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Cultură

El excitante aburrimiento del cibersexo

'Tediousphilia', proyecto creado por la artista y periodista catalana Laia Abril, expone personajes como tú y como yo en el aburrido mundo del cibersexo.

Según un chat de sexo en Latinchat.com, en este momento 400 personas, sólo en Colombia, están sentadas semidesnudas frente a una cámara esperando a que los convenzas de tener relaciones sexuales con ellos a través de Internet. Esto fue lo que la artista y periodista catalana Laia Abril descubrió hace cuatro años, cuando un colega le mostró estas páginas de sexo en vivo. Alrededor del mundo, miles de jóvenes de diferentes países están conectados a sus computadores a todo momento, pero, sorpresivamente lo que menos se ve es sexo. O eso fue lo que me explicó Abril, con su proyecto llamado Tediousphilia , o amor a lo aburrido, que muestra algo que luce al menos insospechado: allá, en esos espacios de la web, hay más bostezos que picante.

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Concluyó, también, que con estas páginas virtuales la nueva generación del sexo se ha empezado a regir por cámaras de baja calidad, escenarios precarios y personajes ansiosos por ganarse algunos pesos. En colaboración con Ramón Pez, un director de arte, decidió conformar una obra multiplataforma con parejas de todo el mundo que, desde sus cuartos, han creado un negocio de la intimidad. Este proyecto se convirtió entonces en el título de un "dummy" (un manual), un cortometraje y una obra fotográfica de la escenografía del sexo virtual, para mostrar cómo se adornan y se predisponen los personajes a la espera constante de un buen postor que los ponga a actuar.

VICE: ¿Cómo dirías que las fotografías representan el amor y el aburrimiento?

Laia Abril: Un día descubrí estas páginas en las que jóvenes como tú y como yo se sientan en ropa interior por horas enteras hasta que algún interesado les pida que se desnuden. Decidí quedarme a observarlos.

Me di cuenta de que no hacían nada: miraban al techo, entre sí, a la pantalla más que todo y lo que menos había en el sexo por internet era sexo. Por eso el título Tediousphilia: el amor al aburrimiento. En estos eventos están dos cosas: la falta de intimidad y, a la vez, la intimidad como un negocio en donde casi no pasa nada.

¿Por qué decidiste sumergirte en el mundo virtual de las cámaras web pornográficas?

Son realidades que están ahí y, normalmente, pasan desapercibidas. Cuando las investigué y vi lo que ahí pasaba, me pareció supremamente interesante mostrar lo que muchos ignoran. Hay miles de jóvenes alrededor del mundo que se sumergen diariamente en Internet para ganar algo de dinero. Se muestran y se venden, pero, sobretodo, se aburren.

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¿Cómo tomaste las fotografías? ¿Cuánto tiempo miraste estas parejas?

Me pasé horas y horas observando a estos personajes y esperando que me mostraran cada vez más ese aburrimiento de no encontrar al cliente adecuado. Son fotografías que empecé a tomar con una cámara especial desde el año 2011 hasta el 2013. En este tiempo me metía todos los días a estas páginas para ver a los jóvenes bostezando, en silencio, mirándose y "mirándome" a través de una pantalla.

Laia Abril / INSTITUTE

Laia Abril / INSTITUTE

¿Qué te pareció interesante de estas fotografías?

Cuando descubrí que más que sexo había aburrimiento, caí en cuenta de otro factor: la creación de identidad (que siempre me ha seguido en mis otros proyectos). No se trata solamente de ver parejas bostezando. Se trata, también, de mostrar que estas personas decoran su cuarto de cierta manera, adornan sus cuerpos y exponen posiciones, todo con el fin de volver más provocativa su escenografía. Y eso tampoco es todo: los cuerpos se moldean a un ideal, para ganar más clientes. Las chicas tienen un cierto cuerpo, los chicos también. Usan maquillaje, ropa interior provocativa. Mejor dicho, todos los acompañantes de la escena van creando personajes específicos. Pero siempre, en este tipo de videos, es impresionante cómo siguen siendo personas como tú y como yo allí.

Laia Abril / INSTITUTE

¿Qué descubriste acerca de esta nueva era del internet?

Cada vez más nos sumergimos en una era en la que publicamos toda nuestra vida: explicamos nuestras acciones, mostramos nuestros viajes y nuestros hogares. Todos los perfiles de Facebook, las fotos, los videos, son mecanismos para hacer pública tu vida y demostrarle al mundo lo que quieres que vea acerca de ti. Ya no hay intimidad. Por eso creo que gracias a estas manifestaciones virtuales se evoca una cierta crisis sociológica que genera precisamente esa falta de intimidad.

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Tengo entendido que sacaste un libro con las fotografías pero que esta no ha sido la única manera de presentar tu obra. ¿Por qué decidiste adaptar este proyecto a más plataformas?

Este caso fue interesante porque fue pura casualidad. Estaba haciendo la investigación de otro proyecto llamado Thinspiration y pasaba mucho tiempo online. Investigaba al tiempo otras cosas que me llamaban la atención, hasta que un colega me llevó a estas páginas web. Fue el tiempo de espera lo que me cautivó.

Las fotos son de 2011 y cuando se las enseñé a mi compañero Ramón Pez, con quien he diseñado los libros y hemos trabajado en varios proyectos, se nos ocurrió la idea de hacer un "dummy" para ver como funcionaba. Quisimos representar de alguna forma un manual del "webcam sexual performer" con imágenes y secuencias acompañadas de textos reales que encontré en Internet. Ahora es un libro publicado por Museé de l'Elysée de Lausanne.

Con las otras plataformas, fue simplemente muestras en museos distintos. Si se trata de una exhibición multimedia, adaptamos el proyecto a video y así hemos expuesto este proyecto de diferentes maneras. Es un proyecto flexible.

Laia Abril / INSTITUTE

Laia Abril / INSTITUTE

¿Las personas en las fotografías saben que hacen parte de tu obra?

No. Esa es precisamente la idea de las páginas de internet para el sexo virtual. De hecho, son personas que ni siquiera están cerca de mí, geográficamente hablando. Una de las políticas de estos lugares virtuales es que las personas que te muestran son de otros países, así que asumo que se trata de personas de Latinoamérica, Europa del Este… También los podía distinguir por los acentos y los objetos que tenían alrededor. Pero es eso también lo que lo hace interesante: no saber quiénes son, ni de dónde vienen, sino darse cuenta de que son muchas personas en todo el mundo que tienen una misma forma de ganar dinero al mostrar su intimidad a extraños.

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Laia Abril / INSTITUTE

Laia Abril / INSTITUTE

¿Has tenido problemas con los derechos de las fotos?

No, de hecho nadie me ha contactado al respecto. Me imagino también que es por las normas de estos sitios web. Ellos saben que los estás mirando, es un evento "público" para todo el que acceda a él. Por eso hasta el momento no he recibido ninguna queja, probablemente ni siquiera se han visto allí.

Con tus fotografías el rol del fotógrafo no es usual, pues no estás frente a frente a las personas fotografiadas ni encuadras necesariamente la imagen para que sea armónica, ¿cómo rodea tu trabajo el concepto de fotografía?

Me imagino que se trata de otro tipo de fotografía. Para hacer el trabajo sí utilicé una cámara especial y esperé hasta encontrar el momento indicado que quería para el proyecto. Así que no veo mucha diferencia entre fotografiar en la calle y fotografiar a estas personas. Por eso igual considero que mi trabajo se encuadra por la fotografía, aunque no busque un encuadre prefecto.

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