Por qué los trastornos de la salud mental se manifiestan a partir de los veinte años

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La guía Vice de la salud mental

Por qué los trastornos de la salud mental se manifiestan a partir de los veinte años

Las drogas, el sexo casual, irse de casa, encontrar un trabajo... ser un joven adulto es jodidamente estresante.

No es casual que la imagen del adolescente atribulado, asustado y tembloroso que lucha por entrar en la edad adulta sea un tópico. Abandonar el nido, ir a la universidad, conseguir un trabajo, la falta de sueño, las drogas y el acceso ilimitado al alcohol… Llegar a la mayoría de edad es una gran putada. Por eso no resulta sorprendente que popularmente se crea que los jóvenes en esa edad sean más proclives a sufrir trastornos mentales. ¿Hay algo de cierto en esta creencia? ¿Qué hay de los chavales de familias adineradas que no están sometidos al estrés que sufrimos el resto de los chicos a esa edad, o de las personas que atraviesan su peor momento a los treinta o los cuarenta? ¿La aparición de enfermedades mentales en los jóvenes está condicionada por el entorno o por factores biológicos?

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Para intentar dar respuesta a estas preguntas, telefoneé a la doctora Johanna Jarcho, becaria de posdoctorado en el National Institute of Mental Health cuyo trabajo se centra en el estudio de las diferencias en el desarrollo cerebral entre individuos saludables y personas con problemas de salud mental, concretamente la ansiedad. En nuestra conversación me explicó cómo la reacción del cerebro frente a las condiciones sociales influye en nuestra salud mental y que la mejor forma de poner solución a un problema es un diagnóstico precoz.

VICE: Muchas veces oigo a la gente decir que las enfermedades mentales suelen aparecer en la última etapa de la adolescencia o a principios de los veinte. Lo cierto es que concuerda con lo que veo en mi entorno, pero ¿esto tiene alguna base científica?

Dra. Johanna Jarcho: Sí, la inmensa mayoría de los trastornos de salud mental aparecen en la adolescencia o a los veintipocos. Una persona adulta proclive a sufrir un trastorno de ansiedad tiene un 90 % de desarrollarlo en la etapa adolescente. Digamos que la ansiedad no aparecerá cuando ya es adulto, sino que la desarrollará de joven y la arrastrará durante la edad adulta. Según las últimas investigaciones, esto es debido a que durante la etapa adolescente el cerebro sufre cambios muy significativos. Antiguamente se creía que el cerebro no cambiaba mucho después de la primera infancia, pero ahora hemos comprobado que sigue experimentando transformaciones importantes hasta los primeros años de la veintena. Sigue siendo muy maleable, por lo que las distintas influencias del entorno social pueden incidir en gran medida en el desarrollo cerebral.

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Dices que tiene mucho que ver con el desarrollo cerebral. Por otro lado, los primeros años de la edad adulta son un periodo muy convulso, tanto desde el punto de vista social como económico: la universidad, la entrada en el mundo laboral o la emancipación. ¿Hay alguna forma de saber en qué medida se debe a los efectos del entorno o a un factor biológico?

Algunos tipos de trastornos mentales tienen una base más genética que otros. La esquizofrenia y el trastorno bipolar son hereditarios en un índice muy elevado. Si tienes un familiar de primer grado, como un padre o un hermano, que sufra uno de esos trastornos, existe un riesgo muy alto de que tú también lo desarrolles, y ese riesgo puede verse potenciado por tu entorno. En el caso de otros trastornos, como la depresión o la ansiedad, el factor hereditario no es tan elevado, y la posibilidad de desarrollarlos depende más del entorno. Como adultos jóvenes, experimentamos muchos cambios en el ámbito social, pero tenemos la capacidad de evolucionar y superar ese periodo de transición entre la adolescencia y la madurez. Lo que ocurra en ese lapso, desde luego, puede influir profundamente en el individuo y favorecer su crecimiento como persona "sana" o propiciar la aparición de este tipo de trastornos.

Todavía estamos tratando de averiguar en qué medida es influencia del entorno o de factores biológicos. Gracias a la genética hemos sabido que no es algo exclusivo de los genes ni tampoco del entorno, sino que se trata de una interacción entre ambos.

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Entonces, ¿las enfermedades mentales no son algo que no se pueda evitar, algo que desarrollas o no desarrollas?

No. Solemos centrarnos en el aspecto negativo, pero hay que tener en cuenta que se puede hacer mucho para evitar la aparición de trastornos de salud mental, incluso cuando existe riesgo de desarrollarlos. Aunque tu entorno pueda contribuir a que sufras un trastorno, un entorno favorable puede hacerte prosperar.

¿Qué debería saber la gente?

