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El alfabeto (ilustrado) del narco mexicano

A de "alterado"

Éste es uno de 29 testimonios que he recogido entre gente metida en la Guerra contra el Narco.

Éste es uno de 29 testimonios que he recogido entre gente metida en la Guerra contra el Narco. Los nombres y locaciones específicas han sido omitidas por seguridad. Lo he acompañado de un dibujo y de mi definición sobre alguna de las 29 palabras que he escuchado mentar a esta gente. Aquí les dejo la palabra de esta semana: Alterado

I. “Mi cliente seguía encerrado en La Palma, ahora El Altiplano. Afuera yo trataba con el Quemado, quien había quedado al mando de la plaza. Mi cliente le había tomado mucha confianza a éste porque, según se cuenta, había salvado la vida de sus hijos. El Quemado me marcaba por el radio y saludaba, Cómo ha estado, licenciado. Hablábamos dos o tres cosas de jale y colgábamos, respetuoso el señor. Una noche me marca, Lic, qué onda; Todo bien, Señor; Mire, le hemos comprado un boleto para que mañana temprano se descuelgue a Toluca, urge hacerle una consulta. ¿Qué iba contestarle? Pues que sí, Seguro, mañana tempranito volamos a Toluca. Qué chingados haces en ese caso, ni modo que decir que tienes hueva. Ahí voy, preguntándome de qué iba todo el pedo. En el aeropuerto me recogieron en dos camionetas. Licenciado, el Señor lo está esperando, y me subieron a la de atrás. Llegamos a una colonia de casas de cartón y lámina, muy pobre, en una vi un chingo de carros. Una fila de cabrones estaba amontonándose en la entrada. En cuanto bajé me recibió un comandante de la Federal de Caminos, un comandante que me estimaba. Licenciado, me abraza, Usted no tiene que hacer la cola. En cuanto entré vi un chingo de altares y en estos hierbas, esculturas de diablos y velas. Vi que el señor estaba todo alterado, o sea El Quemado, alegándole a un ruco que estaba a un lado no sé qué mamada. Qué bueno que vino, Lic, le presento al Señor… y me dijo un nombre que no recuerdo mientras apuntaba al ruco, un viejo prieto y flaco, lleno de pulseras y colguijes. Mire, aquí el señor me ha leído mi suerte, dice que alguien de mi gente me va a traicionar, así que necesito que a usted, a todos, les eche los huesos. El viejo me miró y sobre la mesa echó una montón de huesitos. Todos nos callamos por unos cinco minutos. Entonces el ruco volvió a clavarme su mirada. ¿Qué tal si al ruco, nomás por sus huevos, se le ocurría decir que yo iba a ponerle dedo a su Patrón? Pues ahí estoy, en las afueras de Toluca, frente al pinche Brujo. Pues que el ruco voltea a mirar al Quemado y asiente con la cabeza. Chingue su puta madre, me dije, ya valió verga. Pero no: el Quemado se volteó hacia mí y se sonrió, y dice Mi Lic, sabía que usted era de los míos. Oh, qué la chingada, me dije. Pues me salí de la casa y me despedí del pinche brujo hasta de beso. Esa noche me invitaron a echar unos pistos. Fuimos toda la gente cercana, menos el Comandante. Ese güey era un bato muy fiel y hasta esa tarde siempre cuidó al Quemado como si fuera su escolta. Después de esa tarde nunca lo volví a ver”.

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II. Alterado es una palabra salivada por buchones y mangueras para referirse a un estado de excitación producto del consumo de anfetaminas y perico. Alterado también es el nombre del movimiento que agrupa a los intérpretes de corrido “enfermo”, o sea narcocorrido que describe levantones y decapitaciones con esmerada meticulosidad. La letra de "Ejército satánico", de Gabriel Silva, es protagonizada por “comandos maniacos/adictos a la tortura/y a hacer volar cabezas/en pedacitos sangrientos”; en "Cárteles unidos", otro de sus corridos, el compositor manguerón advierte que “este virus —el virus de lo alterado— contagia y a todos enferma.” El corrido tradicional promueve la mentira de que el narco es cuerpo hegemónico y piramidal, constituido en jerarquías y no perturbaciones; para el corrido enfermo la delincuencia no se organiza, sino se propaga a manera de rizomas en pugna loca: el narco es virus multiplicado. Alterado, por ello, es también el nombre que mejor cuadra al paradigma que desde el inicio de la Guerra contra el Narco da sentido al Estado mexicano. La violencia, en sus formas simbólica y sistémica, es bisagra comunal; y es, aún más importante, detonador de la transición entre Estado Nación (EN) a Estado Técnico-Administrativo (ETA) a lo que denomino Estado Alterado (EA). El soporte subjetivo del Estado mexicano no es el ciudadano, tampoco el consumidor: es el sujeto "alterado", o sea aquel que en la experiencia de la violencia se establece nuevos órdenes de sentido individual y colectivo.

www.juanreyna.blogspot.com

@jcreyna

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