FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

Un bar para respirar trago mezclado con afrodisiacos: el regalo perfecto para San Valentín

La nube no droga, es hipoalérgica y garantizada por la autoridad.

Fotos por: Alejandro Osses.

Una onda de gin and tonic en estado gaseoso, con un toque de afrodisiacos, se pasea por la catedral más antigua de Londres. Varias personas se reúnen a eso de la siete para una exposición donde no verán nada, donde simplemente se dejarán llevar por lo que están respirando: se emborracharán a punta de aire y, en esas, empezarán a acariciarse en medio de una mezcla rara de sensaciones corporales.

Esta escena se deriva de un experimento creado por Sam Bompas y Harry Parr, dos amantes de la cocina que se han dedicado los últimos nueve años a generar nuevos acercamientos científicos, químicos y artísticos con la comida y la bebida. Su alianza se llama legalmente Bompas & Parr. Muchos los han considerado artistas, chefs o hasta culinarios aberrantes, pero no califican únicamente en ninguna de esas categorías. Su principal objetivo es crear experiencias nuevas, a veces un poco surrealistas, sobre cómo y qué comemos.

Publicidad

Sus proyectos van desde crear fuegos artificiales con sabor a fresa, banano y durazno, hasta lanzar comida al espacio o cocinar con lava. Actualmente se están enfocando en crear flores que cambien de color mientras uno las sostiene. Para ese último experimento se aliaron con la marca de champaña francesa Perrier-Jouët: el bebé que nació de los dos se llamó Perrier-Jouët Fleurs des Rêves (Las Flores de los sueños Pierre-Jouët) y vive en Basement de The London Edition.

El proyecto, que se llama Atmospheric Aphrodisiacs, empezó como un experimento de gasificación de líquidos. "Ya habíamos creado algunos postres 'semisólidos', y a partir de eso nos dio curiosidad crear cocteles 'semigaseosos' o vapor respirable con sabores", me dijo Sam por correo. Por eso decidieron hacer una nube de gin and tonic con un toque de sassafras, un árbol que alguna vez fue venerado por los indígenas norteamericanos como "el árbol del amor".

Juliana Zarate es colombiana, amiga de VICE, y otra aficionada a la comida. Vive en Londres y nos contó cómo, el jueves 11 de febrero, esperó con un par de amigos la nube afrodisiaca de Bompas & Parr vestida con una especie de poncho que le daban a la entrada. Me dijo lo siguiente acerca del evento: "A lo que más se parece la instalación es a un recuerdo de miniteca noventera llena de humo, luces de neón y ambientada por un miedo generalizado de parecer idiota. Salvo una parejita con ganas de que el afrodisiaco funcionara, éramos un grupo de diez desconocidos esperando una nube".

Publicidad

Según ella, el cuarto era pequeño, oscuro y las luces cambiaban de color constantemente. "No se ve un carajo", me dijo.

Fotos por: Alejandro Osses.

Fotos por: Alejandro Osses.

Bompas & Parr dicen que para sus experimentos se inspiran en el concepto de "ZEITGEIST", palabra que en alemán significa "espíritu del tiempo". Al respecto, Sam explica lo siguiente: "es necesario encontrar ideas en el momento correcto. Por eso nos toca trabajar con rapidez. Siempre hay conceptos nuevos que estudiar, pues la comida es un marco enorme para la creatividad". Tiene razón. Imaginarse un bar con cocteles respirables no es algo usual.

Al entrar al lugar de la instalación, Juliana siente una enorme ola de humedad que le sirve de cobija y está acompañada por un fuerte olor a ginebra. "La nube está compuesta por 25 litros de gin and tonic, mezclados con corteza de sassafras, el afrodisiaco que actúa como un mini MDMA para celebrar la ocasión", me contó. Al preguntarle acerca de sus sensaciones mientras transcurría el tiempo dentro de la nube expresó lo siguiente: "los primeros 10 minutos no se siente nada, pero al salir al bar y pedir un coctel, el cambio de clima lo hace a uno sentirse turuleto".

Fotos por: Alejandro Osses.

Fotos por: Alejandro Osses.

Lo del efecto parecido al MDMA es verdad. Por tanto, hay que dosificarlo. Bompas & Parr está compuesto por más de 10 personas especializadas en crear los experimentos con todas las precauciones posibles. En Atmospheric Aphrodisiacs trabajaron con científicos especializados en respiración, para, de esa forma, calcular los periodos seguros de tiempo en los cuales los visitantes puedan estar en contacto con la nube. Decidieron crearla hipoalergénica y kosher.

Aparte de respirar, uno puede pedir cocteles normales, cervezas o, como lo hizo Juliana, cocteles con más afrodisiacos.

Fotos por: Alejandro Osses.

Fotos por: Alejandro Osses.