La encrucijada del último oso polar vivo en Argentina

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Ni siquiera las súplicas más apasionadas de la cantante estadounidense Cher a la presidente de Argentina lograron producir un cambio supuestamente muy necesario en la vida de Arturo, a quien defensores han llamado “el oso polar más triste del mundo”.

De no ser por una cadena de denuncias por internet para transferir a Arturo a un clima más acorde a su hábitat ártico natural, Arturo sería sólo un animal más en cautiverio. Cher envió algunos tweets a la presidente Cristina Fernández de Krichner y en poco tiempo Arturo se dio a conocer en las redes sociales como el animal de zoológico más triste del mundo.

“Tus manos estarán manchadas con su sangre cuando él muera”, escribió Cher en un tweet a “#MrsCristinaFernandezDeKirchner” a finales de mayo. Este tweet es sólo uno de muchos posts en Twitter con el objetico de ayudar a Arturo. Fernández nunca respondió.

Arturo tiene 29 años y ha pasado los últimos 21 años de su vida en un zoológico municipal en Mendoza, Argentina, donde las temperaturas en el verano superan los 38ºC. Tras de la muerte de su compañero de jaula en el año 2012 y la de otro oso polar en Buenos Aires ese mismo año, Arturo es ahora el único oso polar vivo en Argentina, lo que hace que su situación sea mucho más triste.

Sin embargo, el miércoles, el director del zoológico de Mendoza confirmó a VICE News que Arturo no se mudará a tierras más frías en Canadá – como esperaban los activistas– o a ningún otro lugar.

A pesar de la presión que ejercen las más de 675 mil firmas en una petición en Change.com, de las cuales se reunieron 25 mil sólo en los últimos tres días, Gustavo Pronotto, el director del zoológico de Mendoza, dijo a VICE News que Arturo iba a permanecer en su jaula en Mendoza por el momento y en un futuro inmediato.

Aseguró que ninguna autoridad había llegado a esa resolución más que un equipo médico en el zoológico.

"La decisión de que Arturo se quede en Mendoza no fue ni del gobernador, ni del ministro ni de este director. Fue una junta médica la que tomo la decisión. Principalmente por tres cuestiones: la primera es que el oso tiene una edad muy avanzada, la segunda es que tiene una excelente relación con sus cuidadores y la tercera es que al ser la quinta generación nacida en cautiverio al animal le va a costar adaptarse al frío porque ya se acostumbró al clima de Mendoza", explicó Pronotto.

La controversia por el destino de Arturo comenzó en el año 2013 cuando empezaron a surgir algunos videos del solitario oso polar en condiciones muy deprimentes dentro del zoológico de Mendoza. Bill McDonald, miembro de la Winnipeg Humane Society (en busca del bienestar de los animales), afirmó en una entrevista con CBC News que el animal “hace metódicamente las mismas cosas una y otra vez, lo que indica que se está volviendo loco poco a poco”.

En mayo de 2012, un oso polar llamado Pelusa que fue la compañera de Arturo por mucho tempo murió de cáncer en el zoológico de Mendoza. Después, en Buenos Aires murió otro oso polar de nombre Winner. Según los encargados del zoológico, Winner no logró soportar las altas temperaturas y los fuegos artificiales de las celebraciones de Navidad, que caen durante los meses de verano en el hemisferio sur.

Es posible que Arturo padezca de “zoocosis”, advierten los ambientalistas.

“La zoocosis es un comportamiento repetitivo que desarrollan los animales en cautiverio. En el caso del oso Arturo se da en caminar para adelante y para atrás. Como que quiere ir a algún lado y no puede”, aseguró Soledad Sede de Greenpeace Argentina.

Para Claudio Bertonatti, miembro de la Fundación Historia Natural Félix de Azara, el problema es que “los zoológicos no son zoológicos sino colecciones de animales vivos y padecientes. Un zoo implica más que mantener y exhibir animales. Hay que darle un sentido a ese cautiverio”.

Irónico, Bertonatti agregó: “En todo caso tendrás un parque temático de animales. En vez de tener Disney con gente disfrazada, tienes animales”.

Al parecer la suerte de Arturo no va a cambiar, pero el encargado de su zoológico no entiende por qué tanto alboroto.

"El oso no se traslada. El oso esta mejor que muchos mendocinos. Tiene 3 aires acondicionados, una pileta de 200 mil litros de agua con un filtro y se le cambia el agua cada una semana. No está en mis planes traer otro oso polar a Mendoza".

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