Una guía lésbica para comer pepa

¿Sabías que La Guía VICE para Comer Pepa es todavía uno de lo artículos más visitados en VICE.com? La razón es que, a menos de que seas un niño de cinco años, una chica heterosexual poco aventurera, o alguna especie de persona de güeva, seguro has puesto tu boca en una vagina y quieres mejorar tus habilidades. ¿Acaso no quieres ser un ganador? ¿No quieres salir victorioso en esta pelea de tu boca contra la pepa? ¡POR SUPUESTO QUE SÍ! Decidí que era hora de una nueva guía, desde la perspectiva de alguien que tiene una vagina y es mejor amiga de las vaginas (sexualmente).

Apenas terminé de escribir el párrafo anterior y tuve que ponerme a pensar sobre qué clase de persona entra en la categoría de "no gracias, nada de vagina para mí". Lo pensé largo tiempo, como si estuviera resolviendo un complejo problema matemático porque, después de llevar 21 años comiendo vagina, no me puedo imaginar mi vida sin ella. Es uno de mis grupos alimenticios principales.

¡Hola! Por si no lo sabías, soy una gran lesbiana. Hecho número uno sobre las lesbianas: a menos de que seamos unas tontas o estemos fingiendo, sabemos un chingo sobre los holanes, incluso cómo usarlos en los sombreros. Aunque igual que todo en la vida, entusiasmo no siempre implica habilidad. Puedes amar algo (como la panocha) y apestar en ello (como comer panocha). En el mundo sexual de las lesbianas hay dos cosas hasta arriba de nuestra escala de dificultad 1) los arneses, y 2) comer pepa de una forma realmente increíble. En este artículo trataremos esta última, y en el proceso esperamos poder ayudar a otras lesbianas, lesbianas de clóset, heteroseuxlaes y demás.

1) Tú mandas

La primera vez que vi una vagina, que no fuera la mía, creí que me iba a paniquear. Una vagina no es algo particularmente bonito, y muchas cosas pasan en esa región. Tuve que sacrificar buena parte de mi salud personal y mental (torticolis, sueño, ponerme a llorar y quererme dar un tiro porque a la otra persona le toma años venirse) para dominarla. He descubierto, a través de la práctica y el tiempo, que si te involucras en una situación oral pensando "ESTA CHICA SE TIENE QUE VENIR O SOY UN FIASCO", entonces es muy probable que no se venga y termines pasando un mal rato haciendo toda clase de muecas extrañas allá abajo. La presión es lo peor y ahuyenta los orgasmos todo el tiempo. Imagínate a un pastor parado en medio de una pradera e intentado arrear a sus ovejas con sólo llorar y desear con todas sus fuerzas. Estresarte porque quieres hacer que una chica se venga es como ahuyentar a Pepa, cuando lo que quieres es que ella venga a TI. Lo importante es tener esta sensación de "Voy a poner mi cara en esta vagina porque quiero y porque ya vi el último capítulo de Mad Men. Me importa un carajo si se viene o no". Entonces vendrá. Te lo prometo.

2) No hagas cosas raras. No hagas "trucos".

Lo peor es cuando alguien piensa "te voy a dejar estupefacta" y después mete su cara entre tus piernas y empieza a hacer todos estos ruidos guturales sobre tu vello púbico. Las historias sexuales más compartidas empiezan con "esta persona le hizo algo tan gracioso a mi pepa". No le hagas cosas graciosas a la pepa de nadie. No saques "tus cartas". Se honesto y tranquilo. Hazlo hasta que puedas medir sus gemidos para entender que es lo que más le gusta (lo que espero puedas hacer, a menos que la chica no haga ningún ruido, lo cual apesta), sólo empieza suave y amplio con tu lengua, presiónala contra la pepa, y sigue con lamidas lentas y constantes, como si estuvieras disfrutando del mejor helado de tu vida. Hazlo realmente lento, leeeeentooooo, mientras pones tus brazos sobre sus muslos. Espera a que se empiece a retorcer, y aviéntate contra ese clitoris como si fuera una araña en la tina. Si estás haciendo alguna pendejada allá abajo y escuchas que te dice "ven acá, quiero besarte", entonces la cagaste. No insistas, y no intentes regresar de inmediato para "ganar". Perdiste esta ronda, pero reflexiona sobre lo que hiciste mal cuando la chica se vaya a su casa, y vuelve a tratar la próxima vez. Necesitar práctica no tiene nada de malo, y tampoco tiene nada de malo preguntarle a alguien qué es lo que le gusta.

3) Capas

Las vaginas son bien volubles. La mejor forma que se me ocurre para explicarlo es comparar a una vagina con alguien realmente pacheco que quiere comer un chingo de cosas al mismo tiempo. Imagina que estás hasta el pito y no puedes dejar de pensar en unos Doritos. Tienes TANTAS ganas de Doritos que quieres llorar. Por fin, llegas a la tiendita de la esquina y compras tus Doritos, pero cuando regresas a tu casa, con tu brazo en el fondo de la bolsa, te das cuenta de que también quieres chocolates. Así es con las vaginas. Hay un dolor, una necesidad, un "agujero que llenar", pero tienes que arrojar un chingo de madres a ese agujero para dejarlo satisfecho. ¿Viste la película Tremors con Kevin Bacon? Imagina que ese gusano gigante y dientón es la vagina contra la que estás luchando, y tienes que hacer todo lo posible por cerrar ese agujero.

De hecho es una fórmula fácil de recordar, pero no la sigas TAN al pie de la letra. La clave para crear un hermoso pastel de sexo oral, capa por capa, es empezar despacio e incluso llevar un ritmo como el antes mencionado, y después atacar al clitoris (concentra la punta de tu lengua en el clitoris y empujalo de un lado a otro como si intentaras equilibrar un M&M), para después baja la velocidad una vez más. Cuando bajas la velocidad, la chica debe hacer un ruido de "no, no pares", entonces le metes tres dedos por la vagina y los enrollas hacia arriba hacia ese bordecito, que no sé como se llama. Si quieres usar tu otra mano, pon la palma sobre la parte entre el estómago y el hueso de la pubis mientras haces todo lo demás. No estoy muy seguro de qué es lo que esto hace, pero a las chicas les encanta.

Espero esto te ayude. Ah, y si sólo recuerdas UNA cosa, recuerda que esa cosa rara que haces cuando succionas, duele y soplarle a una vagina siempre es mala idea.

@WolfieVibes

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