ¡defiende lo tuyo!

Si os soy sincero, como una persona con nula psicomotricidad admiro mucho que fuese capaz de aprender el baile del programa y no se tropezase al segundo paso, yo sería incapaz, pero como votante cada vez estoy más preocupado.

Me imagino que en el PP pensaron "Joder, si al PSC le ha funcionado ¿porqué a nosotros no?" y se han intentado marcar un Iceta a nivel estatal poniendo a Soraya a mover el culo. Está claro que la mayoría de políticos de este país nos ven a los votantes como a un niño pequeño al que tienen que hacer carantoñas para tener contento y eso hace que me pregunte si eso funciona de verdad, si la gente cede su voto – que al fin y al cabo es la única forma de tomar decisiones políticas que tenemos – a cambio de dos minutos de risas a costa de uno u otro político. Si eso es así, dice mucho – y no precisamente bueno - del nivel de los votantes españoles.

Al margen de esto un consejo a todos los políticos en campaña: en serio, dejad de intentarlo, Iceta fue un one hit wonder, fue el hit del verano que la industria musical nos negó este año, un regalo caído del cielo en forma de hombre bajito, regordete, calvo y miope. Este tipo ha convertido el ridículo en una marca registrada, es el jodido Michael Jordan de lo humillante, no se puede competir con él así que haceos un favor y haced campaña de verdad, con uno ya tenemos el cupo lleno.