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Cultură

Tú también puedes ser un político corrupto, ¡es fácil!

Te ofrecemos el manual de instrucciones con los recovecos de los que se aprovechan nuestros caraduras favoritos para irse de rositas tras hacer chanchullos y negocios turbios.

Imagen vía 'Corruptópolis'

Qué duda cabe de que los políticos saben muy bien a lo que van. Las reglas del juego las tienen claras de antemano, como cuando antes de barajar al mus se decide si se juega con 4 o con 8 reyes. De esa misma manera se aprenden nuestros dirigentes el decálogo del corrupto que aquí os frecemos.

Frenen sus acusaciones de demagogia porque, es verdad, los hay honrados. Pero no es menos cierto que están en vías de extinción. Para muestra un botón que pasó desapercibido en octubre, durante el mes negro de la corrupción: de los cinco alcaldes detenidos durante la última operación Púnica, cuatro estaban en su primer mandato. Acababan de llegar al puesto de mando y ya estaban delinquiendo a lo grande.

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1) Saber con quién te juegas los cuartos

Lo fundamental es saber de quién te rodeas. ¿Cómo se entiende si no que en apenas dos años, desde que salieran elegidos, los alcaldes púnicos hayan tenido tiempo de conocer qué otros 'colegas' alcaldes cojeaban del mismo pie? Algunos incluso de otro signo político con quienes apenas alcanzan acuerdos de mínimos en materia social. Pero para las corruptelas sí se sentaban a la misma mesa. La lista de alcaldes corruptibles debe de ser uno de esos secretos que solamente se transmiten boca a boca, como las obras de los juglares en la Europa medieval.

2) Cuanto más arriba salpiques, mejor

Dentro del manual de la corrupción, conviene elegir bien los compañeros de viaje. Cuánto más arriba dentro de un partido se apunte, más fácil será salir del paso si se es descubierto. ¿Que a uno le pillan con las manos en la masa? Pues se amenaza con pruebas comprometedoras, como Luis Bárcenas. Eso ayuda a enredar el debate político y a lograr mantener activos ciertos canales de comunicación. Desde los mails hasta Whatsapps.

En el caso del extesorero del PP se señaló a la cúpula del partido del Gobierno y, entre comparecencias vía plasma y plantones a la prensa, la cosa se dilató casi medio año. Tiempo suficiente como para destruir pruebas. El Partido Popular pulverizó los discos duros del ordenador de Bárcenas impidiendo contrastarlo con sus 'papeles'. La excusa de Génova es que necesitaban ese ordenador para un nuevo trabajador, pero lo cierto es que la operación de limpieza se llevó a cabo cuando ya se sabía que existía una investigación policial ya que varias patrullas se habían personado con anterioridad en la sede.

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3) Elige bien el delito

Otro detalle importante es elegir el delito. Enmarcarlo bajo el epígrafe de la financiación ilegal de un partido ayuda puesto que estos delitos están regulados por la Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio. En concreto, el artículo 17.1 define como infracción muy grave "aceptar donaciones que contravengan las limitaciones" contempladas en la ley, "no presentar, sin causa justificada, las cuentas correspondientes al último ejercicio anual o que éstas sean tan deficientes" y "que los partidos hayan superado los límites de gastos electorales previstos en la ley". Unas líneas más abajo, el artículo 17.3 de esta misma ley declara que "el plazo de prescripción de las infracciones contenidas en la Ley será de cuatro años".

Ese periodo permite a casi todos los infractores salir indemnes ya que el Tribunal de Cuentas tarda cinco años de media en elaborar sus informes de fiscalización. Así se entiende que las sanciones casi nunca lleguen a tiempo.

Lo mismo sucede con otros delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico como el blanqueo de capitales y el alzamiento de bienes, capítulo XIV y XIII respectivamente. La responsabilidad penal de cada uno de los delitos se extingue "a los cinco años".

