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Viajes

Tráfico de armas y cultos jóvenes en un país que no existe

La segunda parte de nuestra historia sobre Transnistria, la metanación.

Continuación. Lee la primera parte aquí.

Estuvimos en Transnistria, un estado soviético, entre Ucrania y Moldova, que se autoproclamó como nación, pero que no ha sido reconocido. La celebración por el vigesimo aniversario de su "independencia" involucró cañonazos de tanques, camaradería y una desenfrenada ingesta de alcohol eslavo. Pero esta vez entramos a la oficina de uno de los personajes más implacables y corruptos de la nación.

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El influyente Dmitry Soin es uno de los jugadores principales en Transnistria. Está bien conectado con el crimen organizado y la Interpol lo busca por el asesinato de un viajero y de un prestamista, además de haber planeado otras 25 muertes. En 2006 fue expuesto como traficante de armas por un reportero del Sunday Times, acusado de vender misiles de combate Azalan fabricados en Transnistria. Todas mis fuentes me dijeron múltiples veces que sería imposible rastrear a Soin, por su situación con la Interpol. Algunos creían que estaba escondido en Ucrania, pero no fue así. Me recibió en las oficinas centrales de Proriv con un cálido saludo y una jarra de té.

Proriv es un culto político liderado por Dmitry. Todo depende de a quién le preguntes, pero Proriv puede ser un partido político proactivo de la juventud, o un movimiento de adoctrinamiento en la violencia, creado para nutrir un nacionalismo de extrema derecha y una firme devoción al partido en los jóvenes. Vimos a varios transnistrianos jóvenes vestidos de amarillo, orgullosamente ondeando banderas con los rostros del Che Guevara y Vladimir Putin, marchando por la ciudad. Estas son las tropas de Dmitry en Proriv, son sus mosqueteros, cuyo futuro es el ejército ilegal de un estado ficticio.

Dentro de su oficina, Dmirty está sentado en su escritorio detrás de un enorme pergamino japonés. "Tengo un gusto muy fuerte por el arte asiático", me dijo mientras nos sentábamos para platicar, "pero nunca he ido a esa parte del mundo. No necesito hacerlo. Transnistria me da todo lo que necesito". Hay una habitación de yoga conectada a su oficina. Al parecer su gusto por lo oriental, incluye sentadillas y estiramientos. Dice que practica todos los días.

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En su estante tiene biografías del Che Guevara y libros de automotivación. Le pregunté lo que significa el Che para él y cómo es que la revolución cubana está tan presente en las imágenes del Proriv. Dmitry fue honesto: “Elegí al Che Guevara como nuestra mascota por una razón muy simple: los niños piensan que es genial. A cualquier país que vas, los niños creen que es un tipo genial. Tiene barba. Anda en moto. Por eso lo elegí”. ¿Y Putin? También está muy presente. “Usamos a Putin porque es un líder fuerte. Rusia es nuestra inspiración”.

Dmitry no sabe que yo sé sobre sus oscuros negocios criminales, así que hablamos sobre Proriv, su amor por lo niños y sus raíces desquiciadas. "Basé nuestra organización en los Testigos de Jehová, siempre me impresionó su forma de usar los medios para transmitir su mensaje. Tienen técnicas muy buenas para mantener la lealtad. Fue por ellos que abrí nuestra imprenta".

“Nuestra idea fundamental es que el materialismo no debe anteponerse a los ideales políticos", dijo. Pero se rehusa a redactar un manifiesto del Proriv que vaya más allá de esta retórica seudocomunista. Básicamente suena a: "¡Compañeros! ¡Vivan con justicia y en la pobreza mientras sus líderes coleccionan pergaminos japoneses y le venden bombas al Talibán!"

Dmitry me vende la idea de que Proriv empieza "a reclutar desde los 12 años. Los jóvenes de ahora piensan como adultos desde muy pequeños. Vienen a nuestro partido porque aquí hay una especie de unidad. Saben que habrá alguien que trabaje con ellos y les de lo que necesitan. Fabricamos cuadernos, calendarios, útiles. La gente viene con nosotros porque tenemos programas de actividades y campamentos, les damos entrenamiento psicológico. Tenemos programas de entretenimiento y competencias deportivas. Juegos de rol, juegos para desarrollar carácter. Podemos darles la oportunidad de usar una computadora a aquellos que no tienen una en casa. El proceso está diseñado para politizar a los jóvenes".

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¿Entrenamiento psicológico? "Sí. Les enseñamos a actuar como ciudadanos orgullosos. Les enseñamos a ser nacionalistas y a luchar por la independencia de Transnistria".

¿Cómo hacen eso? “Por desgracia, debido a las celebraciones por el Día de la Independencia, el centro está cerrado así que no te podemos enseñar. Pero puedes regresar cuando quieras, también te podemos entrenar".

¿Cómo financian tanta camaradería a la Che Guevara? “Vendemos muchos cuadernos y útiles en la tienda de la que te hablé". ¿Quién hubiera pensado que una operación política de esta envergadura pudiera ser financiada con sacapuntas?

Se cree que Transnistria tiene el arsenal más grande en toda Europa, la razón principal por la cual nadie los puede tocar. La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) intenta resolver el problema del armamento. Antes de ir a Transnistria me reuní con ellos en su oficina en Moldova, donde nos explicaron que, a pesar de tener libre acceso a Transnistria, en la práctica todos son intentos son bloqueados. Saben que en la ciudad de Kolbasna, en la región norte de Transnistria, hay un enorme arsenal protegido por el ejército transnistriano, el cual es completamente inaccesible.

Hay mucha especulación sobre los números en las fábricas de armamento que operan tras los puestos de seguridad. La OSCE invirtió buena parte de su capital político y buena voluntad con el gobierno de Transnistria para iniciar un programa de desmantelación de armamento hace un par de años. Parece que después de ganarse su confianza, no están dispuestos a arriesgarlo todo con comentarios negativos sobre Transnistria.

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La situación parece haberse estancado, algo que parece no molestar a la élite  transnistriana. Mantienen su discurso político sobre su búsqueda de independencia, pero ponen trabas cada que una organización externa intenta ayudarlos a alcanzar dicha meta. Es un ciclo interminable y muy conveniente. Es un frente para poder seguir con sus actividades criminales, un negocio mucho más lucrativo para ellos.

Leí las acusaciones contra el régimen transnistriano por tráfico de armas, corrupción y demás, y le pregunté a Dmitry lo que pensaba. Pero se fue por la tangente: "Si hay un problema de armas en nuestro país, no es nuestra responsabilidad. La Unión Europea tiene acceso a nuestro país, si creyeran que hay un problema lo resolverían. Si continúan diciendo que hay un problema, es sólo con fines políticos, para justificar su desinterés en el pueblo transnistriano".

La triste ironía de Transnistria es que para que pueda existir, y para que personas como Dmitiry Soin y el querido líder de Transnistria, Igor Smirnov, puedan mantener su estilo de vida, el pequeño país debe continuar sin existir en los ojos del mundo que los rodea. Si existiera, su reconocimiento vendría a costa de una mayor transparencia y el fin de su industria armamentista. Pero entonces su juego terminaría, ¿por qué habrían de querer eso aquellos en el poder, quienes disfrutan el confort de su situación actual?

FOTOS: HENRY LANGSTON Y ALEX HOBAN