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¿Por qué es tan aterradora la salvia?

Siempre existe la posibilidad de tener un mal viaje cuando consumimos alguna droga alucinógena, pero hay una en especial que parece más aterradora que el resto: la 'Salvia divinorum'.

Foto vía el usuario de Flickr Seth Anderson.

Siempre existe la posibilidad de tener un mal viaje cuando consumimos alguna droga alucinógena. Pero hay una en especial que parece más aterradora que el resto: la salvia.

La salvia es una planta singularmente potente y psicodélica. No cabe duda de que el viaje que te hace experimentar es tan intenso y tan confuso que durante Horizons, la conferencia anual sobre psicodélicos, se clasificó a la planta como un “psicodélico atípico”. Hasta los más experimentados tienen dificultades para disfrutarla. Cerca de 200 estudiantes, rastudos aficionados a los alucinógenos y algunos hombres de mediana edad recibieron un sermón en la Iglesia Memorial Judson, ubicada en el centro de Manhattan,  acerca de cómo —y por qué— la salvia hace que tu viaje sea más complicado, más extraño y, en general, más intenso.

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Los expositores explicaron al público que al estimular los receptores de serotonina del cerebro, al igual que otras vías neurológicas, las drogas psicodélicas crean una sensación de paz interior y aceptación que ayuda a mitigar condiciones como la adicción a los opioides, la ansiedad que produce el cáncer y el trastorno por estrés postraumático. Palabras como “espiritualidad”, “conectividad” y la frase "abierto a nuevas experiencias" retumbaban entre las apacibles paredes azules, los vitrales, columnas y arcos románicos.

Sin embargo, entre todos los psicodélicos de los que se habló, la salvia —cuyo nombre técnico es Salvia divinorum— fue considerada especial por las alucinaciones que provoca y el mecanismo mediante el cual la droga afecta el cerebro.

De hecho, la salvia ofrece un viaje “sin igual”, según el Dr. Peter H. Addy, asistente de investigación en Yale, quien ha estudiado la sustancia por cinco años.

“El efecto principal son las alucinaciones táctiles”, dijo. Esta sensación es más o menos como un bicho caminando sobre tu piel. La salvia también “provoca una clase sinestesia [la interferencia de los sentidos en la que la estimulación de uno produce una sensación en otro] que nunca he encontrado en la literatura”, continuó.

Los consumidores de LSD informan haber experimentado sinestesia visual-auditiva (por ejemplo, aseguran poder “ver” la música). Por otra parte, la salvia provoca sinestesia visual y táctil, es decir, “que se ven y se sienten cosas en tu cuerpo”, como lo explica el Dr. Addy. Uno de los sujetos de los estudios dijo al investigador que “podía ver todo lo que pasaba en la habitación, pero que lo hacía con su piel y no con sus ojos”.

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Una de las razones por la que la salvia es única es por su química peculiar. La salvinorina —una molécula psicotrópica que se encuentra en la Salvia divinorum— sólo se adhiere al receptor opioide kappa que reduce la dopamina. Por el contrario, la mayoría de los psicodélicos aumentan la serotonina porque se unen a los receptores 5HT2A y 2ª, entre otros.

“Estas drogas funcionan de una manera completamente distinta”, explicó el Dr. Addy a su público.

A pesar de que la salvia es un agonista de receptores opioide kappa (es decir, que activa el receptor en vez de bloquearlo como lo harían los antagonistas), no comparte ninguna similitud con los opioides como la morfina o la heroína. “La morfina es el cásico agonista opioide mu”, dijo el Dr. Addy, "que aumenta la dopamina y produce efectos analgésicos, euforia, uso compulsivo y adicción”. Por otra parte, un agonista opioide kappa, como la salvia, reduce los niveles de dopamina “en el mismo circuito cerebral”.

“La morfina produce euforia”, agregó el Dr. Addy, “mientras que los agonistas kappa producen disforia”.

 Aún así, este estado de desesperación “no es una tristeza incontrolable en la que lloriqueas y rechinas los dientes”, sino es “más bien una disociación de la calidez y la familiaridad con tu cuerpo y las conexiones humanas”, explicó.

El Dr. Addy me dijo que “muy pocas personas podrían considerar que la droga es divertida”.  Esto hace que la salvia suene más aún más novedosa.

