FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

Arrestaron a dos maestras por tener sexo con uno de sus alumnos

Aunque el adolescente de 16 años señaló que los tríos que sostuvo con sus maestras fueron con su consentimiento, las profesoras son acusadas de haber cometido un delito grave.

Estas maestras de literatura inglesa están en problemas. Foto cortesía del departamento de la policía en Kenner. 

Convencer a los adolescentes para que lean por placer puede llegar a ser una odisea. Es cierto que los libros son mucho menos emocionantes que las películas, la televisión o “sextear”, además de que requieren mucho más esfuerzo. En la era de lo inmediato, la tentación de desviar la mirada del libro y revisar el chat es casi imposible de resistir. La habilidad de sentarse y leer un libro es casi como un músculo: si no lo usas, se atrofia. Por eso es importante inculcar en las personas el hábito de la lectura cuando aún son jóvenes.

Publicidad

Parte del problema es el tema de los tomos que nos obligaron a leer durante nuestra adolescencia. En la preparatoria nos entregaban listas con contenido muy anticuando, ya sea por respeto a la tradición o por el miedo a ofender a los padres. El resultado es que si no tienen un maestro excepcional, los adolescentes pueden hacerse a la idea de que Shakespeare fue un tipo que usó palabras anticuadas para relatar historias que dependen totalmente de las coincidencias y que Las Aventuras de Huckleberry Finn no es más que un libro un poco racista para niños. En general, la ficción contemporánea se presenta en forma de novelas aprobadas por los padres para adultos jóvenes, como Crepúsculo o Los Juegos del Hambre. Muy pocas veces los niños se dan cuenta de que la literatura también puede ser rebelde o ser una parte importante de sus vidas.

Lo que se necesita es una reforma total en las listas de lectura que dan en preparatoria. Debería ser la clase de libros que le interesarían al hermano “cool”. Si se inculca la lectura a una edad suficientemente temprana, los adolescentes comunes podrían llegar a interesarse en escritores como Teju Cole, Joan Didion, Raymond Carver o Zadie Smith. Tratamos de enseñarle a los niños que los libros son importantes, pero en realidad deberíamos demostrarles que los libros son divertidos. Mientras haya suficiente sexo y drogas para conservar su interés, los adolescentes podrían pasar de ser unos completos analfabetas a ser unos pseudointelectuales pretenciosos que citan a Bret Easton Ellis y a Hunter S. Thompson cada que tienen la oportunidad. (Bueno, al menos es algo. Sólo nos queda esperar que superen esa fase.)

Publicidad

Si no se actualiza la lista de lecturas recomendadas, se debería animar a los maestros de literatura a que convivan lo más que puedan con sus estudiantes y se identifiquen con ellos —claro, deberían evitar a toda costa tener sexo con los chicos que están a su cuidado.

Pero eso fue exactamente lo que hicieron dos profesoras —Shelley Dufresne, de 32 años, y Rachel Resspess, de 24 años— con un chico de 16 años en la localidad de Destrehan, Luisiana. Arrestaron a las profesoras después de haber grabado los tríos. Como era de esperarse, los tabloides aprovecharon al máximo este incidente. (A propósito, el estudiante afirma que las relaciones fueron de mutuo acuerdo y que al parecer presumía de ello ante sus compañeros. Para complicar más las cosas, cuando ocurrió el incidente, el chico estaba a unos días de cumplir la edad de consentimiento sexual).

Debido a que las profesoras son mujeres y el estudiante es hombre, la noticia ha provocado quejas por sexismo inverso en los rincones más extraños de internet. Como dijo alguien que comentó en Reddit: “No puedo imaginar la rabia que se habría desatado si las profesoras hubieran sido hombres, y el jefe de la policía lo llamó “mal juicio”. Es un argumento válido aunque expresado de una manera muy pobre. Algunos comentan cosas como “Las.Mejores.Maestras.Del.Mundo” y con esto demuestran que no toman con seriedad el asunto. Aunque a las mujeres se les acusa de haber cometido un delito grave, lo que significa que las autoridades sí se lo están tomando en serio.

En conclusión: Los maestros no deberían tener sexo con sus alumnos, nunca. ¿Saben? ¡No es algo tan difícil de evitar!

Sigue a Hanson O'Haver en Twitter.