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Conflicto en Sudan del sur

Especial de Sudán del Sur: Capítulo 9. Petróleo y guerra

El noveno capítulo del viaje de Robert Young Pelton y Tom Freccia por Sudán del Sur en la proeza de buscar al líder opositor Riek Machar.

John Garang, ex líder del Movimiento y el Ejército de Liberación del Pueblo Sudán, en una foto de abril, 1986 STR/AFP/Getty Images.

La historia moderna de Sudán podría describirse con precisión como una guerra perpetua con algunos días de descanso. El primer gran levantamiento en el último siglo sucedió en 1995, cuando los sureños pertenecientes a las fuerzas de defensa de Sudán se acuartelaron en Torit, Ecuatoria, y protagonizaron un motín. Este fue el resultado de una cadena de eventos provocados por el gobierno que dirigían los árabes, el cual había hecho falsas promesas de representación igualitaria de norte y sur en el sistema federal. La rebelión inicial no fue particularmente organizada ni efectiva, pero el fracaso de Jartum para acabar con ella permitió que la disidencia se extendiera a las áreas rurales a lo largo del sur, donde las guerrillas sembraron la semilla de un movimiento separatista más definido.

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Menos de una década después una guerrilla de bajo perfil pero prolongada, con emboscadas persistentes a cargo de las tribus acholi, bari, dinka, madi, nuer y lotuko contra las unidades militares sudanesas, logró encapsular eficientemente a las tropas de Jartum, en cuarteles llenos de nerviosos conscriptos.

En 1963, Joseph Lagu, un oficial sudanés y miembro de la tribu madi, desertó en favor de la causa sureña. Procedió a inyectar estructura militar profesional a lo que habían sido hasta entonces sólo rebeliones regionales débilmente conectadas entre sí y aseguró apoyo en forma de entrenamiento y armas provenientes de Israel y otros países. El resultado fue una fuerza militar rebelde bautizada como el Anyanya, que se traduce como “veneno de serpiente”.

A pesar del levantamiento, Sudán estaba ansioso por comenzar la exploración petrolífera y en 1959 varias compañías europeas y norteamericanas comenzaron su búsqueda en el norte. Esto no tuvo éxito, así que la búsqueda se fue hacia el sur, transformando la guerra de una batalla por el territorio en un conflicto por los recursos.

El 25 de mayo de 1969, el coronel Gaafar Muhammad al Nimeiry, junto con otros tres coroneles, derrocó al gobierno civil de Sudán con un golpe de estado. Nimeiry había servido en Yuba y era sensible a los problemas regionales. Sus políticas de nacionalización y simpatía por los sureños proporcionaron cierta estabilidad, ya que reconocía la necesidad de resolver las quejas del sur, cuya solución principal sería establecer una región semiautónoma. Pero a pesar de sus tendencias socialistas, Nimeiry no estaba preparado para sacudir las fallas coloniales.

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En ese momento el comandante de la armada de Uganda, Idi Amin, un kakwa del extremo norte de Uganda cercano al Sudán actual, apoyaba la Anyanya. Amin contrató al veterano de la guerra nigeriana y mercenario alemán Rolf Steiner para dar entrenamiento militar a los rebeldes. No pasó mucho tiempo antes de que Steiner y Lagu chocaran y Lagu ordenó al soldado estrella que abandonara Sudán. Uno de los oficiales subalternos de Lagu era un joven dinka, el capitán llamado John Garang, quien se comprometió eternamente a combatir en octubre de 1970.

Enfrentado con la pérdida de control sobre más de la mitad de su territorio, el gobierno de Sudán empezó a organizar discusiones con el objetivo de terminar lo que se había apodado como la Guerra de los 17 años. Para el 27 de febrero de 1972, Sudán había negociado un tratado de paz en Adís Abeba, el cual unificó al país pero también estableció el modelo para la siguiente guerra. El acuerdo no mencionaba al petróleo y la torpe idea de integrar los rebeldes Anyanya a las tropas de Sudán estaba destinada a un sangriento fracaso.

En 1974 Chevron comenzó su búsqueda de petróleo en las recientemente pacificadas regiones sur y centro. El primer pozo fue descubierto en 1978 en Bentiu, una población que yace justo en el centro de lo que es ahora el norte sudsunadés y los tradicionales suelos pisoteados de las tribus dinka y nuer. El descubrimiento del petróleo llevó al gobierno sudanés a realinear sus fronteras internas. En 1980 creó el estado de Unidad en la región del Alto Nilo, reorganizando los límites que rodeaban Bentiu, de manera que el pueblo y su petróleo cayeran firmemente bajo el control del norte. Los soldados sudaneses fueron retirados del estado de Unidad y reemplazados con tropas gubernamentales del norte. El gobierno provincial del sur argumentó que el petróleo estaba ubicado bajo tierra tribal y quería canalizar el petróleo en dirección sur hacia Kenia vía Lamu. Como era de esperarse, el norte ganó y obtuvo control absoluto de las reservas.

Como resultado, el sur ahora estaba dividido en tres regiones separadas en vez de una. Con ayuda de Chevron, Nimeiry cabildeó el apoyo de Estados Unidos mientras al mismo tiempo formaba lazos con islamistas dirigidos por Hassan al Turabi. En 1973, durante la crisis del petróleo, George H. W. Bush, entonces embajador de Estados Unidos ante la ONU, le avisó a Nimeiry que satélites espías norteamericanos habían notado posibles depósitos de petróleo bajo el Sudd en una área entre Bentiu, Malakal y Nasir. Bush entonces le presentó a Nimeiry algunas entusiastas compañías petroleras. Chevron eventualmente invertiría 880 millones de dólares y perforaría más de 80 pozos, encontrando petróleo desde Kordofán hasta Melut y encendiendo una nueva ronda de conflictos que duraría las tres décadas siguientes.

En septiembre de 1983, el gobierno de Sudán abolió los partidos políticos y viró hacia la estricta ley Sharia, tomando un enfoque de línea dura contra el cristiano y animista sur. El gobierno también abolió la Región Autónoma del Sur creada en 1972 en el acuerdo de Adís Abeba.

Poco después, Garang anunció la creación del Movimiento Liberación del Pueblo de Sudán y su Ejército. Así comenzó la segunda guerra civil sudanesa.