4) Aprovéchate de la Fiscalía

La maniobra judicial que están construyendo los abogados de los empresarios y cargos de la Junta de Andalucía implicados en el caso de los ERE está basada en el escrito del fiscal Horrach. El mismo que exculpa a la infanta Cristina en el caso Nóos. Los letrados están aleccionando a sus clientes para que repitan de forma reiterada que ninguno de ellos era consciente de que estaba obteniendo beneficios de manera ilegal. Del mismo modo que declaró la hermana del rey Felipe VI y que, para el fiscal, le exime de cualquier responsabilidad penal. ¿En qué queda la cosa? Pues que con devolver el dinero sería suficiente para saldar cuentas con la Justicia. Y no todo el dinero, solamente aquel cuya procedencia ilegal se haya demostrado.

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5) Distribuye tu trama por paraísos fiscales

Las leyes de los paraísos fiscales son muy diferentes a las de España. Que se lo digan a Bárcenas. El Tribunal Penal Federal suizo ha anulado la autorización dada por la justicia helvética al juez Pablo Ruz para usar la documentación sobre el extesorero del PP, Luis Bárcenas, que le ha ido remitiendo en la investigación de delitos fiscales dentro del caso Gürtel. ¿Por qué? Por lo visto se cometió un error formal y no se dio audiencia a los implicados. Eso implica que ahora deberá repetirse parte del proceso de solicitud de información para cumplir con todas las garantías legales.

6) Enreda al juez

Cualquier político que quiera emprender negocios ilegales en los próximos meses debería intentar enterarse de qué juez podría investigarle. Así puede saber si, dilatando la instrucción, puede librarse del mismo. Algo similar ha ocurrido con el juez Ruz muy al hilo del párrafo anterior.

El Partido Popular, que es quien manda por correlación de fuerzas en el órgano de los jueces, ha decidido relevar a los magistrados sustitutos que desempeñan sus labores en comisión de servicios. Eso es perfectamente legal, aunque caben excepciones si la evolución de un caso lo requiere. Sin embargo la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no ha estimado oportuno hacer ninguna excepción con el juez Ruz, aunque se trata de un caso grave sobre la ya probada financiación ilegal del partido que gobierna en España.

Finalmente un nuevo juez llegará a la plaza por antigüedad en una convocatoria a la que Ruz no puede optar porque no lleva los suficientes años en la carrera judicial. Ya se sabe lo que va a ocurrir. Simplemente poniendo al día al nuevo magistrado, y a nada que éste quiere modificar parte de la instrucción, los principales implicados en la causa podrían ver cómo prescriben sus delitos.

7) Busca cualquier error
España goza de un sistema judicial garantista. Eso implica que si la defensa encuentra cualquier fallo -detalles erróneos que afecten a la publicación de unas normas municipales, a la solicitud de un registro o a una escucha telefónica- puede lograr la nulidad de las actuaciones. Así de fácil. Que se lo pregunten al juez Garzón.

8) Dilata el proceso hasta el infinito
Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón, es el máximo exponente de esta vertiente. De la mano de sus abogados, Fabra se ha opuesto sistemáticamente a todas las decisiones del juzgado y ha recurrido hasta agotar la última instancia. Para hacerse una idea de cuánto se ha dilatado el proceso basta resaltar que el caso ha pasado por las manos de 9 jueces que, por diversas razones, fueron rechazando la titularidad del tribunal al cargo.

Al no haber podido valerse de ninguna de las tretas mencionadas en este artículo, la condena de Carlos Fabra ha llegado. En realidad llegó en 2013, 14 años después del delito fiscal que le ha llevado a la cárcel. Pero sus abogados ganaron un año más al decidir acto seguido recurrir al Tribunal Constitucional y, al ser rechazado, pedir el indulto. Todo fue denegado y a principios de diciembre entró en prisión. Pero los 15 años que ha estado en la calle no se los quita nadie.