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Una diva barbona

Conozcan a Conchita Wurst. Nacida en las montañas imaginarias de Colombia, tiene enamorados (y confundidos) a los europeos. Tuvimos el placer de hablar con ella antes de que quedara coronada como la mejor voz europea en el festival de Eurovisión.

Pelos.

El tema está de moda.

El pasado mes de enero American Apparel, la marca de ropa de básicos norteamericana le incorporó a sus maniquíes, exhibidos en una de sus tiendas en Nueva York, vellos púbicos en la entrepierna, un acto que —según la marca— "enaltece la crudeza y la realidad de la sexualidad". El acto de marketing, más allá de vender más calzones, hacerle un guiño a las actrices porno de los 70 y permitirle expresarse con libertad y alivio a muchos hombres que disfrutan de hacer cunnilingus que incluyen inmersiones en una selva tropical húmeda y peluda, ha puesto a expertos y académicos a revaluar incluso las ideas de lo femenino y lo masculino.

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Según un estudio de la University College Medical School de Londres llamado Mujeres viviendo con vello facial: una carga psicológica y de comportamiento, se advierte que las mujeres con vello en la cara son más propensas a sufrir depresión y ansiedad, además de pensar que dichos vellos han impedido que progresen en sus trabajos o consigan pareja.

El personaje que les presentaremos a continuación, alejado de cualquier estudio sociológico, se ha pasado por el fundillo las divisiones de género y los estereotipos que los acompañan. Esta chica, con prominente vello facial en la cara y negros y robustos pelos, se ha hecho un lugar en la memoria de sus seguidores, chicos, chicas y chicos-chicas, que aman su acto pop, uno que, según ella, fue creado y enzalsado en las montañas de Colombia.

Hoy, en épocas de depilación láser, en donde el vello de la entrepierna se ha vuelto escazo y los pelitos en la comisura de los labios es un acto de traición a la patria femenina, que una cantante de pop, mainstream, respresente a su país en un concurso como lo es Eurovisión portando tacones, vestidos de lentejuelas, una barba espesa y labial, es todo un statement, no sólo visual y estético, sino de género y sexo.

Paz Stammler photography (www.paz-photography.com)

Conozcan a Conchita Wurst.

Una diva barbona de 26 años, una estrella del espectáculo que es una especie de mash up entre Kim Kardashian y George Michael. Austriaca de cuna y colombiana por imaginación, Conchita participará como representante del país europeo en la próxima edición de Eurovisión en marzo de este año. Su belleza es de otra naturaleza y sus orígenes dice, son las montañas de Colombia.

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Hablamos y coqueteamos con ella. Esto fue lo que nos dijo.

Vice: Hola, Conchita. ¿Cómo estás?
Conchita Wurst: Hoy todo está tranquilo. Tuve una sesión de fotos a primera hora y ahora tengo una entrevista contigo. Eso me gusta.

¿Sabes a mi qué me gusta? Tu nombre. Acá en Colombia a las Consuelos les decimos 'Conchita' y a los dildos consoladores. Sensual, ¿no crees?
Sí, ha de ser  por eso mismo por lo que me gusta tanto el nombre de Sofía Vergara.

¿Te gusta llamarte Conchita? ¿Te han contado tus padres por qué te pusieron este nombre?
Mis padres me llamaron así en honor a mi tatarabuela, a quien llamaban 'La Barbona'. Desafortunadamente nunca la conocí, murió antes de que yo naciera. Pero he visto fotos de ella y era tan bella como yo. Creo que fue una decisión sabia de mis padres llamarme como mi tatarabuela, ella tenía la barba y el pelo blanco, algo así como un Papá Noel con tetas. Era colombiana, creo; sólo he oído rumores de eso; ella es como un personaje de cuento de hadas, no lo sé, quizás ni siquiera era mi tatarabuela y mis padres se inventaron esta historia.

Eres de la montañas de Colombia. ¿De qué parte exáctamente? Sólo por saber. Puede que seas prima segunda mía. En Colombia todos somos primos en segundo grado de alguien famoso.
Cerca a Bogotá. Nací allí, pero desafortunadamente no sé español porque mis papás migraron a Alemania cuando tenía dos años, así que mis fans latinos y españoles están muy defraudados conmigo porque no puedo hablar español con ellos. De hecho, la única cosa que sé decir es: "Yo no comprendo nada".

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Pero, ¿sabes algo de Colombia? ¿Te han contado algo tus padres?
Claro que conozco cosas de Colombia. Sin embargo, está claro que en toda Europa cuando piensas algo sobre Colombia, primero piensas… [se pone la mano en la nariz y hace el gesto de esnifar cocaína]. Pero yo, personalmente, pienso primero en Sofía Vergara, después pienso en la droga. Después todos los colombianos son bellos y excelentes bailarines, seguramente todos nacen con ese vaivén de caderas como Shakira. En mi cabeza ustedes están bailando el día entero. Y eso me encanta.

