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Cultură

Una hora (escasa) de máxima felicidad

Músicos, artistas y diseñadores confiesan en el blog 55Stories de 55DSL sus 55 minutos favoritos.

Es un buen ejercicio esto de pensar en los 55 mejores minutos de toda tu vida. Si te cuesta elegir entre varios momentos eres una persona afortunada. Si alguno de esos instantes incluye unas cervezas con Glenn Medeiros eres mi ídolo. Y si no se te ocurre ninguno es que algo estás haciendo mal. 55DSL le ha propuesto este juego a los 55 personajes más calientes del momento y el resultado ya se puede ver en el blog 55Stories, donde cada día leerás una nueva experiencia, recuerdo entrañable o locura irrepetible firmada por conocidos artistas, músicos, diseñadores, cómicos y demás culetes inquietos. Todos ponen su patata sobre la mesa para compartir con el mundo esa hora escasa en la que fueron perdices y comieron felices. ¿Serán capaces los Venga Monjas de meterse en la mente de un terrorista talibán? ¿Quieres conocer los sofocos de María Escoté antes de un desfile? ¿Te intriga quién ha conseguido que Kahlo de Dadanoias se olvide de posar en pechos? ¿Quieres saber dónde pasan sus vacaciones los protagonistas del anuncio de Loewe? No haremos spoilers gratuitos pero sí avanzaremos que Carlos Díez, Rigo Pex aka Meneo, Juanjo Sáez, Luna Miguel y hasta -ojo nieve- ¡Dani Macaco! son algunos de los 55 seres que ahora mismo se están iluminando con una vela mientras mojan pluma en tinta para plasmar en negro sobre blanco el pedazo más excitante de sus memorias. 55 rima con brinco así que yo de ti saltaba al nuevo blog de 55DSL y me lo pasaba pandereta con las 55Stories que lo salpicarán a diario.

Última hora: Johann Wald acaba de confesar que de adolescente estuvo detenido por robar en unos grandes almacenes de Nueva York. Puede parecer un episodio de la serie Caso Abierto pero no, es real: “Nos esposaron y llevaron hacia su comisaría particular. Mientras caminábamos, uno de los secretas me preguntaba, a modo de hermano mayor desilusionado, por qué lo había hecho. No sé si se pensaba que yo era otro hermano del Bronx que iba por mal camino. El caso es que yo sentía vergüenza, pero a la vez cierta chulería y expectación por ver como acabaría la cosa”. Si quieres conocer el final de esta historia de pura delincuencia juvenil sólo tienes que pinchar aquí.

Esta foto demuestra que Johann Wald ya era negro de joven, algo no necesariamente bueno si cometes un delito en EEUU.