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Por qué los partidos de Champions se ven tan bonitos en TV

Hay un manual de 200 páginas que detalla cómo debe estar podado el césped, cuánto deben medir los niños que saltan a la cancha con los jugadores y de qué tamaño deben ser los escudos de los equipos.

Por fin comenzó la Champions League, el torneo de fútbol de clubes de más alto nivel en el mundo. O al menos el mejor producido de todos. Por que aunque a veces los partidos de la Champions resulten ser carentes de emoción, sobre todo si se comparan con los partidos de los torneos de clubes de nuestro continente, en los que las peleas entre jugadores, técnicos y jugadores y hasta policías y jugadores son tan frecuentes como los goles, todo lo que rodea a un partido de Champions es impecable. Literalmente.

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El secreto para lograr que todo, desde el himno del torneo, pasando por los uniformes, y hasta la manera de podar el césped para cada uno de los partidos, está en el Manual de Clubes del torneo. Este libro lo reciben los 32 equipos que clasifican a la fase final del torneo y que a lo largo de casi 200 páginas detalla todo lo que los anfitriones deben hacer para que un partido de fútbol se vea como un partido de Champions League: desde la resolución de las vallas publicitarias y la posición de las cámaras, hasta la cantidad de niños que deben ondear la bandera circular que caracteriza al torneo.

En realidad, el Manual de Clubes de la Champions League no está disponible para el público general, pero algunos equipos han subido copias del libro a sus páginas web. Aquí algunas de las disposiciones curiosas que hacen que la Champions sea vea como la Champions:

  • Niños estandarizados

    ¿Han visto esos muchachitos afortunados que salen a la cancha tomados de la mano de Messi, Cristiano o, en casos menos afortunados, de Pepe? Pues la UEFA es bastante estricta en cuanto a las características que deben tener estos niños. Según el manual, los muchachitos deben estar entre los 7 y 9 años de edad y medir entre 1.05 y 1.30 metros. Así que nada de poner al sobrino de 17 años del presidente del club a acompañar a Neymar al campo.

  • Sean serios con los nombres de los estadios

    Durante la última década, se ha puesto de moda entre los equipos de fútbol vender al mejor postor el nombre de su estadio. El Allianz Arena del Bayern Munich, el Emirates Stadium de Arsenal y el Signal Iduna Park del Borussia Dortmund son algunos ejemplos. Pero la UEFA es bastante celosa con su marketing y publicidad y obliga a los clubes que participan en su máxima competencia a ponerle nombres serios a sus estadios. Por eso los estadios mencionados arriba se llaman de distinta forma en la Champions: Fussball Arena Munchen, Arsenal Stadium y Borussia Park.

  • Ojo con los uniformes

    La UEFA también es bastante estricta con los uniformes de los equipos que saltan al campo en un partido de Champions. Si se fijan bien, los uniformes de Champions tienen en sus mangas varios emblemas que los diferencian de los uniformes que los equipos usan en sus ligas. Uno de ellos dice, por ejemplo, "RESPECT", en alusión a una campaña en contra del racismo en las canchas; el otro es el balón estrellado característico del torneo. Al principio de la temporada la UEFA envía 400 copias de cada emblema a los equipos clasificados al torneo para que ellos los cosan en los uniformes en el lugar exacto que indica el manual. Tanto el actual campeón del torneo, el Real Madrid, como los equipos que han levantado la copa en cinco o más ocasiones reciben emblemas especiales para distinguirse de la chusma. La UEFA también tiene regulaciones bastante estrictas para el tamaño del logo del fabricante del uniforme, el del patrocinador del equipo e, incluso, el nombre del arquero en los guantes.

  • Luces, cámara, ¡Cesped!

    Si alguna vez se han preguntado si un partido de Champions se vería igual de bonito si se jugara en el Estadio Azteca, la respuesta es: probablemente sí. Dos días antes de cada partido, la UEFA se encarga de hacer llegar a los estadios vallas LED con la resolución adecuada para darle ese "toque Champions" al estadio. Mientras las vallas son instaladas, el personal de la UEFA supervisa que la iluminación del estadio esté configurada a exactamente 1.500 EV, y otro equipo se cerciora de que el pasto tenga 30 milímetros de altura y que esté dividido en nueve franjas paralelas a la línea de gol. Mientras tanto, otro equipo (de pronto es el mismo, no lo sé) se asegura de que las 15 o 20 cámaras que la UEFA requiere para cada transmisión estén en el lugar preciso que indica el diagrama que está en la página 66 del manual. Fácil, ¿no?