Esto piensan algunos ciudadanos de a pie sobre el fin de la guerra en Colombia

Después de casi cuatro años de negociaciones, por fin el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc acordaron el cese al fuego bilateral, la dejación de las armas, la concentración de los combatientes y la refrendación del acuerdo final.

Para muchos, esta es la noticia más importante de los últimos 52 años. La paz empieza a abrirse camino, a ser una realidad que muchos nunca se imaginaron vivir. Y ante tanta controversia que han dejado las negociaciones y tantas opiniones de analistas, políticos y expertos, que ya nos sabemos casi de memoria, decidimos salir a la calle y preguntarle a la gente qué piensa del tan anhelado fin de la guerra y el comienzo de la paz.

Se supone que hoy se acaba la guerra, ojalá sea así. Bueno o malo, en Colombia tiene que haber un proceso de paz: no podemos seguir en lo mismo durante tanto tiempo. Es una esperanza total.

Aunque la paz aquí no llega mientras siga habiendo las mismas desigualdades sociales, pero, desde luego, pienso que este es un principio.

Todo tiene un principio y mal o bien tiene que haberla. No podemos continuar toda la vida gastando la plata en muerte: la educación no está bien atendida y la salud sí que menos, peor. Y con la corrupción que hay, aquí se roban todo.

Hay un conflicto de años atrás: deberían canalizar todo ese ímpetu y volverlo ideas. Esto es bueno para todos, esperanzador, yo pienso que sí. Ojalá: bien o mal tiene que haber paz. Y eso ha sucedido en todo el mundo, eso no es nuevo. Estamos totalmente atrasados.

La paz es felicidad. Yo a la paz sí le creo porque la guerra no hace sino hacerle daño a la gente que no tienen nada que ver. Yo fui militar y yo sé que la gente que no está armada es la que se muere. Yo sí estoy de acuerdo con la paz. Yo le mando a decir a Juan Manuel, al presidente, que no se rinda, que eche para adelante. Yo lo apoyo, que no se rinda pa que logre la paz.

Que no se deje arrumar de la oposición, porque si todo el mundo vive en paz, todo el mundo progresa. En paz, todo el mundo vive feliz y en la guerra todo el mundo sufre.

Hay que celebrar que entregan las armas. Celebrar paseando, recorriendo el país.

Desafortunadamente, no estamos de acuerdo con las concesiones que está haciendo el gobierno a la guerrilla, pero eso es preferible a que se siga matando campesinos, a que sigan muriendo soldados, a que sigan muriendo personas de la guerrilla. Entonces ya era hora de que se acabara, pero esto no es que esté finalizando. Es un comienzo, porque ahí vamos a empezar un proceso de paz verdaderamente.

Lo siguiente es llegar a un acuerdo con el ELN y, aparte de eso, el dinero que se está gastando en la guerra que se empiece a ver verdaderamente en pro de la gente que ha sufrido.

Eso es una vaina histórica: después de 50 años, de tanta masacre, de tantos homicidios, de tanta desgracia, de tanto desastre. Eso es algo histórico y muy bueno. Pero la mayoría de nosotros en el país no creemos tanto en esas cosas, porque eso se llama manipular un país y perdonar a un poco de gente que en realidad ha hecho mucho daño. ¡Cuántos billones de pesos el estado de Colombia ha gastado en la guerra, una guerra que va a quedar impune!

Cuántas familias campesinas, labriegos, ganaderos han quedado en la miseria, viudos, viudas, huérfanos, todo a raíz de la guerra y con el solo hecho de firmar la paz queda cancelado. Y de paso, fuera de eso, les van a dar una pensión y un sueldo que no me lo gano yo ni trabajando.

Se debe de acabar, en este y en otros países, pero que realmente tomen conciencia de las cosas, que se informe en realidad, para que no se acabe una guerra y de pronto comience otra. Que cambien las cosas y que ojalá que yo, con 66 años, lo alcance a ver. Porque nuestros hijos, nuestros nietos, son los que de pronto van a ver otras cosas.

Que la gente tome conciencia de las cosas de lo que tanto daño le ha hecho al país, de la corrupción tan grande que tiene este país. Se acaba esa, pero la guerra de la corrupción sigue adelante.

Vamos mejorando, Dios es muy bueno y así sea de a poquito pero que se vaya mejorando.

No sé, me parece de verdad maravilloso. Siento que es un avance increíble para el país en términos políticos, sociales, incluso culturales… Y para todo el país, no solamente para el campo, ni los indígenas, sino también para nosotras las mujeres y los hombres que vivimos en la ciudad. Siento de verdad que es la oportunidad para construir un país con igualdad.

Creo que puede haber algo que se ha perdido y es renovar la esperanza, volver a creer en que es posible que tengamos oportunidades de hacer un país nuevo, de progresar, de construir nuevas formas de hacer política. Creo que eso va a cambiar y sobre todo se va a abrir una puerta inmensa que ha estado cerrada y es que todos podamos participar en política. Ha sido súper falso eso de que esto sea un estado social de derecho, de que este es un estado súper abierto. Al contrario, siempre ha estado gobernado o por liberales o conservadores o como se llamen, pero siempre dos partidos y esto abre la oportunidad de que muchos podamos pensar en nuevas maneras de manejar el país.

No escuché. Poco me gusta la política y no creo en los políticos. Creo en la voluntad de mi Dios y que ojalá se dé la paz para el pueblo. Pero con toda la corrupción que hay en los políticos… Ojalá Dios quiera que cambie.

Gracias a Dios no me ha afectado el conflicto pero eso influye mucho en las otras familias, ahí vienen las discordias, los sentimientos, todo. Y andan de paz y todos los días matando gente.

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¿Qué piensa usted?