Fotografía de Manfred Baumann

Hay algo que tienes que saber de Colombia. Cuando las niñas de tu edad tenían siete años ya cantaban reguetón diciendo: "Yo quiero bailar, tú quieres sudar y pegarte a mí, el cuerpo rozar", mientras tanto tú cantabas canciones de La Sirenita diciendo "Out of the sea, whish I could be part of that world" ¿Cuál es tu fijación con la pequeña Ariel?
Pienso en mí mísma como una sirenita de pelo negro y barba. Siempre he dicho que fue Ariel quien me enseñó a cantar. Yo crecí con Disney y en especial con la historia de La Sirenita. Las sirenas son seres de dos naturalezas, pez y a la vez humano, es por esto que creo que la mayoría de los hombres gays tienen una cercanía con Disney, porque al final todos tenemos la misma historia, no encajamos y por eso nos gustan las princesas de Disney.

Acá 'La conchita' en el argot popular es el alias peludo o depilado de la genitalia femenina. Tu apellido, Wurst, alpino, testosterónico y bábaro, refiere al Wurstel, una salchicha, que en el lenguaje popular de los niños colombianos es el alias de la genitalia masculina, o sea: pito.
Sí. Ambos me representan. Soy una reina que trabaja, pero un chico muy perezoso en casa. No soy transexual, soy una drag queen con barba (él, ella es Conchita), y en mis tiempos y espacios privados soy simplemente un chico gay.

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¿Quién es ese chico?
Tom Neuwirth, 26 años, austríaco.

Hablemos entonces con el wurst de Conchita: Tom.
Conchita tiene la carrera y Tom es la persona privada. Tom es quien peina y maquilla a Conchita. Son dos personas distintas y realmente no quiero cruzar la línea entre ellos dos, es por eso que creé una vida y una biografía para ella (Conchita) y otra para Tom y creo que escogí lo mejor de ambos mundos.

Yo inventé a Conchita por un tema delicado. Fui discriminado cuando era un adolescente y quería, con todas mis fuerzas, poder encajar; lo intenté mucho sin lograrlo. Pero bueno, finalmente me dije un día que fuera lo que quería ser y ahora eso soy, una mujer con barba.

Cómo fue ese proceso de transformación de Tom en Conchita sin dejar de ser nínguno de los dos.
Creo que desde que tuve entre seis y diez años siempre me consideré a mí mismo una princesa, una niña; sin embargo, con el tiempo me dí cuenta de que era más un gay que una mujer.

Después a los 14 años fui a la escuela de moda, estudié los tres primeros años y después participé como Tom en Starmania, un programa de talentos en Austria. Regresé después a la escuela y en 2007 decidí que lo que quería ser era cantante. Así que regresé como esta mujer barbona y, ya sabes, las mujeres barbonas no son muy bien recibidas. Después me di cuenta de que logras la atención de la gente cuando la sorprendes, por eso creé este personaje de Conchita, esta barba para lograr la atención de la gente y lograr hablar con ellos. Amo, sin embargo, ser una mujer en el escenario, pero también disfruto ser un hombre, bueno un niño.

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Hablando de niños y de niñas. ¿Te gustan las conchitas o los wurstels?
Me gustan los chicos en cualquier personaje.

¿Qué tipo de chicos te gustan? ¿Los príncipes azules o los que parecen un oso pardo?
Me gustan los hombres mayores, me encanta que tengan barba, por supuesto, y si tiene un bonito pelo, ahí me tienen. (Conchita se acerca a la cámara y me sonríe coqueta. No soy mucho mayor que ella, pero tengo barba y el pelo largo).

Mi barba es un desastre…
Pero te luce…

Gracias, pero tengo pelos guerrilleros por todas partes, la tuya parece una autopista de Mónaco. ¿Cómo lo haces?
Antes de ser Conchita traté de ser muy masculino a la manera gay, quería ser delgado, iba al gimnasio y hacía las cosas que los hombres gays hacen. Para mí fue fantástico cuando me empezó a crecer la barba, finalmente tenía algo masculino. La barba de Conchita es natural, la pulo muy bien y en ocasiones le doy forma pintándola un poco, pero es mi propio pelo.

Muchos dicen que, precisamente, ese pelo en la cara, junto al labial y los rasgos más femeninos, está redefiniendo códigos y cánones estéticos. ¿Te imaginas en unos años las calles llenas de conchitas wurst?
Pues no sé si eso pase, me encantaría verlo, pero al menos por ahora soy la primera opción para Halloween. Es el disfraz más fácil que puedas imaginar.

Tu barba, tu lipstick y vestidos, tu figura como drag queen barbona con talento para cantar hizo boom en los medios austríacos. Cuando fuiste seleccionada para representar a Austria en Eurovisión más de 31 mil personas le dieron like a una comunidad anti-Wurst para boicotear tu elección como representante del país.
Bueno, lo siento, pero esta va a ser una respuesta muy aburrida, pero eso realmente no me interesa, porque de hecho lo único que me viene a la cabeza con esto es agradecerles por la atención.

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¿Tienes novio?
Sí.

No, no Tom, Conchita…
Sí, de hecho está casada con un bailarín de cavaret francés que se llama Jacques.

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@juanpagallon