Nos tomamos una cerveza con Darren Emerson horas antes de su toque en el Baum Festival

Quizá la mejor introducción que se le puede hacer a Darren Emerson es que con tan solo 18 años era corredor de bolsa en Inglaterra, y al mismo tiempo era un tercio de la banda Underworld. De 1990 a 2000 hizo parte de una de las bandas más significativas para la música electrónica, papás del rave, pariendo hijos prodigios como Dubnobasswithmyheadman, álbum legendario que acabó de cumplir 20 años.

Con más de 25 años de carrera, Darren está muy lejos de detenerse. Viajar por todo el mundo, tener una residencia en uno de los mejores clubes de Ibiza y lanzar nuevos proyectos a cada oportunidad hace parte de su vida diaria. Underworld terminó, pero a ritmo de techno y house, él sigue.

Tuvimos la oportunidad de tomarnos una pola con Darren Emerson antes de su presentación esta noche en el Baum Festival, donde hablamos de cómo lleva su pasado, de cagarla en vivo, y de por qué es mágico experimentar.

Al comienzo de tu carrera empezaste mezclando hiphop…

Era mucho más que hiphop, era electro. No era electrónica, fue más bien el origen del hiphop; así comenzaron muchos de los artistas que escuchaba: Dr Dre, Grandmasterflash, Afrika Bambaataa… ellos tocaban cosas como Kraftwerk al inicio, pero con ese ruido scratch. Fue un proceso contrario, primero el electro, luego el hiphop. Fue el scratchin' lo que me cautivó de estos géneros, porque lo veía como una forma de arte, y desde siempre he amado la música.

Yo también amo la música, pero no por eso hago música. ¿Cuál fue la motivación que te llevó a dar el paso entre amar la música y hacerla?

Desde muy pequeño mis papás me rodearon de un ambiente musical. Cuando tenía tres años me regalaron un tocadiscos, así que básicamente aprendí a poner música antes que saber leer. Me encerraba en mi cuarto durante horas poniendo un disco tras otro, sin ni siquiera saber que ese acto mecánico de levantar un vinilo y meterlo en el tocadiscos iba a determinar mi vida. Usé cassettes y luego a los 14 conseguí mis primeros decks y empecé a mezclar. Siempre tenía esa inquietud de hacer cosas, de ser creativo: repetir pistas, hacer samples, cortar, play, pausa, rewind, editar una y otra vez…

Suena a algo bonito, porque cuando uno es niño esa curiosidad es innata, y eras prácticamente un niño.

Exactamente. Una vez vi en Nueva York a Grand Masterflash; yo seguía siendo muy joven. Y cuando vi la manera en la que cortaba los sonidos y hacía scratch con los vinilos me intrigó mucho, y por eso sentí la necesidad de subirme a los decks a hacer algo como lo que hacía él. Cuando tenía 17 años ya era corredor de bolsa en Londres, y tuve mi primer toque en Essex. Recuerdo mucho que una de las primeras canciones que puse fue de acid house. Es como si ese toque nunca hubiera terminado, simplemente las cosas no dejaron de rodar, hasta hoy.

¿Ese inicio en el hip hop y el electro no te hicieron diferente del resto de djs?

Sí, la mayoría de djs no sabían hacer lo que yo hacía. A pesar de que tocara acid house como todos, que era lo que se tocaba en la época. Siempre sentí que hacía algo extra.

¿Conservas de alguna manera ese aire hip hop del inicio en tu sonido?

Ahora mezclo de una manera muy diferente, antes lo que ponía era mucho más atrayente, llamaba más la atención. Y llamaba la atención porque uno hacía sus propias creaciones con los vinilos. Yo sacaba mis propios loops de dos discos, por ejemplo. Ahora ya no haces nada de eso, solo presionas un botón y ya está. Las cosas han cambiado mucho. El vinilo nunca va a dejar de tener ese aire y esa escena underground, y se ve mucho mejor ver al dj mezclando con sus vinilos. Pero ahora muchos no saben qué hacer con un vinilo, porque lo único que usan es Tracktor.

El cambio es bueno y malo, porque la tecnología te permite hacer más cosas. Pero siempre queda la nostalgia de los días pasados.

Sí… a veces cagarla en vivo no está mal, ¿sabes? Ahora todo está tan programado que nada puede estar fuera de lugar. Probablemente al público no le guste pero a la final vas a estar bien, no va a pasar nada si la cagas.

