Todavía hay gente que se asusta de ver un pene

Antes de nada, de decir que en pleno siglo XXI nos parece una vergüenza la censura y de que los Ayuntamientos de este país, aunque se declaren progresistas, parecen vivir en instalados en el pasado, vamos con los hechos. Contados por boca de la protagonista principal de la historia, la fotógrafa valenciana Berena Álvarez Fernández. Siempre con perdón de un pene 'amarrado' que aparece en una fotografía:

"Una comisaria de Valencia selecciona dos piezas de mi serie Gossypium, para una exposición colectiva, junto a otros cuatro artistas más, contra la violencia de género. El título es Desmontando poderes y silencios . A la comisaria (Irene Ballester, Doctora en Historia del Arte) la conozco, ha sido profesora mía, y me propone usar dos de estas piezas. Una semana y media antes, me dan las medidas del espacio y entre ella y yo decidimos qué dos piezas podrían hablar mejor del trabajo y también cuáles dejaban el mensaje más claro. Decidimos que fueran la del cuello y la del pene. Yo me traslado hasta Madrid con las dos obras. El domingo me tengo que volver de urgencia a Valencia, así que otra persona se encarga por mí de llevarlas al hall del Ayuntamiento de Fuenlabrada. Recepcionan las obras, las cuelgan y al rato recibo una llamada diciendo que la del pene la han tenido que descolgar por orden de la concejala".

La única explicación que recibió del Ayuntamiento madrileño, que dirige el socialista Manuel Robles Delgado, es que a la concejala no le parecía apropiado que hubiera un pene colgado de la pared. "Se ve que esa imagen es demasiado fuerte para ella, no lo sé. En el contexto en el que estamos hablando, la violencia machista, mi obras simplemente subvierten los papeles del hombre y la mujer. Es solo lo que hago. Se crea ahora la polémica porque a mí me sienta fatal que retiren esta obra. Me parece una imagen superpotente y muy inspiradora de lo que quiero decir. Siempre estamos viendo pechos y vaginas y nadie le da importancia. Pero en el momento que muestras algo que no estamos acostumbrados a ver, parece que has matado a alguien. Encima en este contexto feminista, de un Ayuntamiento que se supone feminista, con una concejala que es de la Concejalía de Igualdad, que es mujer… me parece una incongruencia total".

La concejala no ha dado más explicaciones que las que nos cuenta la fotógrafa y ni siquiera fue a la inauguración. Suponemos que tendría problemas de agenda o quizá no quería hacer frente a su decisión delante de la comisaria de la muestra, que sí que estuvo presente, la otra imagen que mandó Berena (un cuello con un cordón rojo amarrado) sigue ahora mismo expuesta en el hall del Ayuntamiento de la localidad del sur de Madrid. Pero los genitales no están. Nunca estuvieron.

"Que en el siglo XXI me censuren un pene me parece algo surrealista, nunca me había pasado esto. Otra cosa es que tú puedas comentar que te gusta más o menos, o que no es de tu agrado, porque para eso está. Para generar algo en tu conciencia, y que tú decidas y que genere un debate. Pero nunca para decir: 'que no se vea, porque es un pene'. Estoy segura de que si hubiera sido una vagina, esto nunca hubiera pasado. Al final lo que me da rabia es que siempre se es retrógrado en el mismo sentido, y encima en este ámbito. Lo que yo no voy a hacer es presentar esta obra a un exposición religiosa o políticamente conservadora, porque sé que no le van a dar cabida. Pero sí tú la seleccionas y luego la descuelgas… para mí es una falta de respeto, porque la exposición trata precisamente de esto. Me parece ridículo".

El trabajo de Berena no le ha podido pillar por sorpresa a los responsables del Ayuntamiento, es público desde el pasado mes de marzo, cuando se expuso en Valencia, circula por Internet y ha sido publicado por varios medios especializados en arte y culturales. "Pones mi nombre en Google y, sin ser famosa, salen tres o cuatro referencias". El Ayuntamiento no ha respondido y solo ha hecho un comunicado en el que pide que se trate con cuidado esta información en los medios, "porque este Ayuntamiento tiene un plan muy amplio de actividades relacionadas con este tema y no nos gustaría que se viera perjudicado ni desacreditado por este tipo de polémicas".

"Parece que encima me tengo que callar. Yo soy feminista y obviamente soy capaz de trabajar estos temas, para eso soy fotógrafo y artista. Me toca la moral que encima me vengan diciendo que trate el tema con respeto, con respeto tenían que haber tratado mi trabajo también. Si me hubiesen llamado, me hubiesen dado una explicación o tratado las cosas de otra manera… pero no puedes coger y decir: 'fuera'. Eso, en mi pueblo, es censura", concluye Berena.