Vecindarios paso a paso

La idea que hay detrás de Vecindarios, la exposición actual que presenta el 080, es que la moda en Barcelona existe mas allá de la orgía de canapés y cerveza bianual de la semana de la moda. Hablamos con el fotógrafo Coke Bartrina, sobre su experiencia de caminar por el Raval haciendo fotos de travestis bipolares y estilistas de Camden Town.

VICE: Quería hablar contigo sobre estas fotos. Cuéntame la idea del proyecto.

Consiste en hacer un estudio sociológico de la gente de Barcelona y una representación de la moda que puedes encontrar en la gente que vive allí. Cómo influye su personalidad en la manera de vestir. Hay una mujer que es pakistaní o india en una tienda de frutas en Joaquim Costa y va vestida con las ropas típicas de su país, pero a la vez está viviendo aquí.

¿Te había interesado esto antes de hacer el encargo?

Sí, cuando te paseas por ciertos sitios de Barcelona, como el Raval, por ejemplo, ves a gente que viste completamente diferente a como vestiría la gente de aquí. E incluso hay gente que vive aquí toda la vida y te llaman la atención sus condiciones sociales, sus creencias, pero nunca las había fotografiado.

¿Flipaste con la forma de vestir de alguien que hayas visto antes o después del reportaje?

Los Sikh, una rama de la religión hindú que van con una especie de turbante y un cuchillo encima. Si alguien les hace romper sus creencias teóricamente pueden usar sus cuchillos. Es una forma de vestir que me parece interesante.

¿Qué es lo que más te ha gustado de hacer este proyecto?

Lo que me gustó sobre todo es que no estaba centrado en moda pura y dura, que tenía libertad para fotografiar personajes y vecinos de la zona, porque normalmente cuando te piden un encargo de estos, consiste en echarte a la calle y hagas un poco de cool hunting, o algo así, porque teóricamente tienes que buscar a gente que es cool, y esto para mí no es tan interesante. Para mí es mucho más interesante, pues yo qué sé, un hombre que está en su taller y es mecánico de coches y está todo guarro con la grasa, porque estás haciendo a alguien que no es moda, pero que te choca y te parece interesante.

Hay ese dicho que creo que es verdad que los dueños de las mascotas acaban pareciéndose a ellas a la hora de vestir. ¿Crees que lo mismo se puede decir de la gente y el ambiente en el que se encuentran?

Es curioso cómo la gente literalmente sí que se parece. Darle alguna representación a este proyecto fui muy difícil. La comunidad china, por ejemplo,  era super cerrada, de hecho no pudimos hacer casi ninguna foto y sólo encontramos a un chico que no era suficientemente interesante.No les interesaba, no querían salir. En cambio la mujer del Raval fue muy abierta.

¿Esa tía que iba totalmente vestida de camuflaje? ¿Cuál era su historia?

Pues no la sé muy bien, pero era travesti, era un hombre que se vestía así. Nos explicó que ya le habían hecho muchas fotos. Tenía una parálisis en la mano y cuando tenía que firmar la cesión de los derechos de imagen le costaba bastante. Se veía que no había tenido una vida demasiado fácil.

Había unos looks que me gustaban bastante. La tía punky con  la camiseta de BOY también molaba mucho.

Esta venía de Londres. Es estilista y buscaba contactos para realizar unos trabajos. Era de Camden, me estuvo preguntando por tiendas y revistas con quien pudiese hablar.

¿Crees que hay un conflicto entre la gente que se apropia otras modas y subculturas, o es todo parte de lo mismo?

Aporta un conflicto que no se deja ver, pero sí que existe. Es clasista. Hay gene que siempre coge elementos de otras culturas que les llama la atención y los adaptan al personaje que quieren ser, así que supongo que hasta cierto punto puede haber conflictos. Por ejemplo, gente que llevaba las andanas que son típicas de latin kings u otras cosas. Coges un elemento de aquí, te lo pones y tal vez no sabes que eso identifica a alguien de tu ciudad o a gente chunga.

Tal vez le damos demasiada importancia al concepto de lo auténtico, que es un poco ridículo.

Sí, hasta cierto punto esta mujer, u hombre, o lo que sea, no sabes si decir “hostia qué fuerte" u “olé sus cojones por salir así a la calle”, porque, hostia, no sé, hasta cierto punto ella viste así y tiene su condición, pero no sabes muy bien si se le ha ido de las manos, si es porque no tiene la cabeza muy bien, o porque tiene el valor para vestirse como a ella le da la gana.

¿Hay alguna otra historia que quieras contar del shot o de la gente que sacaste que te llamó la atención?

La mujer de la peluquería latina en el Poble Sec fue muy simpática, pero necesitamos 20 minutos para hablar con ella y decirle que este reportaje le llevaría más clientes. No estaba muy segura de hacerlo porque pensaba que podría colgarse en internet, en alguna página porno o algo así.

En la foto parece muy contenta.

Porque llevábamos 20 minutos hablando con ella y ya había algo de confianza. Dani tuvo que decirle que iría a cortarse allí el pelo a partir de ahora.