Hace mucho tiempo, como en el 2008, hiciste un mix para Global Underground que se llama Bogotá, ¿Por qué escogiste el nombre de nuestra ciudad?

¡Porque lo hice acá! Toqué en Gótica. Hice tres mixes de Global Underground, uno en Uruguay, en Singapur, y el de acá. En cada ciudad tocaba y luego hacía una sesión de fotos por toda la ciudad para promocionar el mix. Gótica me parecía un lugar increíble, es una lástima que lo hayan cerrado.

¿Qué recuerdas de esa noche?

Recuerdo mucho la máquina de humo que había. Era un espacio íntimo, el humo lo hacía aún más íntimo, y el mix que toqué esa noche hizo lo mismo. Fue una experiencia muy cercana con el público esa noche. La primera vez que vine también la recuerdo, toqué con Moby en un festival de Nokia. Mucho alcohol y mucha fiesta aquella vez. Yo era más joven, eran otros días.

En varias entrevistas has dicho que el arte de ser dj se trata de poner las canciones correctas en los momentos correctos frente al público correcto. ¿Cómo has aprendido a través de los años a hacer esto?

No siempre funciona. Pero cuando lo logras te das cuenta de que funciona, y la noche se vuelve mágica. No soy uno de esos djs que mantienen un ritmo constante, voy a querer subirte y bajarte, no quiero decir el cliché de "llevarlos en un viaje" pero sí, es algo parecido a eso. Algunas veces no funciona porque no conoces ni el lugar ni el público, y todo se hace más difícil.

¿Cómo cambiaba esta dinámica estando en Underworld? ¿Cuál es la diferencia básica?

Para serte honesto toda la dinámica cambia, hay menos estrés. No necesitas un manager para tu tour, viajas solo y no tienes que lidiar con tantas cosas. Pero cuando subes al escenario y ves un montón de personas enloquecidas es increíble. Olvidabas inmediatamente todos los malos ratos. La gran diferencia es que siempre éramos un show en vivo, éramos una banda, mientras que siendo dj puedes poner y mezclar las canciones que quieras. En Underworld todo era muy diferente, prácticamente mezclábamos en vivo, no planeábamos absolutamente nada, nunca tuvimos un setlist. Siempre que subíamos al escenario estaba la pregunta ¿Qué vamos a hacer ahora? Siempre improvisábamos, pero así sabíamos que éramos buenos. Llegó un momento en el que estábamos tan conectados que no nos teníamos que mirar entre nosotros; simplemente yo sabía que Karl tenía que botar este drop y Rick debía hacer esto otro. Era muy emocionante sentir ese riesgo en todas nuestras presentaciones.

No es por echarte flores ni nada, pero honestamente mis tres álbumes favoritos de Underworld son el Dubnobasswithmyheadman, Beaucoup Fish y Second Thoughest on the Infants, de los que hiciste parte. El cambio en el sonido es absoluto. ¿Cuál crees que fue tu cuota en Underworld, qué papel jugaste?

Cuando conocí a los chicos ellos eran prácticamente una banda de rock. Yo les traje la música dance, el groove, los introduje a eso. Ellos son músicos excepcionales; Karl es un excelente guitarrista y Rick es un muy buen tecladista, pero necesitaban el groove, ¿Sabes? Pero en general nos enseñábamos los unos a los otros.

¿Cómo conectaban entonces? ¿Cómo eran sus procesos creativos?

Nunca mantuvimos una dinámica fija, siempre cambiaba. Lo hicimos de muchas maneras: íbamos al estudio, creábamos algunos beats y empezábamos desde ahí. Luego hubo otra época en la que cada uno construía algo y llegábamos al estudio a unir todos los pedazos. No teníamos una fórmula definida, y siempre nos funcionó.

¿Tienes alguna canción favorita de Underworld?

Eso cambia siempre, depende del momento, de la época. Amo 'Dark and Long', amo también 'Skyscrapper I Love You'; y solo con mencionarlas me llegan muchos recuerdos. Por ejemplo en esa sigo recordando el tung tung tung del bongo. Todavía me sigue gustando mucho 'Rez' por esa secuencia que tiene, que oyes una y otra vez. Fueron buenas épocas, pero, como todo, tenían que acabar. Uno sigue adelante, yo seguí por el amor que le tengo a la música.

He visto por ahí tu proyecto alterno, The White Lamp. ¿De qué se trata?

