¡Pacifista!, nuestra plataforma hermana, viajó hasta Las Brisas, Caquetá, para retratar el dolor, la indignación y, una semana después, el olvido de un hecho macabro. Las palabras vacías del comandante de la Policía, la romería de periodistas buscando pistas de los asesinos, el dolor de la señora Grimaldo (la mamá de los niños), la curiosidad de los vecinos, el entierro multitudinario y las palabras de cuanto funcionario aterrizaba en la zona.
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"El domingo, Florencia volvió a su rutina mientras los noticieros aseguraban que las autoridades trabajaban para encontrar a los asesinos. Parece ser el fin de esta historia: la búsqueda continúa y todo va quedando atrás. En el lento olvido de un país desmemoriado", escribe el periodista David Mayorga en el reportaje que acompaña estas fotos.Este es el relato vivo del día a día en Colombia: el horror sin memoria.***Esta historia hace parte de ¡Pacifista! Una plataforma para la generación de paz. Lea la primera entrega del cubrimiento especial sobre la masacre de los niños de Las Brisas acá.Sobre ¡Pacifista!
Angustia, ansiedad y adrenalina a la espera de los cuatro coches fúnebres.Iván Valencia
El dolor de un familiar en el sepelio de los cuatro niños asesinados en Florencia, Caquetá.Iván Valencia
Mientras la comunidad acompañaba a los niños de la masacre, en otras partes del cementerio cada quien lloraba a sus muertos.Iván Valencia
La multitud indignada acompañó la entrada a la catedral.Iván Valencia
La comunidad de Florencia se tomó el cementerio central.Iván Valencia
Cuatro nombres que van a pasar a la historia en Florencia.Iván Valencia
En esta casa vivían los cuatro niños asesinados.Iván Valencia