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Cultură

Wonder Woman es la creación de un feminista aficionado al ‘bondage’ que soñaba con una utopía matriarcal

William Marston quería que las chicas fueran conscientes de que podían hacer lo mismo que los chicos, pero aun mejor.

William Marston, psicólogo y padre del personaje Wonder Woman, creía que la única manera de evitar la guerra mundial era que las mujeres gobernaran el mundo y que los hombres fueran más parecidos a estas. Marston era, entre otras cosas, un destacado investigador de psicología y un gran entusiasta del bondage para quien los cómics constituían una estupenda forma de propaganda educativa y antipatriarcal. Así, creó a Wonder Woman para dar a conocer su visión de un mundo matriarcal, plantar cara al abuso y dar forma al girl power, la ambigüedad de género, el bondage y el erotismo del control mental. El escritor, experto en cómics y editor del blog Hooded Utilitarian, Noah Berlatsky, profundiza en la génesis de Wonder Woman en su último libro, Wonder Woman: Bondage and Feminism in Marston/Peter Comics, 1941-1948. Hace poco, hablamos con Berlatsky sobre misandría, lesbianismo y el feminismo radical de Marston.

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VICE: Antes de leer tu libro, jamás me habría imaginado que alguien pudiera escribir cómics con la intención de cambiar el mundo. Dices que Marston era un psicólogo feminista radical que creó el personaje de Wonder Woman a modo de "propaganda psicológica" con tintes bondage para promover la paz mundial. ¿Es algo común en el mundo del cómic? ¿Cómo hiciste ese descubrimiento?

Berlatsky: ¡No es nada común, desde luego! Al menos, no lo era en el ámbito de los cómics de superhéroes de la década de 1940 en el que trabajaba Marston. En aquella época, la mayoría de los creadores eran de clase obrera, muchos de ellos eran judíos y procedían de un entorno pulp; estaban más interesados en ganar dinero y en crear un producto que entretuviera a las masas.

Marston, en cambio, era un WASP, el clásico académico cascarrabias. Su visión de una utopía matriarcal es bien conocida entre sus lectores –el autor tampoco se anduvo con sutilezas-, así que no fue difícil iniciarme en el tema. Tras leer más sobre sus teorías psicológicas y su trabajo académico, me sorprendió la vehemencia con la que defendía el cómic como herramienta propagandística. Hay una historia muy buena en la que el amigo científico de Wonder Woman, Paul von Gunther, proyecta imágenes de la heroína en los cerebros de industrialistas inicuos para someterlos y obligarlos a apoyar la campaña bélica. Marston utiliza de forma muy explícita esa idea de Wonder Woman como figura que logra someter a hombres y mujeres a una utopía erótico-matriarcal.

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Me han encantado las partes en las que hablas del lazo de la verdad, el control mental y lo que hemos mencionado de insertar imágenes erotizadas de Wonder Woman en la mente de hombres malvados para convertirlos a la lucha contra el patriarcado. Antes me ganaba la vida con la hipnosis erótica. A veces pensaba que podría cambiar el mundo lavando el cerebro a mis clientes para hacerlos mejores personas, pero otras tenía la impresión de que no era más que una variante pretenciosa y descabellada de sexo telefónico. ¿Crees que la dominación mental por parte de la mujer puede alterar el estado del patriarcado?

Marston no cabría en sí de gozo si conociera tus ambiciones de cambiar el mundo mediante la hipnosis erótica. Te habría besado los pies.

En el libro hablo un poco sobre si el hecho de que las mujeres asuman papeles de dominación puede considerarse feminismo o alterar el patriarcado. Llegué a la conclusión de que depende. Hay una serie de teóricos del feminismo –como Tania Modleski- que se muestran escépticos sobre la forma de abordar el masoquismo de personas como Georges Bataille y Sacher-Masoch [el escritor austriaco que dio nombre a esta conducta sexual]. A Masoch le encantaba el concepto de la mujer fuerte, pero su apego parece estar más relacionado con la idea de que las mujeres fuertes socavan o parodian al patriarca, más que al patriarcado.