Cuando me fui de Underworld conocí a unos australianos y conocí a Nick. Hice mucha música con él, y empezamos a experimentar. Este proyecto no es electrónico, es algo más experimental, y me ha forzado a hacer cosas que normalmente no haría, como cantar. Igual mi otro proyecto Huffa, que aún no ha salido; no tengo una fecha exacta, pero va a salir pronto.

Lo que he notado es que eres alguien que no se queda quieto. Te gusta curiosear, experimentar.

De otra forma sería aburrido. Ya te lo he dicho, amo la música, no me puedo quedar quieto con ella. Por ejemplo mira a Radiohead, una banda increíble, que siempre se está reinventando, y siempre les funciona. Mi base siempre va a ser el house y el techno, pero me gusta moverme hacia los lados. Lo que me sucede muchas veces es que hago las cosas y nunca estoy satisfecho, me aburro muy fácil.

¿Te consideras un perfeccionista?

Sí, totalmente, a veces demasiado. Siempre estoy buscando un buen ingeniero que me ayude a mejorar lo que hago, luego mejoro mi escritura, mejoro esto, aquello. De hecho voy a sacar otro nuevo proyecto llamado The Dust Covers, creo que nunca se lo he dicho a nadie, y ahora se lo estoy diciendo a una revista.

Tenemos una exclusiva entonces.

Voy a ir a patentar el nombre antes de que publiquen esta entrevista.

Acerca de tus sellos discográficos Underwater y Detone Records ¿Cómo es moldear la búsqueda musical de un sello? Porque una cosa es definirse musicalmente como dj, pero otra cosa muy diferente es manejar un sello musical.

Muchas veces es similar, porque busco un sonido parecido al que mezclo. Cuando salió Underwater en los noventa era novedoso tener un sello, ahora todos los jóvenes tienen un sello. Hice la broma de Underwater porque todo el mundo estaba obsesionado en esa época con el espacio, las estrellas y todo lo estelar, así que me dije, prefiero estar debajo del gran océano. Cuando viajaba en Underworld veía shows en vivo que me llamaban mucho la atención. De esta manera mis viajes fueron moldeando la búsqueda de mis sellos, y se terminaron volviendo un proceso de selección. En la vida de dj uno conoce mucha gente; digamos, los integrantes de GusGus firmaron con mi sello antes de ser GusGus.

Viviste los noventas, la explosión del éxtasis… ¿Cómo crees que las drogas han moldeado la escena electrónica? ¿Qué ha cambiado desde los noventas?

Las drogas siempre han hecho parte de la música, no solo de la electrónica. Pero la música dance tiene una fuerte conexión con las drogas por la energía, las emociones que genera… el éxtasis se trata de eso, de esa emoción, ese amor esparcido por todas partes. En los noventas el éxtasis era la novedad, y generó una explosión en todo sentido. Fueron muy buenas épocas porque la gente era inexperta en esto, y se percibían unas ganas de experimentar en el aire. Luego empezaron los raves ilegales, el acid house… Se generó un movimiento, y yo me enamoré de él. Claro que las drogas moldearon esa época, la música se oía mejor, se sentía mejor, había mucha buena energía por ahí.

¿Qué djs y productores te gustan en este momento?¿Qué andas oyendo?

Esa pregunta es bien difícil. Me la paso viendo nuevos djs, chicos que están haciendo cosas increíbles, acá tengo una lista… por ejemplo Nick Humphrey saca una canción nueva el lunes. Florian Mendel también hace buenos remixes, Matador, Christian Smith, Sampha, lo nuevo de Jamie XX… todo muy techno y muy house.

¿Has visto el line up del festival? ¿Quieres oír a algún artista?

Me gustaría oír a Scuba, pero sé que vamos a tocar al tiempo. Creo que acabo primero, de pronto puedo ir a verlo un rato.

¿Qué vamos a oír esta noche?

Los voy a poner a saltar a todos, básicamente eso. Es una fiesta, voy a romperla. Un poco de buen techno, de groove, de house, nada muy agresivo. Hacer una fiesta. De pronto pongo algunos clásicos noventeros de Underworld, de pronto no. No me vayas a preguntar por "Born Slippy"…

No iba a hacerlo.

A veces la pongo y siempre funciona, pero estoy muy cansado de esa canción. Preferiría poner "Dark and Long".

Deberías hacerlo esta noche

Lo pensaré… *** Darren Emerson es uno de los actos de cierre esta noche en el Baum Festival.