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La salvia es el psicodélico natural más potente (muchas drogas populares como el LSD son sintéticas). Es tan intensa que “todo está bien y de pronto, dos segundos después, todo es diferente y caótico y ya no sé nada”, dijo en broma al público. “En resumen, la salvia es única y misteriosa. Además puede ayudarnos a saber más sobre nuestro cuerpo y sobre nosotros mismos”.

Cuando estaba estudiando, el Dr. Addy viajó con Xka Pastora, una organización no lucrativa que documenta los usos tradicionales de la salvia, a las montañas de la Sierra Mazateca al sur de México. Por mucho tiempo, los mazatecos han utilizado la salvia como una “medicina poderosa” en ceremonias religiosas. El enfoque ceremonial de los mazatecas con respecto a esta droga nos da un pista sobre a cómo se podrían canalizar sus efectos para utilizarlos con fines terapéuticos. Aunque el uso histórico de muchos psicodélicos naturales y sintéticos está bien documentado, “hay muchas cosas que no sabemos sobre el uso tradicional de la salvia”, en especial en la época precolonial de México, dijo el Dr. Addy.

Durante su viaje a las montañas de la Sierra Mazateca, el Dr. Addy aprendió mucho sobre la relación de los mazatecos con esta planta. Para empezar, creen que la salvia es una encarnación de la Virgen María, y que si la ingieres, te permite hablar con ella, con San Pedro (el guardián de las puertas del cielo) e incluso con el mismo Jesucristo.

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“Xka pastora [el nombre tradicional de la salvia] se traduce más o menos como ‘hojas de la pastora’, aunque ni las ovejas ni las pastoras son autóctonas de México”, dijo el Dr. Addy. “Los habitantes locales también la llaman hierba de María”, pero esto no da mucha información sobre el uso religioso de la salvia antes de la conquista española que trajo consigo el catolicismo.

 “Aparte de Virgen María,” dijo, “no sabemos como llamarla”.

Lo que el Dr. Addy no sabe es que para los mazatecas el proceso de ingerir salvia es una custión seria. Este pueblo sigue pautas estrictas de preparación para el consumo ceremonial de salvia que requieren “oscuridad total” para proteger a la planta —cuya energía se cree que es “tímida como un venado”— de las luces brillantes que podrían asustarla.

Los participantes se reúnen alrededor de un altar (con frecuencia dedicado a la Virgen María) y mastican o beben las hojas crudas y benditas. Después se unen en un canto ceremonial, un viaje que dura cerca de tres horas.

Otra cosa que podemos aprender de los mazatecos es que fumar salvia no es la mejor manera de ingerirla. Los rituales mazatecas duran horas. Fumar salvia produce efectos intensos que duran sólo 20 minutos.

El hábitat natural de la salvia no está claro, aunque “lo que sí sabemos es que prácticamente en todas las zonas donde crece la salvia, es porque los humanos la plantaron”, según el Dr. Addy. “Es un cultigen”, es decir, que muy pocas veces tiene semillas.

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A pesar del deseo que tienen los humanos de cultivar salvia, el Dr. Addy no negó que la droga sí da miedo. Un miembro de la audiencia preguntó acerca de un estudio que hace énfasis en los efectos “aterradores”. Otro miembro hizo dijo de forma impertinente que “estaba convencido de que lo que acaba de hacer el doctor había desatado una cadena de eventos que inevitablemente resultaran en el apocalipsis” entre los consumidores de salvia.

Los efectos profundos y desconcertantes de la salvia crean una experiencia que muy pocas personas buscan, no obstante, sigue siendo un psicodélico legal. “No es una droga recreativa ni habitual", dijo el Dr. Addy. Por lo tanto, hablando desde una perspectiva legal, “se ha mantenido fuera del radar”.

¿Habrá experimentado el Dr. Addy con la droga que se dedica a explorar profesionalmente? Una mujer que tenía cabello corto y gris que se encontraba entre el público se levantó e hizo esa pregunta.

“No voy a negarlo ni a confirmarlo”, respondió, y recibió muchos aplausos. “Ese es el problema con la academia. Si digo que consumo drogas, entonces significa que no puedo hacer una investigación seria porque no sería ‘objetiva’. Si digo que no he consumido drogas, no soy creíble porque no sé de lo que estoy hablando”.

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