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Cultură

Llantos en los pasillos y sueños con Pachá Ibiza: un día en los exámenes de selectividad

32.224 futuros universitarios se examinaron ayer después de haber superado segundo de bachillerato o los ciclos formativos de grado superior por última vez.
Todas las fotografías por la autora

Recuerdo perfectamente el día que hice la selectividad. Había quedado con el que entonces era mi novio y no hablamos en todo el camino. Cuando llegamos a Plaza España aquello parecía un rebaño de camino al matadero.

Había tanta gente que no se podía ni avanzar. Nos dirigíamos en masa a las facultades de Zona Universitària. Estaba medio mareada, hacía mucho calor y tenía el estómago cerrado. Llevaba un bocadillo de queso pero no probé bocado.

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Arrastrada por la nostalgia, decidí volver a pisar la que fue mi aula de examen justos después de diez años de haber realizado la prueba. Después de tantos años aún recordaba la que había sido mi silla. Si la memória no me fallaba todo estaba en su sitio. Nada había cambiado desde entonces. Eran las ocho y media de la mañana y los alumnos se amontonaban en los pasillos de la universidad con sus DNI en la mano y un papelito con códigos de barras a la espera de ser llamados por orden alfabético para entrar en las aulas.

Mientras tanto, los profesores esperaban en la puerta y parecían estar más nerviosos que los alumnos. A ellos la selectividad también les ponía a prueba.

¿Serían las preguntas que tantas veces les habían machacado en clase las elegidas por el tribunal? ¿Sabrían los alumnos contestar correctamente a todas las preguntas formuladas en el examen?

"Hasta que no ves el examen no te quedas tranquilo —dice Mar Sanglas, directora de bachillerato del colegio Joan Pelegrí— normalmente las lenguas no son extremadamente difíciles para los alumnos, pero a veces hay alguna pregunta que no te la esperas".

Me explica que este año no es el último de las PAU (a pesar de que muchos medios lo han confirmado), y que los profesores de su centro ya han recibido temario para la selectividad del curso 2017, también me dice que ha leído que querían cambiar el nombre a PEAU.

No hay paz que valga en las PAU. Y si no que se lo pregunten al pobre chico que se ha desplomado por las escaleras de la Facultad de Biología tras el examen de español, dicen sus profesores que seguramente fruto de los nervios y del estrés.

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Muchos profesores coinciden en que los estudiantes cada vez leen menos

La buena organización y la puntualidad de las pruebas son un factor positivo a destacar: "Es un sistema que funciona a la perfección. Todo debería funcionar así —exclama el presidente del tribunal 18, que no puede revelar su nombre al estar involucrado en la corrección de exámenes— Podría darse la posibilidad que alguien se durmiera el día de la sele. Todo está contemplado, por lo que los alumnos despistados puedan entrar en el aula hasta las diez en punto. Además Los estudiantes con problemas y trastornos relacionados con la hiperactividad están vigilados en todo momento", dice.

Una vez todos están en clase llega un momento de lagrimita: Unos profesores reconocen a unas ex estudiantes del centro. Ahora hacen tercer curso de química. Se preguntan aquello de "¿Cómo te va la vida?" Se abrazan fuertemente y se despiden. Tal vez nunca más se vuelvan a encontrar. Me dirijo hasta la Facultad de Biología. Allí los medios tenemos autorización para grabar y hacer fotos. Es azúcar.

Reconozco a dos profesores, una mujer y un hombre, que había tenido en cuarto de la ESO. Recuerdo el mote de uno y no me atrevo a decirle nada por miedo a que me salga sin querer. La señora es Mari Ángeles. Se conserva igual que hace trece años. ¿Cómo lo hace? Se acuerdan de mi fisonomía y hasta él se acuerda del nombre de mi hermana pequeña. Después de ponernos al día Mari Ángeles (profesora de lengua) me comenta el examen de literatura.

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Por lo general ha sido muy fácil. Lo que les cuesta más a los estudiantes son los sinónimos. "Escriba un sinónimo adecuado para cada una de las palabras: gemido, arrebujada, balbucea y vislumbra".

Muchos profesores coinciden en que los estudiantes cada vez leen menos.