Los hombres odian a los hombres; la misandría es una de las principales formas de manifestación del patriarcado. A los hombres les gusta derrocar a individuos más poderosos y ocupar su lugar. Por lo tanto, no existe una agenda feminista para Masoch; la mujer dominante se limita a menoscabar la ley masculina en representación de otro hombre. De hecho, al final de La Venus de las pieles , Masoch da a conocer sus planes de hacerse con la vara, dejarse de niñerías y golpear a las mujeres.

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Pero Marston sí tenía una agenda feminista, no solo por el hecho de querer alzar a la mujer al poder, sino por su deseo de destruir el concepto patriarcal de que el poder o los más fuertes son los que deben gobernar. Para Marston, la importancia de la sumisión erótica no radica en el hecho de situar al hombre en una posición inferior, sino en que para este la sumisión es una virtud. Para él, la sumisión erótica se basa en ceder el control a la persona amada. Por tanto, sí creo que esto contradice los valores que el patriarcado considera importantes y sí creo que tiene implicaciones feministas si lo asociamos a la creencia en el poder de la mujer y su derecho a ejercerlo, como en la visión del mundo de Marston.

Tu libro trata sobre el incesto simbólico y la negación de la figura materna, temas que aparecen en algunos cómics; luego llegan Wonder Woman y las chicas Holliday al rescate y se produce una especie de sofisticada curación y reintegración simbólica. ¿Leer cómics puede tener un efecto balsámico?

No sabía que había atribuido cualidades sanadoras a los cómics. Lo que Marston pretendía era que sus cómics fueran inspiradores y reconfortantes para las lectoras. En muchas de sus secuencias decía directamente que las mujeres podían lograrlo todo o que eran mejores que los chicos en el deporte. ¡Chicas, Wonder Woman os va a enseñar a hacer cosas increíbles incluso llevando cadenas, porque sois todas fantásticas, sobre todo cuando lleváis cadenas!

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Uno de los números trata de la reticencia de algunos ante la idea de que las mujeres contribuyan a la campaña bélica, y Marston explica que su participación es encomiable y de vital importancia. Aquí creo que estaba arengando a las chicas para que se vean a sí mismas como mujeres fuertes, capaces e increíbles. Gloria Steinem, por ejemplo, afirmó haberse sentido muy inspirada por aquellos mensajes.

Supongo que en ese aspecto se podría decir que eran sanadores o que contrarrestaban algunos de los mensajes o estereotipos negativos que se atribuía a las mujeres, pero esas cadenas seguían existiendo. Uno de los mensajes que quiso neutralizar fue la idea de que las mujeres no pueden ser sexuales, que deben temer la sexualidad o que deben avergonzarse de sentir el deseo de someterse o dominar sexualmente, o de ambas cosas a la vez. Sus cómics presentan la sexualidad y los juegos de dominación como una diversión para mujeres y para niños de todas las edades.

El número 16 y algunos otros de Wonder Woman muestran los abusos sexuales y la violencia como hechos extremadamente perversos que deben ser reprobados y castigados, y en cambio no condenan la sexualidad infantil y reconocen que el control sexual es una práctica con la que algunas personas disfrutan y que no tiene por qué ser reprobable o perversa. Un argumento peligroso, sin duda. La visión de Marston de la sexualidad infantil y los abusos sexuales podría ser una gran aportación a nuestra cultura.

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De igual modo, Marston se dirigía a un público masculino, ya que tenía el convencimiento de que los chicos también podían idolatrar a una heroína, ya fuera movidos por un deseo sexual o por que se identificaran con ella o incluso quisieran llegar a ser como ella. Así que ese efecto curativo se aplicaría a chicos y a chicas por igual, y en él está implícita la idea de que los chicos pueden ser chicas, de que todos, independientemente de nuestro género, podemos ser hermanas.

Entonces, cuando hablabas de la necesidad de integrarse con el yo oscuro, ¿no hablabas de recuperarse de un trauma?