Es importante saber si existe un factor de riesgo. Imaginemos que uno de tus padres padeció una psicopatología: eso es, sin duda, un factor de riesgo. Si de niño tuviste dificultades para relacionarte, ahí tienes otro factor de riesgo. Si tus padres te sobreprotegieron en lugar de exponerte a situaciones difíciles y enseñarte a superarlas, hay un factor de riesgo. El tipo de educación que recibiste de tus padres puede afectar mucho al modo en que te enfrentas a los nuevos retos durante la transición a la edad adulta.

Supongamos que una persona ha empezado a experimentar los síntomas de un trastorno de salud mental. ¿Qué puede hacer para mitigar los daños?

Lo más importante para atenuar los efectos de cualquier psicopatía es haber recibido tratamiento precoz de joven. Esto funciona igual que los hábitos: se fortalecen con el tiempo y una vez que se han establecido pasan a ser algo biológico, de alguna forma. Es mucho más difícil romperlos y perduran durante mucho tiempo. Si sospechas que algo va mal, tienes que buscar ayuda antes de que la situación derive en una crisis, antes de que el trastorno afecte a tu vida en mayor medida.

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¿Qué te parecen todos esos foros de autodiagnóstico y otras herramientas de salud que circulan por internet?

Todavía sigue habiendo reticencia a acudir a un profesional de salud mental, por lo que muchas personas prefieren recurrir a internet para intentar entender qué les ocurre. Como primer paso está bien y puede ayudarte a ver que no eres el único que sufre esos síntomas, pero esa vía no te llevará a la obtención de un tratamiento. Es preciso acudir a un profesional y decirle, "Necesito ayuda". Obviamente, cuantos más recursos tengamos a nuestra disposición, mejor, sobre todo en el caso de personas que desconocen los tratamientos de salud mental. Puede llegar a asustar. Internet es útil, pero no te proporciona un diagnóstico ni un tratamiento.

¿La desinformación supone un problema?

Bueno, imagínate que alguien se ha autodiagnosticado depresión. Para algunos, esa etiqueta puede ser de ayuda, mientras que para otros, no. Respecto a la desinformación, cada persona es un mundo, de ahí la importancia de recibir un tratamiento específico para cada situación.

A veces encuentras en internet páginas sobre servicios de salud mental informatizados o videojuegos que ayudan a reducir la ansiedad, y la gente pone sus esperanzas en ellos, pero desgraciadamente todavía no existe una forma sencilla y carente de efectos secundarios para tratar según que enfermedades. Es importante recalcar eso. Se publican muchas estrategias que no están respaldadas por la ciencia. Yo creo que lo mejor es acudir a un profesional.

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¿Estás diciendo que no va a haber un equivalente de la penicilina en la salud mental que cure a la gente de forma rápida y sencilla?

Sería genial, pero dudo que ocurra. Hace mucho tiempo que no se desarrolla ningún nuevo medicamento para los trastornos de salud mental, lo cual es decepcionante.

Parece que lo que "sabemos" sobre salud mental y salud en general siempre está cambiando. Por poner un ejemplo, no dejo de ver estudios que dicen que el vino tinto es bueno para la salud y otros que afirman lo contrario. Para alguien profano en la materia puede ser algo desconcertante. ¿Cuánta información que poseemos actualmente cambiará dentro de unos años?

Creo que todos pensábamos que a estas alturas ya sabríamos más de lo que realmente sabemos. Volviendo al ejemplo de la genética: cuando se descifró el genoma humano pensamos, Qué bien, ya lo sabemos todo. Ya podemos arreglar cosas y todo se aclarará . Tener un mayor conocimiento de los trastornos mentales nos ha servido simplemente para darnos cuenta de lo complejos que son.

A menudo la prensa laica expone las cosas de manera tan simplificada que acaba dando falsas esperanzas a la gente. Dicen, "En este punto del cerebro es donde radica la depresión", como si actuando sobre ese punto consiguiéramos solucionar el problema, pero la realidad es mucho más compleja. Ahora es cuando empezamos a darnos cuenta de todo lo que no sabemos aún. Es un poco aterrador. Es un campo en constante cambio. Yo espero que dentro de 10 o 15 años seamos capaces de detectar síntomas de forma precoz, pero aún es pronto para eso en el campo de la neurociencia.

¿Hay algo más que crees que un joven adulto debería saber sobre la salud mental?

Que la mayoría de trastornos de salud mental que sufren los jóvenes a los veintipocos acaban por desaparecer. Que sirva como mensaje esperanzador. Y que sepan, también, que si se encuentran entre los que sufren trastornos que no desaparecen, lo mejor es buscar ayuda cuanto antes. Que se deshagan de los prejuicios y vayan a ver a un profesional, que no esperen a sufrir una crisis aguda. Han de verlo como si fuera un problema más de salud general, como ir a hacerse una revisión médica. Tienen que hablar de sus problemas antes de que se acumulen.

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Traducción por Mario Abad.