Mirando exámenes de otros años nos hemos sorprendido porque vemos que ha sido bastante más fácil y además han salido temas que habíamos machacado mucho en clase

El primer examen, el de Lengua Castellana en general ha ido bien. "Había preguntas que no nos las esperábamos" —dice Carlota Font. Ella y su compañera Mercè esperan que llegue el fin de exámenes para ir a la discoteca con las amigas a celebrarlo. Después tienen pensado ir a Lisboa con un grupillo de cinco chicas.

Carlota y Mercè

Belén Daura, futura estudiante de tecnologías aeroespaciales, dice que después de los dos años de Bachillerato quieren disfrutar un poco. Junto a sus compañeras Sílvia Tarín y Carolina Siles tienen previsto un pequeño viaje para celebrar la acabada del curso. Un grupo de unas 600 personas pasarán una semana entera en Ibiza por unos 400 Euros. Han contratado un pack que les incluye comidas y cenas además de una noche de fiesta en Amnesia.

Belen, Sílvia y Carolina

Para muchos es la primera vez que se van de vacaciones sin sus padres. Gabriel Bellido es uno de ellos. Necesita un 11.08 sobre 14 puntos para poder hacer ADE en la Universidad Pompeu Fabra. "No creo que llegue, pero tengo que intentarlo". Él también se va a Ibiza cuando termine: "Somos un grupo de cinco amigos que llevamos preparando este viaje desde noviembre. Hace apenas un mes que la agencia de viajes nos dijo que no tenían disponible el pack que habíamos pactado y lo hemos tenido que contratar por nuestra cuenta. Al final nos ha salido más barato. Nuestro plan es ir de discoteca. Tengo ganas de ir a Pachá y a Space Ibiza".

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Gabriel

Álex, Gastón y dos chicos llamados Sergi acaban de hacer el examen de catalán, les ha parecido bastante fácil. Aseguran que se han leído todos los libros. Gastón se quedará en Barcelona después de la sele y saldrá por la ciudad con los amigos.

"Hacer un viaje es muy caro y además paso de ir con amigos menores y que ellos no puedan entrar y yo sí". Los planes de sus compañeros son ir con los padres de vacaciones, con amigos a Menorca y con otros compañeros a Port Aventura.

Los exámenes de lengua, por lo general, no han suscitado demasiadas sorpresas.

cuando ves el verbo 'recer' y no sabías ni que existia — a girl has no name (@itsxalpu)14 de junio de 2016

El de Empresa ha sido el más polémico debido a su dificultad.

"Llevo un mes y medio haciendo exámenes de sele de empresa y he flipado con este. La teoría era fácil, lo que la práctica ha sido muy complicado" —explica Lidia después de hacer RT a una amiga que decía que la habían follado mucho en empresa. Se ha creado incluso un Change.org a modo de protesta. Sergio Berga, profesor de Economía de la Escuela Técnica Profesional Xavier, reconoce que es una prueba complicada teniendo en cuenta las anteriores. Concretamente la pregunta uno, la tres y la cinco. Además si te equivocabas en una de ellas era muy fácil cagarla en las otras.

Calcular el coste unitario de venta de un producto y el coste variable unitario sabiendo que la empresa quiere que el precio unitario del producto doble el coste del variable unitario parece difícil a simple vista. Había quienes hacían una y otra vez un mismo problema obteniendo resultados muy dispares: lo que al principio les daba -15 después resultaba que era + 15.000. No pasaba nada por unos cuantos ceros de más.

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Después del examen de empresa se han visto llantos y gente que ha abandonado el aula a los pocos minutos después de poder salir (no se puede salir hasta al cabo de una hora).

La tarde ha sido bastante más tranquila. Don Juan Tenorio, Francisco de Quevedo o Miguel de Cervantes con su Quijote han sido los protagonistas de la literatura española. Cristóbal Moyano, profesor de la escuela San Miguel de Barcelona, espera muy tranquilo a sus alumnos mientras repasa el examen.

"Es un examen muy correcto y muy adecuado para nuestros alumnos. A estas horas y después de tantos exámenes, puede ser que no hagan el mejor examen de su vida, pero por lo general es bastante asequible". Sara Ramos y Carlos Romero son de los primeros que han acabado. "Mirando exámenes de otros años nos hemos sorprendido porque vemos que ha sido bastante más fácil y además han salido temas que habíamos machacado mucho en clase".

Sobre las cinco de la tarde los estudiantes desfilaban por los pasillos comentando y comparando sus resultados. Primer día superado. Hoy a por más: Historia, Filosofía y Lengua extranjera. Parece complicado.