Sí, claro, hablaba de curarse de un trauma y de la violencia sexual, de reintegración. A mi modo de ver, el cómic trataba sobre la necesidad o el poder de las relaciones entre dos mujeres, entre madre e hija,y sobre reponerse de un trauma. No tengo tan claro que los cómics en sí mismos tengan una propiedad sanadora. El arte suscita reacciones muy personales.

¿Dirías que tienen una intencionalidad instructiva?

Hasta cierto punto. No cabe duda de que Marston pretende hacer reflexionar sobre la gravedad de los abusos sexuales y hace mucho hincapié en la importancia de escuchar a los niños cuando dicen haber sufrido acoso. Asimismo, quería que sus lectores vieran a las madres como líderes del amor que los conducirían a la utopía y a la curación.

En fin, los cómics de Marston siempre han tenido un componente instructivo que él llamaba propaganda.

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Resulta extraño mezclar la propaganda seria y la menos seria sobre los abusos a menores, pero ese era uno de los dones de Marston y esa combinación también se reflejaba en su vida como terapeuta y como pervertido amante de las relaciones sexuales radicales y poliamorosas…

Lo cierto es que no ejercía de terapeuta, ¡y quizá sea de agradecer! Era investigador de psicología y, desde luego, sus teorías a favor de la dominación y la sumisión como "emociones normales" quedan plasmadas en sus cómics. También era un hábil vendedor; estuvo trabajando en un detector de mentiras (que nunca llegó a funcionar, obviamente) que posteriormente utilizó en anuncios de Gillette, creo. A veces incluso hacía demostraciones con el artilugio. Estaba hecho un feriante pervertido.

Como bien dices, era poliamoroso. Vivía con su esposa Elizabeth y con Olive Byrne, amante de Marston y probablemente también de Elizabeth. La convivencia con dos mujeres bisexuales era un componente importante de sus teorías y sus cómics. En su obra psicológica afirmaba que el lesbianismo hacía a las mujeres mejores madres, mejores compañeras sexuales y mejores personas en general; en resumen, creía que el lesbianismo hacía del mundo un lugar mejor para todos, al margen del sexo o la edad. Sus cómics contienen muchos juegos de dominación lésbicos, a menudo en forma de rituales de iniciación.

Hay una parte en la que citas a Marston cuando afirmaba que el lesbianismo beneficia a todo el mundo. ¿Qué opinas? ¿Crees que la sexualidad lésbica es buena para todos?

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Creo que resulta difícil dar crédito a la visión utópica del lesbianismo de Marston. Lo que sí creo es que estigmatizar el deseo homosexual, sea gay o lésbico, no es positivo para nadie, sea heterosexual u homosexual. Marston consideraba que las relaciones de amistad entre mujeres y las comunidades femeninas eran importantes para la sociedad, como apoyo a la mujer y como alternativa al patriarcado. Yo estoy de acuerdo con eso, y creo que reconocer los lazos homoeróticos en esas comunidades como posible fuente de placer es mejor que vivir en un constante estado de paranoia y vergüenza.

¿Consideras que los cómics son una forma de propaganda efectiva? ¿Crees que Wonder Woman "funcionó"?

Bueno, no es fácil determinar qué efectos provoca o deja de provocar el arte, ¿no? Hay feministas como Steinem y Tina Robbins que afirman haber recibido inspiración de Wonder Woman. También conozco a un par de dominatrix a las que los cómics les parecieron inspiradores y excitantes cuando eran jóvenes. Supongo que Marston lo consideraría un éxito.

Probablemente Marston estaría satisfecho con los avances logrados respecto a los derechos de la mujer y de los homosexuales, y de que Wonder Woman siga en activo y se haya erigido en una piedra de toque del feminismo, el sexo y la sexualidad. No hemos alcanzado la utopía matriarcal que anhelaba, pero quizá haya logrado acercarnos un poquito más a ella. Al menos eso es lo que me gusta creer.

Noah Berlatsky es el autor de Wonder Woman: Bondage and Feminism in the Marston/PeterComics, 1941-1948.

Sigue a Noah BerlatskyyTara Burns en Twitter.

Traducción por Mario Abad.